Mirar con ilusión el día a día de la radio es una condición natural y una linda experiencia siempre renovadora que habla bien de ti, de tus intenciones y del camino que llevas. Iniciar un nuevo año y ver con los mismos ojos una nueva esperanza resulta positivo para cualquier persona.
La comunicación es un ejercicio cotidiano, una práctica que en muchos casos en los departamentos de la emisora falla y entonces, infinitas acciones lastiman, ofenden, maltratan, lesionan, hieren. La empresa periodística, en cualquiera de sus denominaciones no escapa a la realidad de las dificultades en la convivencia.
El presente texto nos invita a reflexionar sobre la comunicación interna en nuestras emisoras y es fruto de encuentros de formación en radios de las américas. Veamos:
«De nada te servirá ganar una discusión en la radio, si ganas un problema de salud. Entonces, ganaste al editor, perdió el productor. El ego te dice: «Marcos, eres la autoridad». Ríes. Ahora te sientes cómodo. Te vas con la razón, te hinchas, pero en el fondo perdiste tu tranquilidad. Marcos, perdiste todo. La mala onda te perseguirá. Llegarás a casa con una pelea ganada y un día para olvidar. Gana sin perder y «disfruta perder». Nunca serás perfecto. Abraza el error. Divórciate del orgullo, él no te ayuda a ver el bosque. Lee otra vez este párrafo. La comunicación y el orgullo a veces es mejor que no se conozcan. Desprecia el orgullo, abraza con auténtico cariño y devoción la sencillez».
Lea: crecer sin destruir. Me siento incómodo. Falla ética, falla de vida. Aprende a olvidar. Buenos audios, malos ratos. El pierde, tu no ganas. La meta o la vida. También te equivocas, reconoce. La motivación propia. El remolino del odio. Medios para la comunión. La propuesta. El propósito.
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http://titoballesteros.blogspot.com/2013/01/buenos-audios-malos-ratos-comunicacion.html
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