Esta semana el presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, Presentó a los medios y al pueblo americano la estrategia para sacar a la nación de la recesión en la que poco a poco se hunde y, aun mas importante, presentó la visión de lo que ese país quiere continuar siendo y como lograrlo: Continuar como la potencia económica mundial, política y militar, establecer objetivos e intereses claros que los norteamericanos deben proteger y promover, definir un nuevo marco de manejo de las relaciones internacionales y posicionar una nueva nación, renovada, bajo las nuevas condiciones de la realidad mundial, que básicamente muestran un resurgimiento de potencias antiguas, el nacimiento de nuevas potencias emergentes y la realidad de un planeta globalizado, con un alto nivel de integración, volatilidad e intereses comunes. Todo eso ha sido ampliamente difundido en los medios, discutido en casi cada estación de televisión, y con seguridad será el elemento fundamental de la posesión de Obama. Todos los organismos del estado están enfocados en esa visión.
Cuál es la visión de Colombia? En qué nos queremos convertir? Cuáles son los problemas internos y externos que debemos resolver? Cuál queremos que sea nuestra esencia como sociedad en el futuro, y como nación dentro del concierto internacional? Existe tal visión, tal hoja de ruta en nuestras instituciones, en nuestro estado? Algo que trascienda las ideologías y políticas del gobierno de turno o que por lo menos, defina una noción universal de la Colombia del futuro? Cuantos Colombianos pueden responder con claridad lo que nuestra visión de futuro como país es?
En Colombia muy pocos, incluso en los altos niveles del estado, pueden afirmar que saben la respuesta a todos estos interrogantes. La verdad es que la mayoría nos preguntamos: existe por lo menos este plan? esta visión? este documento?. La respuesta es. Colombia tiene un plan, una visión, plasmada por el departamento nacional de planeación. Desde el gobierno de Andrés Pastrana este trabajo se ha venido desarrollando y se ha consolidado con el actual gobierno. El plan existe y nos muestra objetivos muy claros, con metas y fechas especificas para medir el progreso logrado hacia esas metas. La pregunta es, como podemos trabajar hacia ese objetivo cuando tan pocos lo conocen, y cuando las mismas entidades del estado que deberían enfocar su trabajo en desarrollar ese plan, divulgarlo y promover su ejecución, lo desconocen o ignoran, en algunos casos, por completo?
Un país es como una empresa. Sus líderes, (en nuestro país, elegidos por el pueblo), definen la visión, el plan para llegar a ella y unos indicadores que nos permitan medir como vamos. Pero en una empresa todos los empleados de ella están comprometidos con esa visión, trabajan por ella, con ella y para ella. La ajustan, mejoran, corrigen, pero el objetivo de todos al trabajar cada día es acercarse a esa meta. La dirección de la compañía coordina y guía los esfuerzos necesarios, pero es un compromiso total de todos. En Colombia la dirección del país conoce los objetivos, pero parecemos más preocupados por sobrevivir que por crear nuestro futuro, y la mayoría del pueblo, desconoce totalmente para donde es que queremos ir como sociedad y como país. Si bien es cierto que en una nación como la nuestra hay problemas tan urgentes que a veces nos distraen, con razón, de esa planeación de futuro, sino nos comprometemos todos con ese país que queremos tener en 20, 30 ó 40 años, nos vamos a encontrar con la misma nación, quizás peor que la que tenemos hoy, apenas sobreviviendo. Todos queremos que Colombia sea la mejor esquina de América, que tenga niveles de vida del primer mundo con un desarrollo sostenible, justicia social, educación, empleo y seguridad social para todos. Una nación líder en el concierto internacional, líder en innovación científica y tecnológica, en desarrollo político y democrático, en artes y cultura, una nación atractiva al mundo, centro turístico internacional; una nación diversa, tolerante y abierta al mundo. Estos son objetivos comunes. Ya hay estrategias diseñadas por el departamento de planeación para lograrlo. Es el momento de enfrentar las transformaciones que tenemos que desarrollar para construir ese nuevo país y es el momento, en términos colombianos, que empecemos a jalar para el mismo lado. Solo las naciones comprometidas con su grandeza han llegado a ella. Es hora de que nos comprometamos con la nuestra.