Santos es presidente y las felicitaciones de líderes mundiales llovieron…. Esperábamos las de Estados Unidos, México, España, Chile, Panamá y hasta Brasil. Todas llegaron como la diplomacia y las relaciones entre países amigos lo exigen. Sin embargo las que primero se dieron fueron Las que no esperábamos, las de naciones con las que no tenemos relaciones o las tenemos en mal estado: Ecuador, Nicaragua y Venezuela.

Cuando pocas semanas antes de las elecciones el gobierno ecuatoriano estaba amenazando hasta con pedir en extradición a Nuestro nuevo presidente, Chávez amenazaba con guerra si se le ocurría hacer lo mismo que hizo en Ecuador y el señor ortega seguía asilando guerrilleros de las FARC, hoy todos esperan la invitación a la posesión de Santos y felicitan al presidente y al País por su elección. Extraño no?
Miremos que puede estar detrás de todo esto

Inicialmente uno pensaría que los líderes mencionados ven en un nuevo presidente una apertura para arreglar fisuras, y abrir puertas que les está costando mantener cerradas. Mientras Colombia logro crecimientos económicos altos con crisis y con fronteras cerradas, nuestros vecinos, con petróleo y todo, están aun en recesión. Colombia tiene acuerdos de libre comercio listos con los mayores actores de la economía mundial, ya sea aprobados o en proceso, y su diversificación de mercados ha hecho que sea poco el efecto de las pataletas económicas de Chávez y Correa. No es así para nuestros vecinos donde la economía tambalea y la falta de los productos que importan de Colombia es cada vez más evidente.

Otra posibilidad es que quieren hacerse ver como conciliadores con el nuevo gobierno para luego, cuando Santos continúe con su política de seguridad democrática y su rechazo al apoyo que ellos le prestan a las guerrillas terroristas, puedan salir a decir que ellos trataron de enmendar las relaciones pero el presidente Colombiano no quiso y siguió por el mismo camino de su «malvado antecesor». Lamentablemente pocos, incluso en sus propios países, les creerían el argumento

Finalmente puede estar la mano de nuestro socio Norteamericano en todo esto. Pocos días antes de las elecciones Hillary Clinton, la secretaria de estado norteamericana, estuvo en Ecuador y en Colombia entre otras naciones de la región. Después de esta visita la actitud del gobierno ecuatoriano hacia Colombia y Hacia Santos en particular tuvo un giro radical. Ecuador no es Venezuela y depende mucho más del intercambio comercial con Estados Unidos, además la plata que compra conciencias y estados se le está acabando a Chávez y la está teniendo que usar para salvar su régimen en las próximas elecciones. No podría especular con respecto a la influencia de la secretaria Clinton o los motivos del cambio ecuatoriano, pero la verdad es que es interesante observar ese cambio y los hechos que rodearon esa nueva posición frente a Santos y a Colombia

Estas aperturas son buenas, no se puede negar que buenas relaciones con los vecinos es algo positivo, pero el Gobierno de nuestro nuevo presidente debe estar vigilante frente a estas amistades repentinas, reencauchadas de líderes con los que tenemos comprobados conflictos y que han demostrado hasta la saciedad que la paz y los intereses de Colombia no están en su agenda. Nuestra política exterior con Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Bolivia debe ser de cordialidad vigilante, inquisitiva y de respeto mutuo.