“Nadie se queja de tener lo que no se merece”
Jane Austen
Todo lo que es prohibido se hace atractivo y genera ansiedad, nos llama la oscuridad de lo que no se debe o no se puede, porque a veces es mayor la satisfacción de la experiencia que su consecuencia definitiva. Ya en una conocida canción de los noventa nos preguntaban por qué “los amores prohibidos son más fuertes que los permitidos” y desde esa época ignoro la respuesta. Adore (2013) plantea la situación que se presenta cuando dos amigas solas y cuarentonas descubren su apasionamiento por el hijo de la otra. La película se basa en la novela “Las abuelas” de Doris Lessing que en su narrativa es bastante erótica y que ha sido llevada con el mismo toque de sensualidad por Anne Fontaine; todo este mágico enfoque femenino complementado por la presencia de Naomi Watts y la ahora muy célebre por su papel en la serie House of Cards, Robin Wrigth nos lleva a un imaginario perfecto acerca de esa fantasía femenina de un adonis que le haga resurgir en toda su pasión y entrega.
De por si nos enfrentamos a varios aspectos considerados (todavía) como un tabú como la relación de una mujer mayor con un hombre veinte años más joven o el hecho de involucrarse con el hijo de su mejor amiga, casi su hermana, al que ha visto crecer; de por si ese argumento ya revuelca la cabeza, pero si le suman unas escenas de altísimo contenido erótico en un escenario paradisíaco pues el asunto se torna explosivo.
Hace mucho rato no había un enfoque tan cuestionable en las pantalla de cine, una de esas películas de las que uno no habla delante de los niños, sobre todo porque la situación en cualquier momento puede ser real y eso es lo que más inquieta a los espectadores. Una película de una buena producción, de una fotografía muy linda y con cuatro protagonistas de muy “buen ver” que logran mantener el interés en la trama y en lo que puede llegar a desencadenarse. El título que le pusieron a la cinta en español es totalmente absurdo pues es el mismo de la película de Almodóvar de los años ochenta, así que a los que crean que es un remake o una continuación de La Ley del Deseo (sic) les puedo asegurar que no tiene absolutamente nada que ver. Es hora de volver a tener estas historias dramáticas que hace muchos años llenaban las salas de cine y que hicieron recibir codazos a más de uno, como las inolvidables Nueve semanas y media, Atracción fatal o Lolita, todas enmarcadas en ese plano de amores difíciles y tan, tan llamativos.
Twitter: @leonardopineda