Esta semana pensamos en el lenguaje sonoro y bajo descarga presentamos un libro más en Radios de América.
Del libro: “una palabra puede provocar una risa incontenible, o un llanto desconsolado, o una mano extendida, o una declaración de guerra o de amor. Un sonido grave de tambores batiendo sobresaltan el ritmo y la respiración, un aletear en las tardes soleadas dibuja sonrisas, un estallido de una ola sobre una roca grita que usted está irremediablemente vivo.
Una música en el aire le hace cerrar los ojos e imaginarse mundos y azules de cielo y rojos de atardeceres y blancos eléctricos de tormentas. Y de pronto usted sabe que al oírla ha logrado conseguir sus alas para lograr la libertad. El silencio lo arrastra a su propio latido interior, desnudo de sonidos, despojado de voz.
Piénselas a todas juntas en una estrecha convivencia armónica.
Eso, sólo eso es el lenguaje sonoro. Y estaría todo dicho, pero no. Nosotros seguimos insistiendo en analizarlo, explicarlo, desmenuzarlo, ver cómo es por dentro. Como cuando una de chica desarmaba los relojes para ver por qué sonaban. Después no andaban más.
Por suerte el lenguaje sonoro sigue andando pese a todos nuestros embates académicos, pese a todas nuestras serias y profundas investigaciones, pese a toda nuestra palabra puesta a su servicio”.
Materiales complementarios