En muchas ocasiones las películas infantiles nos han mostrado más afinidad a los pensamientos adultos que a las antes tiernas y discretas historias infantiles. Muchas veces están enmarcadas en dramas que por ser animados las catalogamos directamente para el público más joven, pero es de reconocer que guionistas, directores, animadores y estudios hacen un enorme trabajo a la hora de desarrollar estos filmes. Con la llegada de las vacaciones de verano en Estados Unidos y Europa, salen a la venta muchos títulos de cine animado que tratan de captar la mayor atención de los niños, reforzados por agresivas y costosísimas campañas de marketing que nos hacen a grandes y chicos querer tener productos referentes a dichos estrenos.En el caso de la cartelera actual tenemos dos de las más esperadas películas animadas de este año, obviamente precedidas por una asombrosa campaña publicitaria que nos preparaba para darle la bienvenida a estos personajes tan maravillosos y ensoñadores.

Primero tenemos a Los Minions (2015) que es el spin off de la muy taquillera Mi Villano Favorito, dándole todo el protagonismo a estos pequeños seres amarillos que buscan a quien servirle en una convención de malvados lideres, la película cumple a cabalidad con el objetivo de divertir porque esos personajes generan una gran ternura y son muy hilarantes gracias a sus descabelladas ocurrencias. Su lenguaje Banana y sus expresiones no requieren ninguna traducción, porque se hacen entender y sobre todo se hacen querer. Una película en la que valores como la amistad y el respeto dejan un claro ejemplo para todos los espectadores.

La otra película es la maravillosa y destacable Intensamente (Inside out, 2015), un verdadero ejercicio de profundidad mental en el cual no se quedaron simplemente en un cuento para niños, sino que se nota el arduo trabajo psicológico que se hizo para dar vida a esas vocecitas en la cabeza. La inteligencia emocional retratada en esos magníficos personajes en los que destacan Alegría y Tristeza y la complejidad del cerebro en la creación, recolección y almacenaje de recuerdos son una idea que entusiasma al más estudioso de la mente, pero que acá están retratados de una manera tan especial como entendible, siendo mucho más compleja para los espectadores mayores. Es una película que divierte, pero que se queda en el alma del espectador más adulto cuando luego de verla trata de identificar que emoción es la que lo rige (así le ha pasado a muchos de mis amigos que preguntan ¿Y tú con quien te identificas?). Vale la pena pasar por el teatro y ver esta excelente opción de cine de vacaciones, que ya dejó de ser cine para niños.