Los que pueden creer que estas historias son sólo cuentos
tienen mejores posibilidades”
Margaret Atwood

El terror de lo real es más fuerte, porque el temor está mucho más cerca de nosotros. Cuando los que aterrorizan no son monstruos, ni zombis, ni extraterrestres sino los otros seres humanos con sus creencias radicales y su propia mirada del mundo, nos hace sentir demasiado cerca el verdadero valor del miedo. Lo más absurdo es que es algo que no se aleja mucho de la realidad actual: las guerras religiosas, las persecuciones políticas, la lucha contra la igualdad o la no aceptación de unos derechos comunes es algo que se vive en todo el mundo, incluso en nuestro propio país donde vemos en las noticias a grupos que pelean contra el bienestar común poniendo por encima y apoyados en el poder político sus propios ideales. La lucha es entonces contra la ciencia, la religión, la libertad y los pueblos se han visto oprimidos por el absurdo poder de la ignorancia. No es algo nuevo, ha pasado y seguirá pasando y la forma como lo presenta la nueva serie de HBO producida por HULU es aterradora. Para los amantes de la literatura de ficción no es desconocido el trabajo de la feminista y escritora canadiense Margaret Atwood, quien en 1984 publicó la distópica y futurista novela The Handmaid’s Tale, la cual ha sido tomada para realizar una serie basada en la misma y que acaba de estrenarse. Lo que me parece más extraño es que haya recibido tan poca atención hasta ahora. Pero cuando el gran público televidente se fije en dicha producción… será una verdadera bomba. Más que por su historia aterradora, por esa similitud con la realidad de la que hablé al principio de esta columna. Se ha implementado en el poder un régimen cristiano fundamentalista, donde basados en la necesidad de un cambio se ha extinguido el Congreso y ahora se pretende la construcción de una nueva nación basada en los preceptos más radicales del antiguo testamento. La mujer ha perdido todos sus derechos, es considerada un objeto que se utiliza, se cambia, se regala o se desecha, de tal forma que sólo sirve si procrea o para labores domésticas. El excelente papel de Elisabeth Moss como Jane, la protagonista absoluta, logra transmitir con daca gesto, cada mirada, cada gesticulación aquello que el espectador debe saber para entender qué es lo que pasa por su mente. Es una serie imperdible, de gran factura en su impecable producción y la magnífica dirección de Reed Morano y Mike Barker, con el guión perfectamente escrito de Bruce Miller e Ilene Chaiken que logra mantener el interés en una historia magníficamente contada al tiempo que nos lleva a una profunda reflexión acerca del mundo que realmente queremos y el que estamos formando. Recomendadísima.
@leonardopineda