El mundo estaba aun embelesado con la espectacularidad de los Juegos olímpicos de China, cuando casi simultáneamente Rusia comenzaba a escribir un nuevo capítulo en la historia mundial. Se convertía en el primer contendor directo a la hegemonía norteamericana como única potencia mundial desde el fin de la unión Soviética y la guerra fría entre las potencias. Mientras Putin y Bush participaban de las ceremonias de Inauguración de los Juegos, EL presidente Ruso, comandado directamente por Putin, ordenaba la invasión de Georgia, un aliado del oeste en la región. Independientemente de las razones para la invasión, que fue supuestamente parar el genocidio que EL gobierno de Tiblisi estaba cometiendo contra la población civil (Supuestamente mayoría Rusa), el valor y las consecuencias geopolíticas son importantes. El oeste no pudo más que condenar los hechos y demandar un retiro de las tropas rusas, pero la capacidad de presión o de reacción es casi nula. Rusia tiene toda la capacidad no solo de invadir Georgia, sino también de separar y reconocer las provincias separatistas de Abjasia y Osetia del sur, como efectivamente lo hizo.
Pero, significan estos hechos el comienzo de una nueva guerra fría? Está Rusia en la capacidad de convertirse en el nuevo líder antagonista del mundo occidental?. Aunque los hechos actuales lo hacen pensar así, la realidad es algo diferente. El primer factor es económico. Rusia tiene ahora una independencia económica inimaginable 10 años atrás, gracias a la producción de petróleo y los precios actuales del crudo. Sin embargo, el estado de sus fuerzas militares y la inversión en defensa y desarrollo están años atrás de los Estados Unidos y el mundo occidental. Sin dejar de ser preocupante, la capacidad de reacción y avance militar rusos se limitan a su vecindario inmediato, algo que Rusia ha tratado de proteger como su área de influencia. El acercamiento directo de Georgia al Oeste, incluso aplicando por membrecía en la OTAN, era una gran piedra en el zapato dentro de la estrategia Rusa de mantener cierto nivel de influencia y control sobre sus pasadas repúblicas. Pero de ahí a pensar que Rusia es capaz de coordinar y ejecutar una invasión como la Americana en Irak, es bastante lejos de la realidad. La Rusia actual no tiene ni los recursos ni la capacidad militar para hacerlo, lo que claramente demuestra sus limitaciones con respecto al poderío militar de los Estados Unidos.
Ahora bien, si el peligro de una nueva guerra fría es algo lejano, si es cierto que las consecuencias de esta acción son bastante importantes. Primero, Los Estados Unidos van a tener muchas dificultades para convencer a sus aliados en la región, especialmente Ucrania, Polonia, Rumania y las demás naciones dentro de la esfera de influencia rusa, que está totalmente listo para apoyarlos y defenderlos. La realidad fue bien distinta en el caso de Georgia. La impotencia del Oeste y la poca capacidad para presionar a Rusia es evidente.
Segundo, Rusia ha hecho evidente un elemento muy importante. Si alguien aun tiene capacidad de reacción y condena frente a las acciones Rusas, ese es los Estados Unidos, porque Europa esta totalmente maniatada. La dependencia energética de Europa con Rusia es altamente preocupante para la unión Europea y geopolíticamente benéfica para los rusos. Como ha pasado históricamente, Rusia parece tener una vez más la sartén por el mango en su relación con Europa. Las condenas por las acciones rusas han salido de Europa de una manera mucho menos contundente que las americanas, y el apoyo a sanciones y condenas en la ONU propuestas por los Estados unidos es Tímido, en el mejor de los casos.
Que estamos presenciando una nueva página del desarrollo político mundial es indiscutible. Pero la realidad es que Rusia, bajo el liderazgo de Putin (Que aun continua a pesar de tener un nuevo presidente) ha tratado y continuará tratando de recuperar su posición como potencia mundial. Las condiciones económicas y su relación con el mundo lo hacen algo más complicado que antes, pero su capacidad para demostrar a sus vecinos que todavía tiene la capacidad de mantenerlos bajo su control está más clara que nunca, y es muy poco lo que el Oeste puede hacer frente a ello, por lo menos mientras el petróleo se mantenga en los niveles actuales.