Como todas las instituciones en el mundo, las ONG tienen intereses particulares detrás de las supuestas causas que representan. Organizaciones en favor de los derechos humanos son financiadas por grupos políticos, económicos o religiosos que tienen intereses particulares. Hay que aclarar que hay ciertas organizaciones como la Cruz Roja Internacional o Médicos sin fronteras que son de carácter global y están encaminadas a tareas específicas que representan acción, no critica o escrutinio

Es ahí, en la crítica y el escrutinio, donde viene la falta de objetividad. Ciertas ONG tienen como bandera criticar gobiernos fuertes, donde el estado ejerce el imperio de la ley, pero solo cuando esos gobiernos tienen orientación derechista. No importa si los logros son evidentes, si la pacificación es un hecho, si antes había 25000 asesinatos y hoy 10000. Eso no es rescatable para ellas. Lo que sí es criticable es que el gobierno utilice las leyes y sus fuerzas de seguridad para subyugar a los violentos y pacificar el país. Esas son las ONG con las que tienen que lidiar naciones como Colombia, Perú, México, Israel y todas aquellas que de una u otra forma viven conflictos con fuerzas terroristas, desestabilizadoras y que han decidido enfrentarlas con la fuerza de la ley y de sus fuerzas legítimas

No se quiere decir con ello que la crítica no sea importante. Los abusos y excesos del estado son tan reprochables como los de los grupos violentos. De hecho son más reprochables porque el estado supuestamente debe no solo hacer cumplir la ley sino dar ejemplo de su cumplimiento y está establecido para proteger los derechos de sus ciudadanos. Pero cuando una ONG demuestra total parcialidad, casi que defendiendo o por lo menos, en el mejor de los casos, ignorando las acciones de los grupos violentos escondidos bajo el manto de la izquierda y el socialismo, sus acciones no son solo dañinas sino irrelevantes. El presidente Uribe y su gobierno son víctimas de una campaña coordinada y decidida a minimizar sus logros y empañar su gestión bajo el manto de constantes violaciones a los derechos humanos. Cuando hasta hace 8 años el asesinato de candidatos presidenciales y dirigentes políticos, periodistas, profesores, sindicalistas y ciudadanos era tan común e inhumano que ya casi ni era noticia, hoy la muerte de un concejal en algún caserío en el Caquetá es primera plana nacional… simplemente porque ya no pasa como antes, ya no pasa sin que el gobierno responda y actúe eficazmente y, sobretodo, ya no pasa y se queda en una completa impunidad como ocurría antes. El hecho de que haya escándalos como los falsos positivos, el espionaje del DAS, los desplazamientos forzosos, las alianzas entre paramilitares y ejercito, no quiere decir que antes no pasaban y ahora sí. Quiere decir que por fin en Colombia la ley es para todos, hasta para las entidades del estado, y hoy, como NUNCA ocurría antes, hay funcionarios en las cárceles del país pagando por esos delitos.

Algunas críticas son validas, pero otras no solo ignoran la realidad sino que inventan una nueva, lo que es realmente una ofensa no solo al presidente, sino el pueblo de Colombia. Sin embargo, pocas o ningunas críticas se oyen contra las FARC, las mafias del narcotráfico o los demás actores terroristas de esta compleja situación Colombiana. De igual manera no se oyen voces críticas contra la opresión en Venezuela, Nicaragua o Bolivia. Es evidente la parcialidad de algunas de estas organizaciones y su poco interés por la verdad y el avance de los pueblos. Solo les interesa justificar sus causas y cumplir las directivas de quienes las financian.

Lo más lamentable es que este tipo de grupos debilitan la credibilidad de un movimiento que nació del pueblo para hacer evidentes los abusos de poder de los gobiernos alrededor del mundo. Lo que debía convertirse en la voz de los débiles , de los pueblos, se han convertido en instrumentos de manipulación política y de imagen, con intereses y planes definidos para fortalecer o debilitar a quienes ellos prefieran, sin objetividad alguna. Por eso cada vez más organizaciones internacionales como la ONU, el banco Mundial, La unión Europea y otros, las llamadas organizaciones gubernamentales, prestan menos importancia a lo que algunas ONG tienen que decir frente a estados o gobiernos y basan sus políticas en sus propias cifras, estudios e impresiones. Por eso mientras para algunas ONG Uribe debería estar en la cárcel, para organizaciones tan serias como la ONU, La unión Europea y naciones socialistas y banderas de los derechos humanos como Canadá, reconocen a Colombia y a Uribe como una de las naciones donde los índices de desarrollo humano han mejorado y tienes mejores prospectos de continuar mejorando más notablemente en el mundo…Es por eso que las ONG dejaron de ser organizaciones no gubernamentales, ahora representan objetividad no garantizada.