En el centro de la atención regional se encuentra la anunciada visita del presidente de los Estados Unidos a varios países de Latinoamérica. El presidente Bush no solo visitará sus principales aliados en Centro y Suramérica sino un par de naciones que se consideran integrantes del nuevo bloque de izquierda latinoamericano, pero como lo he mencionado antes, el tipo de izquierda pragmática y responsable que le conviene al continente. Las visitas a México, Guatemala y Colombia eran de esperarse puesto que estas naciones son las principales abanderadas de la política Norteamericana en la región. Sin embargo, las visitas a Brasil y Uruguay demuestran el interés del gobierno Americano de abrir nuevas puertas de integración e influencia en América Latina.
Los comentaristas políticos y medios de comunicación se han lanzado a toda clase de análisis y conjeturas sobre el verdadero motivo de esta visita. Algunos comentan que es para tratar de mejorar la imagen del gobierno americano, especialmente entre la comunidad latina de EEUU, imagen que viene en picada con la situación en Irak; otros afirman que se trata de contener el avance del Chavismo en la región. Incluso el presidente de Venezuela ha insinuado es que esta visita es parte de todo un plan del gobierno Americano para asesinarlo.
La verdad es que lo que está sucediendo puede tener otra razón fundamental. EEUU y el mundo occidental en general, se han dado cuenta que en la actual situación mundial, en este posible choque de civilizaciones que estamos viviendo, Latinoamérica es de vital importancia para el oeste y es la única región del mundo donde los valores occidentales tienen validez y vigencia inquebrantables. Es que no es coincidencia que en menos de dos meses nos visite el presidente Bush, El presidente Alemán, Los Reyes de España, exministros británicos, y varias delegaciones de congresistas americanos y europeos interesados en “invertir” en Colombia y la región en General.
Los países de occidente también abrieron los ojos frente al giro que algunas naciones de la región han dado en su política hacia occidente. Con Chávez a la cabeza, algunas naciones enriquecidas por sus recursos naturales han decidido darle la espalda a las políticas de EEUU y sus aliados en la región (No a sus mercados obviamente!). Esto podía pasar desapercibido hace algunos años, debido a que la importancia de América Latina en el comercio mundial no era significativa. Ahora las cosas son diferentes. Aun somos parte de las ligas inferiores en términos de comercio internacional, pero los recursos naturales de la región se han convertido aun más preciosos y estratégicos, eso sin olvidar que tenemos en el hemisferio la novena economía del planeta, Brasil, y algunas de las economías que más rápido están creciendo en el mundo, Colombia incluida entre ellas. A todo esto se suma el súbito interés de las nuevas potencias del este, China e India, en los países latinoamericanos.
Ante este panorama, EEUU y Europa se han dado a la tarea de recuperar su interés e influencia en Latinoamérica. Estas visitas son un símbolo de que el oeste está comenzando a entender el valor estratégico de esta región para la civilización occidental y la importancia de involucrarse más activamente en su desarrollo. Algunos llamarán esto intervencionismo, yo lo llamaría una puerta de oportunidades inmensa para nuestras naciones por fin darse cuenta de su valor e importancia en el concierto mundial, y sobretodo, para mejorar nuestras condiciones de vida. Estamos en un momento histórico y en esta ocasión podemos comenzar a poner algunas de las condiciones sobre como debe ser nuestra relación con las naciones de occidente, con las cuales tenemos lazos históricos, culturales, políticos y económicos innegables. Depende de nuestros líderes y de nuestra cohesión como región, la manera como aprovechamos o desperdiciamos esta oportunidad.