Nadie puede negar que los eventos de la cumbre de Rio se vieran opacados por el altercado entre El Presidente Uribe y el Presidente Chávez. Y nadie puede negar tampoco que «Sea Varón» es un comentario compartido por muchos en la región, colombianos y No Colombianos. Muchos dirán que ya era hora que alguien le dijera a Chávez unas cuantas verdades

Lo verdaderamente lamentable de este episodio es que pasamos de la diplomacia a lo folclórico de las relaciones entre los países latinoamericanos, algo que le presidente Venezolano ya hace tiempo practica, pero que Uribe se habia distinguido por no utilizar, por no seguirle el juego a Chavez, hasta ahora. La reacción de Uribe, cierta o exagerada, es por decir lo menos, inadecuada. Es hacerle el juego a Hugo Chávez que hoy se presenta como la victima de una agresión personaly contra su país del «calentado» presidente Colombiano. Y si bien es cierto que lo que Chávez ha dicho y hecho con las relaciones entre los dos países y particularmente con sus opiniones sobre Uribe es muchísimo peor que lo que ocurrió, Chávez lo hace desde su casa, en sus estudios de televisión y para su país. Uribe decidió escoger una reunión continental, de cubrimiento mundial, para perder la compostura y expresar su frustración frente a lo que Chávez está haciendo con las relaciones económicas y políticas entre los dos países. Una movida realmente lamentable

La comunidad internacional posiblemente busque las razones para dicha reacción, pero de primera medida juzgaran a Uribe como un líder explosivo, que perdió la compostura y utilizo el momento y foro inadecuado, Cuando la realidad, posiblemente ignorada por la mayoría de la comunidad internacional, es que esto es el resultado de una cobarde y constante provocación por parte del líder Venezolano. La realidad es que la imagen es crítica en este tipo de escenarios y en las relacione internacionales y aquí quien salvo la Cara fue Chávez, no Uribe

El presidente Colombiano ha sido en todo este lamentable conflicto con Venezuela la voz de la calma, la cordura y la diplomacia, mientras chaves arremete de la manera menos diplomática contra Colombia y su residente. Uribe ha incluso reprendido a los funcionarios del gobierno que intenta irrespetar a Chávez o su país. Esta vez el presidente perdió los estribos y como dijo Chávez explicando el hecho «Hizo Catarsis» (lo que sea que eso significa para él). Así los colombianos estemos todos de acuerdo, y muchos venezolanos también, no era ni el momento ni el lugar para hacerlo.

Paradójicamente esto sirvió para que Chávez, de manera descarada, aprovechara este situación para mostrarse no como el provocador sino como el conciliador…ahora dispuesto al dialogo y a limar las asperezas para enmendar las relaciones con Colombia. Si bien es algo que tenía que hacer porque su país está al borde del colapso económico y energético, Uribe le dio la excusa perfecta para mostrar esto como una iniciativa propia, conciliadora y diseñada a demostrar el espíritu pacifico e integrador del líder de la revolución Bolivariana. Es una lástima que Uribe le siguió el Juego, pero Sin embargo a veces es difícil soportar tanta hipocresía y doble moral del líder Venezolano, sobre todo cuando con ella está llevando las economías de dos pueblos hermanos y especialmente del suyo propio, a la ruina.