Antes de exponer mis argumentos, y como pronto será evidente, no soy en ningún caso un experto en Economía o capitalismo, mas allá de lo que me permite definirlo y entenderlo. Lo que si es ahora claro es que hace 3 años el mundo estuvo al borde del colapso económico y hoy, con una leve recuperación en proceso, los excesos y justificaciones del pasado parecen reaparecer. No basta sino con mirar las utilidades reportadas por los gigantes financieros mundiales que hace 3 años tuvieron que ser rescatados con los impuestos pagados por Americanos y Europeos, porque eran «muy grandes para quebrarse».
Algo tiene que quedar claro de los errores del pasado. Esos errores ocurrieron por Los niveles de ambición, codicia y corrupción más aberrantes que los poderes económicos de la potencia económica más grande del planeta sostuvieron por años. Y la gran justificación para que ello fuera así es que El capitalismo puro funciona mejor en un ambiente libre, de libre competencia, de libre inversión, libre de regulaciones, libre de controles, libre de restricciones que le impidieran crecer a su potencial máximo. Lo que también entendimos es que para los líderes, los que estaban en la cima, esa libertad también significaba libre de moral, libre de conciencia social, libre de ética y libre de valores. La palabra libertad se corrompió con el objeto de justificar excesos, ambiciones y enormes riesgos que llevaron al mundo a la recesión mas drástica desde la gran depresión y los gobiernos, que influenciados antes por el enorme poder de los gigantes financieros evadiendo su responsabilidad de regular y hacer cumplir la ley, ahora los salvaron con los dineros públicos. Si bien esos fondos para salvar el sistema financiero eran necesarios y evitaron una crisis inimaginable, el error es que los correctivos que se debían tomar para que algo así no vuelva a ocurrir no se tomaron, y peor aun, aquellos que llevaron a la economía mundial al borde del colapso jamás fueron enjuiciados, pudieron mantener las inmensas fortunas que amasaron de manera irresponsable y, todo parece indicar, lo están volviendo a hacer.
Es por ello que no podemos permitir que la palabra y el concepto de libertad se pueda aplicar más como justificación y motor para este tipo de capitalismo. Si bien es cierto que la libertad de invertir, crear industria, producir y poseer propiedad privada son pilares inalienables de un sistema que inequívocamente genera oportunidades y riqueza como el capitalismo, la libertad se tiene que acabar como justificación para evitar crear y regular el proceso con el que ese capitalismo se desarrolla, y mas aun, para dejar de garantizar que las herramientas que el capitalismo provee para el desarrollo y el crecimiento económico, sean éticas, responsables y que de ser manipuladas o corrompidas, haya consecuencias para aquellos que las manipulen y corrompen.En todos los sectores productivos hay regulaciones. Supermercados no pueden vender leche que esta vencida, compañías textiles no pueden producir o vender ropa hecha de materiales altamente flamables, Compañías automotoras no pueden producir automóviles que no tienen frenos. Si lo hacen las consecuencias son severas para la compañía, pero más aun para sus directivos. El sistema financiero no puede estar exento de regulaciones que permitan evitar catástrofes como la ocurrida hace 3 años, y mas aun, no puede estar exento de regulaciones que castiguen ejemplarmente a aquellos que las violen y que pongan en riesgo la economía y con ello el bienestar de millones de personas.
La crisis generada por la banca de inversión y sus practicas deshonestas causó mas de 50 millones de desempleados en el mundo, 10 millones solo en EEUU, genero una recesión de la que el mundo apenas empieza poco a poco a recuperarse, con regiones como Europa experimentando una nueva caída en este momento. Controles en el movimiento de capital, en la configuración de los productos y servicios manejados por la banca de inversión, pero sobretodo TRANSPARENCIA en sus acciones, sus inversiones y sus deudas son fundamentales para que esto no vuelva a ocurrir.
Tristemente, intentos de regulación son pocos e incompletos, y ya están siendo atacados porque atentan contra la esencia del capitalismo… LA LIBERTAD. La esencia del capitalismo es crear, innovar, empoderar al ser humano para crecer y desarrollar. En ningún momento el capitalismo, o ninguna otra forma de producción, organización económica, social o política, tiene el derecho de buscar el beneficio de unos pocos a costa de la mayoría y de hacerlo con impunidad y sin ningún control o regulación. Eso se parece paradójicamente, a lo que la filosofía antagónica del capitalismo y la libertad se convirtió, y que finalmente lo llevó a su debacle: El Comunismo.