Reproducción parcial del texto Géneros y formatos en radio. Llévelo en PDF, Mp3 o escúchelo
Estamos
a pasos de cumplir 100 años de radiodifusión en las Américas. Nada mejor que
estar aquí en Medellín, en Colombia, para compartir con la comunidad académica,
para aprender de todos sobre el sonoro viaje del dial. Medellín, una ciudad
siempre cambiante pero con una eterna primavera.
Escuche y lleve el audio en Mp3.
Empezaré
por acercarme a esa definición que se nos hace demasiado débil cuando queremos
establecer acuerdos entre lo que son los géneros y formatos. La puesta en
práctica de esa definición por momentos se nos enreda y hay una tensión. Veamos.
Los
géneros y formatos son mecanismos necesarios para producir y provocar sentidos.
Apuestas sonoras. Sin duda, hay que conocerlos y reconocerlos. Al besarnos, a
veces, los géneros y los formatos nos pasan el veneno de la costumbre.
La
palabra género tiene una raíz griega que significa «generación» y formato el
uso latino «forma».
En
un pasado encuentro, Gastón Montells, director de La Tribu, radio de Buenos
Aires, nos compartió su mirada: «Los géneros son campos disciplinadores de un
sentido, conjunto de reglas que trabajan problemas que construyen variables de
previsibilidad y de recurrencia capaces de ser reconocidos como tales. Trabajan
sobre tensiones, discusiones, nociones de realidad. Los géneros son campos que
traccionan problemas, indagan, investigan distintos elementos.
Los
formatos son capturas, manifestaciones estratégicas de una modalidad de
tratamiento. Son formas que encontramos para trabajar un contenido. Entonces,
hay estrategias, objetivos y códigos de un destinatario particular. Son
herramientas de circulación para el tratamiento de contenidos». Sin embargo
esto en la práctica no es tan claro. Falla el pegante que los une.
Antes
de venir a Medellín le pregunté a José Ignacio López Vigil sobre el tema.
«Antes de comprar la caja hay que comprar el regalo». Y ¿cómo tener un bonito
regalo?… sigo citando a José Ignacio: «para tener un lindo regalo hay que usar
la imaginación. Cosas que no están escritas, que no se han practicado. En la
práctica no se evidencian las diferencias porque se han eliminado muchos
formatos y todo se ha reducido en la producción radiofónica».
Gastón
dice: «Es importante conocer las diferencias para definir las condiciones de
producción, para definir cómo se tratará el contenido, bajo qué estructuras,
pero, en términos de recepción sin importar cómo se clasifica, lo que importa
es cómo me interpele en una instancia de diálogo. Cómo capturo mi gramática de
atención. No me importa si era entrevista, foro o debate. En recepción la
instancia esencial de la comunicación es afectarnos por lo que sucede, por lo
que escuchamos y porque lo que escuchamos nos sea útil».
América latina
«La
radio comercial invirtió mucho en los géneros periodísticos. La visión
comercialista bastardeó a la radio con la fórmula música y noticias y así la
castraron. Las comunitarias que arrancan con fuerza en los 60 y gracias a su
vocación se conocen propuesta lindas, propuestas creativas, la palabra florecía
en la voz de protagonistas. Las radios comunitarias se cansaron, se metieron en
un útero de aire acondicionado. Se enconcharon muchos. Hay radios que han
acumulado rutinas». No es que nos haga falta más de un hervor, es que por
momentos nos abrazó la rutina.
Todo
este desaliento puede ser la resultante de «la migración a la tv, el exceso de
competencia que nos ha vuelto incompetentes, los personales reducidos, los
apremios económicos y la carrera del día a día» dice José Ignacio.
Tathiana
Sánchez, Coordinadora de Programación de la emisora Javeriana Estéreo en Bogotá
soltó este párrafo. «Aunque las personas sean diferentes, las ideas en
producción son comunes. El Arte sonoro está olvidado porque los realizadores
subestiman a los oyentes, piensan que a ellos les gusta siempre lo mismo».
¿Oyentes, igual a obedientes?
Sin
duda, en la región aparece un descontento que en el texto sonoro se va
cocinando bajo un fuego que nos ancla en el esquema piramidal de la producción
segura. De la movilización de la caja registradora. Hay una hibrides que hace
que por momentos la radio suene desabrida, desheredada de creatividad. Para
José Ignacio «Hemos erosionado la creatividad, nos hemos olvidado del lenguaje
radiofónico. Hemos castrado riquezas del lenguaje radial. Los profesores nos
hemos quedado con recetas y menos fantasía».
El
lado más alentador de géneros y formatos en radio podría correr por cuenta de
las radios latinoamericanas que ensayan, que viven en la cotidianidad del
rompimiento piramidal conocido de producción. Radios distintas, bonitas,
coquetas, incidentes.
Tathiana
Sánchez «La radio universitaria está abierta, es un espacio de experimentación.
Radio para aprender, probar, hacer pedagogía».
Gastón.
«Es una época en la región de cruces, hibrideces, búsqueda experimental.
Monstruos sonoros, producciones de sentido, marcos enunciativos. Muchas veces
creamos porque carecemos. Ahí hay una fuerza, un nacimiento. Un impulso. No
necesariamente tener el conocimiento. La falta de prejuicios nos hace libres.
La búsqueda debe llevar a un espacio identitario, paradas, capturas».
Qué
paradoja, matamos porque otro mata, gritamos porque otro grita, locutamos como
otro locuta. Producimos como los demás producen.
Experiencias
El
programa de cuentos de la Radio del EZLN (México), sin duda una buena idea para
nuestras radios pero bueno, a veces no es tan fácil hacer estos programas pues
muchas de nuestras emisoras están ocupadas haciendo campañas para comprar el
aire acondicionado de la cabina. Nos alejamos de la programación. México cuenta
con casi mil setecientas emisoras clasificadas en concesionadas y permisionadas
pero habrá que admitir que hay otras tantas que no son ni lo uno ni lo otro
pero algunas resultan más creativas que muchas «legales» juntas.
Los
riesgos creativos de las llamadas radios piratas en Guatemala nos recuerdan
formatos que dan voz a personajes u objetos. Habla la banca del parque
principal y denuncia. También tiene voz la bolsa de la limosna, el bobo del
barrio. En Guatemala pueden haber más emisoras «a-legales» que legalizadas,
pero, ¿quién le quita el poder a los ciudadanos que tienen tanto que decir
desde el dial? La creatividad se desborda pese a que muchos colegas no han
pasado por la universidad, el colegio o la escuela.
Una
de las radios más lindas de Centroamérica es Radio Progreso (Honduras). Creativa,
arriesgada. La emisora está alineada y toma partido por los pobres. Radio
Progreso produce un informativo lleno de humor. «Lastiman» a los poderosos del
país. Los habitantes de la región se divierten tanto con el formato de «Noti
Ya» que muchos oyentes compran los discos compactos de los programas que se
venden en las calles de la ciudad.
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