Esta victoria era esperada por todos y cada uno de los verdaderos hinchas del equipo auriverde, los hinchas del Junior también querían ganar para sacarse ese clavo que tenían incrustado en lo más hondo de su ser luego del 0-3 del Metropolitano.

Los jugadores comprendieron que este triunfo mitigaba de alguna manera la cruel decepción que empezamos a recibir precisamente luego de ese sonoro triunfo ante el equipo tiburón, la suerte del equipo cartagenero casi que está echada pero este resultado dejó un gustito dulce que de cierta forma suaviza el amargo de esta casi eliminación en que nos han dejado los muchachos a los que tanto se ha apoyado.

Los hinchas siempre nos aferramos a la más mínima y remota posibilidad pero no se justifica que luego de tenerlo todo para estar tranquilos, terminemos «pariendo» y dependiendo de otros, eso no es serio y toca decirlo para que si cualquier integrante del equipo lee estas líneas, se de cuenta que a pesar de esta victoria y de la pequeña esperanza con la que aun se cuenta, la afición sigue dolida y eso dolor no se cura ni con toda el árnica del mundo.

El partido tenía todos los ribetes y el morbo para constituirse en un juego interesante y aunque pudo ser mejor, la cautela con la que ambos equipos disputaron este encuentro le restó un poco de brillo pero le sumó en suspenso y expectativa manteniendo en vilo a los parciales de ambas escuadras hasta el pitazo final.

La expulsión de Jorge Casanova al minuto 37 del primer tiempo, seria una de las situaciones de juego que marcaría el rumbo del cotejo, siendo sinceros Junior propuso mas pero Real Cartagena fue más efectivo y capitalizó el costoso error del arquero Didier Muñoz.

 Henao, William Arboleda y Lucho Iriarte fueron figuras destacadas en el onceno heroico y la defensa del Real se comportó muy bien y supo conjurar las situaciones de peligro en esos momentos en los cuales fue exigida por parte de los atacantes ñeros.

La falta de Didier Muñoz en contra de Néstor Salazar, desequilibró el resultado y le devuelve un poco de vida a un Real Cartagena que lucía moribundo, la respiración sigue siendo dificultosa y el golero sigue en la cabecera de la cama pero todavía queda una pequeñita luz que aunque muy tenue, alumbra el final de ese túnel sombrío en el que el equipo se fue metiendo desde la décima fecha de este corto e interesante torneo.

Mañana temprano las calculadoras volverán a hacer su aparición, yo pienso que ya es un poco tarde para hacer operaciones matemáticas y es triste decirlo porque Real Cartagena tuvo todo para clasificar de manera holgada y contundente y paradójicamente perdimos nuestro pase a la final en nuestra propia casa y con rivales ganables, dejamos también de conseguir puntos por fuera gracias a la falta de concentración, de jerarquía y de madurez de algunos de los dirigidos por Hubert Bodhert, quien también tuvo su cuota de responsabilidad en lo que ha pasado.

En la tarde de ayer domingo el cambio de Chamorro por Iriarte dejó un mal sabor y un tufillo a «contentillo» por las reiteradas ocasiones en que la afición pidió sin ser oída, al jugador antioqueño, muchos de los aficionados no desperdiciaron la oportunidad para hacerle saber su descontento al estratega cartagenero_de muy mala manera diría yo_pero como siempre lo he dicho, el monstruo de las mil cabezas es bastante impredecible y tiene diferentes formas de mostrar su malestar.

Lo verdaderamente lamentable de todo esto es la manera como nuestros representantes dilapidaron la gloria y por ahí derecho le cercenaron la alegría, la ilusión y las ganas de soñar a una hinchada ávida de triunfos, la victoria ante Junior demuestra que teníamos material para llegar más lejos pero también demuestra que algo falla al interior del equipo y en las mentes de nuestros jugadores que los hace dar patadas con facilidad a una lonchera que si ellos quisieran permanecería rebozante de éxitos y de oportunidades para ellos y para sus familias.

La Madre, en el día de las madres el Real Cartagena le ganó al Junior y muchos hinchas barranquilleros salieron del estadio corriéndoles la vieja a los jugadores de su equipo, por lo visto no será la última vez que lo hagan y parece ser que cuando la derrota es ante Real las pobres matronas sufren un poco más que si la perdida es contra cualquier otro equipo . ¿ Por qué será esa vaina ?

ROBERTO BENITEZ, a tono con la celebración nos deja sus reflexiones:

 PAPÁ LES FALLÓ A LAS MAMÁS…

 Por ROBEGA

Con un agradable marco de público de hinchadas parejas de los dos equipos se cumplió el clásico número 35 entre REAL CARTAGENA y Atlético Junior; en ésta oportunidad nuevamente la victoria se dio para nuestro «heroico equipo amado», que con la victoria apacigua un poco el amargo sabor de lo que pudo ser y no fue…

El partido en términos generales no fue el «clásico de futbol» que muchos esperábamos, porque aunque se vieron una que otra buena jugada, era claro que la orden táctica de Atlético Junior era no arriesgarse en ataque por conservar orden y control en su defensa, pero desafortunadamente el característico juego violento de algunos de sus jugadores volvieron a desequilibrar en su contra como en el partido pasado, el número de jugadores en el terreno de juego.

Sin embargo, las opciones más claras de gol en el partido estuvieron a favor del «cuadro tiburón», que en algunas oportunidades no supieron resolver sus atacantes y en otras encontraron a un señor arquero que se atravesó en sus intereses. La buena conducción arbitral fue determinante en el control del juego, ya que supo sortear con éxito, los retos que le presentó el partido, tanto así que al final el comportamiento del público, muy poco tuvo para reprocharle.

La situación para los equipos de la costa queda seriamente comprometida para estar en la semifinal del FPC, y Atlético Junior entra a depender de los resultados de otros partidos, mientras que nuestro equipo amado «pende de un hilo», lo que sería su «milagrosa» clasificación.

Aquí les presento mi opinión, de la actuación de nuestros jugadores…

Juan Carlos Henao: Su sola presencia transmite confianza a sus compañeros, y preocupación a los rivales…

Alexander Anaya: Uno de los favorecidos con la expulsión del jugador de Junior, porque como consecuencia Umaña le quitó un problema de encima al sacar a Víctor Cortes.

Emmanuel Acosta: Por lo general salió airoso en su tarea, aunque cuando entró Bacca lo complicó un poco.

Rafael Pérez: Que gran central tiene el REAL en éste muchacho, sin duda de los mejores en su puesto en el actual torneo.

Giovanni García: Ha mejorado notablemente su comportamiento defensivo, controla magistralmente el balón, pero últimamente sus centros al área no encuentran su mejor destino.

Luis Sierra: Como siempre dueño de su área y conversando muy bien con el balón, en ésta oportunidad, nuevamente se atrevió de media distancia.

Mauricio Arquez: Leve mejoría, sabemos que tiene muchísimo más…

Luis Fernando Iriarte: Fue figura en el primer tiempo, en el segundo era protagonista y vital por su desequilibrio al enfrentar una defensa en gran parte tarjeteada, pero su técnico inexplicablemente lo sacó cuando recién acababa de hacer una de las jugadas del partido, al eliminar cuatro adversarios por todo el centro del área juniorista.

William Arboleda: Impuso su capacidad y talento por encima del «juego sucio» de sus marcadores.

Edward Jiménez: Con él los defensas rivales no se la ganan fácil, aunque no le salgan las cosas, jode y jode de principio a fin…

Milton Rodríguez: Insípida despedida…

Néstor Salazar: Jugador ejemplo para sus jóvenes compañeros, corre como juvenil, aplica su experiencia y se compromete con la causa.

Emerson Chamorro: Hubert Bodhert les dio gusto a los que lo querían volver a ver pero no trascendió.

Mario Tapias: Entró a colaborar en el control del juego por el sector derecho y en gran parte lo logró.

Hubert Bodhert: La tribuna replicó fuertemente la decisión de cambiar a Luis Iriarte, afortunadamente el partido se ganó y el asunto quedó ahí…

De Junior pienso lo siguiente: No me explico porque un técnico con una nómina como ésta no sea capaz de más, jugándose tan importantes objetivos; no me explico porque Junior todavía no tenga una idea de juego definida; no me explico porque tenga una propuesta tan pobre y amarrete; no me explico porque mantenga en el campo jugando a un «antisocial del futbol» como lo es ése Casanova; sinceramente no me explico…

 

VICTOR MISOL, ve una luz al final del túnel

SE ABRE UNA PEQUEÑA LUZ ANTE TANTA OSCURIDAD

Real Cartagena derrotó por la minima diferencia a Junior

Es fundamental resaltar el animo y las emociones de este clásico joven que se forja poco a poco en la costa caribe, muchos sin sabores, emociones, apuestas, llanto, alegría, alborotos, en fin todo lo que poco a poco le hace cobrar fuerza a este partido que aunque para muchos no es un clásico, con sus características a medida que pasan los juegos toma nombre de ello, lejos del morbo que generó el juego del domingo, el resaltable el triunfo del equipo, que desde hace mucho tiempo no se le veía guerrear con toda el alma para ganar un juego, algunos dirán; ¡ A buena hora se vino a ganar¡ pero de verdad para todos es mejor un triunfo que otra derrota mas, como dijeron mis amigos, «este juego pagó el abono del torneo», sin contar con que este triunfo le abre una pequeña luz al equipo, si bien es cierto es colérico pensar que son solo tres puntos de todos los que se perdieron, los que hoy día tendrían al equipo con grandes posibilidades de clasificar, es un punto de análisis y de estudio por parte de la directiva y cuerpo técnico que deben corregir los puntos negativos que llevaron al equipo a flaquear en el momento menos indicado, las cuentas son claras y no hay que repetir lo que ya todos saben que no gane Junior, etc.

Mas allá de lo que se logre en este torneo, hay que ganar el ultimo juego, mas por honor que por cualquier otra cosa, para tratar de borrar un poco el sin sabor que todos los hinchas cartageneros tienen luego de ver como el equipo se vino abajo de un momento a otro, creo que a Cúcuta se le puede ganar, para nadie es un enigma que los rojinegros no tienen un buen presente y no se juegan nada, así que Cartagena puede aprovechar esto y salir por los tres puntos a la frontera eso debe estar en la cabeza de los muchachos sin importar marcadores ni nada, crearles una presión extra lo que haría seria complicar el tramite del juego, si en su momento los radios dicen que Cartagena puede entrar si hace esto o aquello, si se puede pensar en algo, pero primero lo primero concentrarse en el triunfo que es lo que llevaría a aspirar a algo, más que todo es importante dar una felicitación a la hinchada que pese a todo se mantuvo fuerte con el equipo y aun en los momentos negros que se vivieron, con gritos y madrazos estuvieron ahí, acompañando y poniendo alma, vida y corazón, de aquí en adelante solo rezos y ruegos quedan para todos los que aun conservan en su mente la gran esperanza de clasificar, entonces en estos momentos es donde todos quieren ver al altísimo con la camiseta auriverde puesta.

 Víctor Misol Gómez

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Estadio: Jaime Morón

Árbitro: Hector J. Parra – Valle Asistente No 1: Eduardo Diaz – C/Marca Asistente No 2: Luzmila Gonzalez – Santander Cuarto árbitro: Juan C. Gamarra – Bolívar

Real Cartagena: Juan Carlos Henao; Alex Anaya, Rafael Pérez, Emanuel Acosta, Giovanni García; Luis Sierra, Mauricio Arquez, Luis Iriarte y William Arboleda; Milton Rodríguez y Edwards Jiménez. DT: Hubert Boderth.

Cambios: Néstor Salazar por Rodríguez (54′), Emerson Chamorro por Iriarte (64′) y Mario Tapias por Arquez (75′) Amonestados: Sierra (16′), Jiménez (21′), Pérez (66′), Arquez (72′), Salazar (90′) Expulsados: No hubo Goles: Salazar (85′)

Junior: Didier Muñoz; Hayder Palacios, Román Torres, John Valencia y César Fawcett; Jorge Casanova, Jossymar Gómez, Vladimir Hernández y Giovanni Hernández; Víctor Cortés y Martín Arzuaga. DT: Diego Umaña.

Cambios: Alexander Jaramillo por Cortés (45′), Luis Carlos Ruiz por v. Hernández (46′) y Carlos Bacca por Arzuaga (60′) Amonestados: Gómez (12′), Cortés (28′), Casanova (36′), Muñoz (84′) Expulsados: Casanova (37′) Goles: No hizo

Hubo disturbios por parte de las barras.

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