Todos sabemos los resultados del referendo constitucional en Venezuela, al igual que la respuesta de Hugo Chávez a los resultados. Algunas historias, ciertas y falsas, ya se han tejido acerca de su reacción, la presión de los militares para que aceptara la derrota y sus declaraciones llenas de una clara percepción de que algo ha cambiado en su país, y que no parece estar dispuesto a aceptarlo.
Es en este momento que Venezuela, Latinoamérica y El mundo van a conocer la verdadera cara de Hugo Chávez. La caída de las reformas constitucionales haría que Chávez tenga que dejar el poder en el año 2013, ya que la constitución actual no le permitiría ser reelecto, a menos obviamente que trate de impulsar una reforma nueva que le permita hacerlo. La constitución prohíbe presentar dos veces la misma reforma durante el mismo periodo de gobierno. En general, Los próximos 6 años serian los últimos de Hugo Chávez en el poder. Esto significaría claramente el fin de un proyecto político que esta totalmente ligado a su permanencia como presidente de Venezuela. Si toda su retorica acerca de la existencia de la única verdadera democracia de Latinoamérica en Venezuela es cierta, entonces el presidente Chávez acatara la voluntad popular y dejará la constitución tal y como está.
La realidad es que Chávez esta herido, no solo en su orgullo sino en su visión del futuro de Venezuela. Ya en varios escenarios ha expresado su desdén por los resultados, ha insultado a la oposición por su triunfo y a sus propios copartidarios por haber permitido la derrota y ha prometido que lograra cambiar la constitución de una u otra forma. Esto dice mucho de lo que el líder venezolano piensa de la democracia. Básicamente funciona cuando el o sus propuestas resultan vencedoras, de lo contrario es un sistema imperfecto, influenciado por el imperio Americano, los medios de comunicación y los enemigos del socialismo. Y esto lo dice en un país donde casi todos los medios de comunicación son controlados por el gobierno y los medios y observadores internacionales fueron altamente restringidos en su cubrimiento del proceso electoral.
Sin embargo, Chávez también es conciente de lo que esta derrota significa. Su proyecto de convertir a Venezuela en el nuevo estandarte del socialismo del siglo 21 ha sido detenido por el pueblo que supuestamente representa. El mundo entero reconoció los resultados como una muestra del deseo Venezolano de mantener un sistema democrático de balance entre las instituciones, control del poder presidencial e integración al mundo. El proyecto de Chávez en América Latina quedó mal parado y así se está viendo en los países que han tratado de seguir su ejemplo. Ya hay intenciones serias de un referendo revocatorio contra Evo Morales en Bolivia, el presidente Ecuatoriano ha bajado su tono y el nivel “transformador” de sus reformas y Daniel Ortega ha incluso apoyado la ratificación de su país al tratado de Libre Comercio con los EEUU. Esto no quiere decir que el riesgo de un socialismo dictatorial se haya disipado con estos resultados. Chávez puede intentar nuevas estrategias para consolidar su poder, y Venezuela parece estar cada vez mas cerca de un conflicto social entre la oposición y los aun férreos, y armados, comandos populares chavistas. El presidente aun mantiene un fuerte control sobre las instituciones, medios y recursos del país. Esto no parece que pueda cambiar en el corto plazo, pero los Venezolanos ya demostraron que no están de acuerdo con ninguna medida que les quite un valor que lucharon mucho, como el resto de América, por obtener: Su libertad.