Definitivamente el tema de moda es el mundial y mientras se esté desarrollando las noticias sobre el Real Cartagena seran bastante escasas, en todo caso de acuerdo con medios de prensa argentinos supimos que el equipo San Martín de San Juan, dirigido por Daniel Garnero, inscribió en forma cablegráfica al volante cartagenero José Najera, al igual que a Martin Arzuaga y Jairo Castillo, en los próximos días se sabrá si el 10 del Real se queda en el plantel gaucho, nosotros estaremos tras la pista de esta noticia que por ahora es la única novedad de este Real Cartagena del segundo semestre que sigue entrenando en la ciudad heroica a ordenes del profesor Hubert Bodhert, a quien saludamos en el estadio durante el descanso del partido Inglaterra vs México .

 

A propósito del mundial, en Cartagena no hemos visto buen fútbol ya que los partidos que se han disputado han sido verdaderos fiascos, salvándose apenas el segundo tiempo del juego entre Egipto y Austria , lo demás ha sido como para ponerse a llorar y si lo deportivo ha sido malo, peor ha sido ver como los señores de la FIFA literalmente estan esquilmando a los aficionados en complicidad con los concesionarios de los puestos de ventas de comidas que se encuentran en el Jaime Morón, los elevados precios de las comidas y bebidas están por los cielos y han motivado la inconformidad entre los asistentes al evento deportivo que están presenciando y soportando esta especie de  «atraco» y la pésima atención que se viene brindando.

Comida de dudosa calidad, pocas personas para despachar los pedidos, falta de insumos tan elementales como hielo y vasos (en el tema de las gaseosas) y sobre todo exorbitantes precios conforman el amplio rosario de quejas de los «estafados» aficionados que asisten a este evento.

Sabroso así para la gente de la Fifa y compañía , si los aficionados no van a los estadios se quejan porque no hay apoyo a los espectáculos ni sentido de pertenencia, pero cuando el publico acude en masa  «lo clavan»  imponiendo precios estratosféricos por productos que ni siquiera venden completos como ocurre con las gaseosas que la mitad del vaso es hielo (cuando hay hielo) o por un grasiento chuzo o una arepa de huevo fría.

Ni que decir de la atención, tanto tiempo preparando el mundial y resulta que a uno de los patrocinadores principales (Coca-Cola) se le olvidó proveer a los puestos de ventas de algo tan elemental como son los dispensadores del liquido y nos encontramos entonces con el hecho de que los vendedores despachan la bebida directamente de los botellones… Nojoda no hay derecho.

Bueno conmigo se jodieron porque para el doblete me llevé mi par de sándwich de jamón con queso y una inmensa bolsa de crispetas, pero al aficionado desprevenido le tocó comprar gaseosa a precio de Old Pard , chuzos a precio de churrasco y arepas de huevo a precio de caviar .

Y mientras al interior del estadio los vendedores hacian su agosto, en las afueras  detras de unas  laminas de zinc y de una manera totalmente antiestética  ordenaron encerrar los quioscos de Margarita y la otra señora para evitar que vendieran sus productos … Cosas que sólo ocurren en esta ciudad sin Ley  ni control.

Este video que fue publicado inicialmente por la pagina web del diario EL UNIVERSAL, refleja un poco la preocupante situación que se ha visto y que tendremos que aguantar durante los próximos dos partidos que restan en esta ciudad.

(Tomado del canal de Youtube nelson7323).

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Hoy Siete de Agosto de 2011 se cumplen exactamente 20 años de haber rodado el balón en el estadio Pedro de Heredia en los pies de los jugadores de UNION LA CARTAGENERA, es por esto que reproduzco mi nota sobre el tema.

 El año 1971 fue muy especial para el balompié cartagenero, en enero de ese año el Atlético Bucaramanga llegó a la ciudad con el aval de la Dimayor y tomó el nombre de Real Cartagena, iniciando la primera etapa futbolística para nuestra ciudad, periodo que fue bastante efímero.

Pasaron 20 años de gran abandono para el estadio Pedro de Heredia y en el segundo semestre del año 1991, arribó la alegría del fútbol al corralito de piedra de la mano o mejor, en los pies de un puñado de jugadores que conformaban el equipo Unión Magdalena, que ante las paupérrimas taquillas que se recogían en el estadio Eduardo Santos de Santa Marta, motivados por el abandono de sus hinchas decidieron pedir «asilo» en diferentes ciudades del país, enhorabuena recibieron el espaldarazo de la administración de Nicolás Curi, alcalde mayor de Cartagena, para esas calendas y de un grupo de empresarios cartageneros que vieron en el desamparo del equipo samario la oportunidad propicia para traer un espectáculo diferente y novedoso para la ciudad heroica que en esos tiempos vivía la efervescencia del béisbol y del boxeo, deportes que mandaban la parada en el gusto de los aficionados locales.

  

El primer partido disputado en Cartagena por parte del equipo samario estuvo precedido de mucha expectativa, el rival, el encopetado Millonarios de la capital de la Republica, equipo de los caros afectos de muchos aficionados al fútbol en nuestra ciudad ya que en sus filas habían militado en años anteriores Jaime Morón León, máximo estandarte del fútbol bolivarense y Adolfo Téllez, un defensa de Magangué que salió de una escuela que Los Millonarios instaló en nuestra ciudad en los años 80,s.

Eduardo Dávila Armenta, los directivos del equipo y las autoridades distritales habían tenido en los días previos a la llegada del equipo a Cartagena un verdadero «cabezazo» que contribuyó a crear mayor sentido de pertenencia por el equipo. Decidieron «rebautizar» el club con el particular nombre de «Unión Lotería La Cartagenera» ya que sería patrocinado en su mayor parte por una lotería creada por el Congreso de La Republica mediante la Ley 89 de 1989 especial para el Distrito Turístico y Cultural de Cartagena de Indias, que era una especie de Sorteo Extraordinario que jugaba dos veces en el año y cuyo producido debía utilizarse para la Salud y el saneamiento de la ciudad, esa lotería se proyectó por un periodo de diez años pero desapareció prontamente y muchos de los dineros recaudados tomaron otros rumbos como suele ocurrir con muchas de las cosas de esta ciudad heroica, pero eso es otra historia, el caso es que el nombre le gustó a la afición que a partir del bautizo decidió abreviar el nombre quedando en consecuencia el equipo con el apelativo de «UNION LA CARTAGENERA» mote con el cual sería llamado durante toda su permanencia en nuestra ciudad.

El equipo arribó un 6 de agosto y fue recibido en la entrada del hotel por múltiple fanáticos que coreaban el nombre del visitante a todo pulmón haciéndolo sentir en su casa.

El feliz retorno del balompié al destartalado estadio Pedro de Heredia, se dio en el marco del llamado torneo finalización y ocurrió un miércoles 7 de Agosto de 1991 a las 2:30 de la tarde, media hora antes de que se disputara el resto de la fecha del fútbol profesional colombiano, la razón, en el estadio no existía alumbrado artificial y se hacía necesario iniciar a esa hora para que el juego terminara en un horario en el cual hubiese «luz natural» y pudiera verse rodar el balón.

El equipo «cartagenero» dirigido por el argentino DANIEL SILGUERO, formó en aquella ocasión de la siguiente manera: En el arco, JORGE RAYO TENORIO, la defensa estaba conformada por FLAMINIO RIVAS, ROBERTO GRANADOS, ASPRILLA, JAIRO AMPUDIA y ALVARO APONTE, en el medio campo el argentino MARCELO IBAÑEZ, OMAR PEREZ y GUILLERMO «EFECTIVIDAD» SERRANO y en el frente de ataque HECTOR RAMON «RAMBO» SOSSA y TEDY OROZCO.

Millonarios alineó en ese histórico juego a OSCAR CORDOBA, GARCIA, CUESTA, CONDE y GALEANO; DIAZ, COLL, RAMOA y SACHY ESCOBAR; ABONÍA Y GALEANO.

El lleno fue impresionante, unas 15 mil personas se apretujaron en las graderías de sombra y otras 5 mil se calcula que se ubicaron como pudieron en los montículos que en ese momento hacían las veces de las gradas de sol, otras dos mil personas arriesgaron su vida montándose en la corona de la Plaza de Toros.

El sobrecupo fue evidente y gracias a Dios no se presentaron disturbios ya que cientos de fanáticos se quedaron con la boleta en la mano, la gente se acomodó como pudo en los lugares altos y muchos tuvieron que irse para sus casas sin poder ver el encuentro y con un mal sabor de boca debido a la pésima organización y al mal manejo dado por las autoridades y el cuerpo de policías que desde esas épocas han demostrado su ineptitud en el manejo del ingreso de los aficionados.

No faltaron los sapos y los colados, no faltaron tampoco los «faranduleros» que sólo van a esos espectáculos para darse su pantallazo, en fin, hubo de todo en un partido que no fue «la maravilla china» y cuyo resultado fue un empate 1-1 con anotaciones de ALVARO APONTE, al minuto 35 por parte del equipo «de casa» luego de concretar un tiro penal por falta que se le cometería en el área al escurridizo TEDY OROZCO.

El gol de la paridad fue obra de Santiago «Sachy» Escobar que capitalizó de golpe de cabeza un centro de León.

La llegada del Unión La Cartagenera fue un suceso y dio para todo, los que eran narradores y comentaristas de béisbol se convirtieron como por arte de magia en «profundos» conocedores del fútbol, Radio Vigia de Todelar dio una verdadera estocada que se reflejó en sintonía al presentar en su grupo al Gran SERGIO RAMIREZ GARCIA «EL MUNDIALISTA» , para mi gusto el mejor narrador del fútbol que ha tenido este país y quien vino a convertir su narración en una especie de oasis ante la mediocridad de los del patio.

 

Su narración inundó de fútbol las tribunas del Pedro de Heredia y era un deleite escuchar el inimitable «Se metiooooooo…..Golazoooooooooo……….Goooooollllllll de Unióoooonnnnnn La Cartageneraaaaaaaaaa….goooooooollllll de Rambo Sossa, Camisa 9… Camisa 9, Rambo Sossa » cuando el argentino anotaba un gol .

 

 

En fin, el primer partido fue una apoteosis total, posteriormente vendría el primer «clásico costeño» de esta nueva etapa, Junior claudicaría 2-1, Oscar Alberto Denis y Jairo Ampudia, anotaría para el local, y sobre el final del partido Ivan René Iván Valenciano, convertiría el descuento.

Los equipos formaron de la siguiente manera: Unión La Cartagenera: Rayo; Rivas, Aponte, Asprilla y Ampudia; Denis, Serrano (Valderrama), Granados e Ibáñez; Sosa y Orozco (Duque) y Junior: Pazo; Briasco, Martínez, Pinillos y Cuero; Pacheco (Calero), Grau, Castell (Méndez) y Ferreira; Valenciano y Díaz.

Luego vendría un itinerario triunfal del Unión la Cartagenera en el gramado del Pedro de Heredia que se convertiría en su fortín, por allí caerían derrotados el América de Cali, que perdió 2-0 en un lleno hasta las banderas para ver al campeón del fútbol Colombiano que llevaría toda su tropilla para claudicar ante el poderío goleador de Héctor Ramón Sosa y su corte, en ese partido el «Rambo» argentino anotó las dos dianas .

Posteriormente Unión La Cartagenera derrotó 2-0 a Atlético Bucaramanga, los goles como cosa rara, fueron obra de Héctor Ramón Sosa, que ya para ese momento era el ídolo de la afición cartagenera.

Los nombres de los argentinos Marcelo Ibáñez y Carlos Alberto Dennis y los nacionales Guillermo Serrano, Flaminio Rivas, Tedy Orozco, Jairo Ampudia, Eugenes Cuadrado, Guillermo Serrano, Roberto Granados y Álvaro Aponte ya empezaban a hacerse familiares para los contentos hinchas que no cambiaban por nada.

 

Y la seguidilla de victorias continuaba, Cúcuta Deportivo caería 2-1 con goles de Leonardo Huertas y Tedy Orozco, por la visita descontaría James Rodríguez . Y

 Pereira caería 2-0 en el carnaval de derrotas de los equipos visitantes, para llegar al partido esperado con Atlético Nacional, juego este donde la gente se enloqueció y el sobrecupo alcanzó casi los 20 mil espectadores obligando a las autoridades a establecer restricciones para evitar riesgos de desastres.

El partido quedó 1-1 los goles fueron convertidos por Rubén Darío Hernández por parte de los verdes de la montaña que en esa oportunidad jugó totalmente vestido de blanco y que contaba en sus filas con una promisoria figura llamado Faustino Asprilla, el gol del Unión fue obra de Guillermo «efectividad» Serrano.

 

Para el juego ante Deportes Tolima se establecería como aforo el de 17.000 espectadores, prácticamente el aforo que tiene hoy el remozado Jaime Morón León, no sabemos como se acomodaban y mucho menos como hicieron Nicolás Curí y sus colaboradores para determinar que en sombra podían asistir 9 mil espectadores y en los promontorios de sol 8 mil, el caso es que se timbraron 17 mil entradas y el papel se agotó en menos de lo que canta un gallo. Los goles del Unión fueron convertidos por Ronald Valderrama, Tedy Orozco y el infaltable Héctor Ramón Sossa Petersen, el gol del Tolima lo haría Jeremías Ibarguen .

El Deportivo Cali también sería victima del sorprendente Unión La Cartagenera que marchaba invicto en su calido reducto, 2-0 sería el marcador de ese partido y los goles serían anotados por Flaminio Rivas y el Rambo Sossa.

Llegaría a la ciudad el Deportivo Independiente Medellín que contaba entre sus unidades al rubio Carlos Valderrama, el partido quedó igualado 0-0 pero la gente se fue contenta porque pudo observar al talentoso samario enfrentando al equipo de su tierra que ahora era el equipo de «nuestra tierra».

 

Posteriormente vendría el equipo Once Phillips con el que se igualaría 1-1 el gol del Unión fue anotado por Omar Pérez y luego llegaría un vibrante partido entre Santa Fe y el cuadro Unión La Cartagenera el partido quedó igualado 3-3 y esta seguidilla de empates puso a tambalear al equipo que aunque marchaba invicto, estaba dejando escapar valiosas unidades que al final le harían mucha falta para poder ingresar al grupo de los ocho finalistas del rentado Colombiano.

Vendría entonces la primera y única derrota ante deportes Quindío 1-2 y luego el equipo Unión La Cartagenera conseguiría una abultada victoria 5-1 ante el Sporting de Barranquilla, los goles del equipo que defendía los colores de la ciudad heroica serían anotados por Ronald Valderrama, Dennis, Sossa y Leonardo Huertas, que en una tarde inspirada convertiría dos anotaciones, el gol de la honrilla barranquillera lo haría Hernando Mercado, quien posteriormente jugaría para el Real Cartagena.

Aunque la campaña en general fue buena, no le alcanzó para clasificar y al final quedaría ubicado en el lugar noveno de la reclasificación con 42 puntos muchos de los cuales fueron conseguidos en el gramado del Pedro de Heredia y gracias al apoyo de la naciente hinchada.

El equipo tuvo una inyección económica importante ya que se recaudaron excelentes taquillas aunque a decir verdad al Unión la Cartagenera le sucedió algo parecido a lo que le ocurrió al Real Cartagena, cuando el semestre anterior debió afrontar el torneo en la ciudad de Magangué, resulta que los jugadores del Unión vivían y entrenaban en Santa Marta y disputaban los partidos en la ciudad de Cartagena.

 

Con Unión La Cartagenera vimos por primera vez en el estadio a un particular hincha, WILSON TAPIAS, el hombre portador de la singular «Bomba Exterminadora de rivales contrarios» que hoy se ha convertido en una insignia del Real Cartagena.

También el gran PANTI, tuvo oportunidad de «sacarle punta» al asunto.

Tiempos hermosos que despertaron una llama que se encontraba escondida en lo más recóndito del corazón de los cartageneros.

Dialogamos con CESAR AUGUSTO CORBACHO, quien fungía como Jefe de Prensa del equipo en esa oportunidad y esto nos dijo:

 

La experiencia fue importante y mostró a una afición ávida de fútbol, eso motivó que otros equipos presentaran su propuesta para ser acogidos por la ciudad amurallada, uno de esos fue el Sporting de Barranquilla, que ofreció la venta de la ficha que lo hacía miembro de la División Mayor del Fútbol Colombiano, el Unión Magdalena por su parte, ofrecía en arriendo el equipo por un termino de dos años.

El alcalde Nicolás Curí, los empresarios y asesores de la época se inclinaron por la opción de Sporting como la más favorable a la afición cartagenera y fue así como en el año 1992 el equipo Sporting de Barranquilla participaría en el rentado colombiano con el nombre de Real Cartagena, lamentablemente los manejos que se le dieron no fueron los mejores y ese mismo año el equipo se iría al descenso pero esa es otra historia que si Dios nos da vida y salud prometemos contársela en otra oportunidad con pelos y señales.

El tema es que el 7 de agosto mientras nos encontremos en pleno mundial sub 20 estaremos también celebrando que hace 20 años retornó el fútbol profesional a la ciudad de Cartagena de la mano de un equipo que le brindó más satisfacciones que tristezas a una ciudad que tenía sed de fútbol.

 

Definitivamente «20 años no es nada» .

 

(las imagenes que acompañan este escrito fueron tomadas de ediciones del diario EL UNIVERSAL DE CARTAGENA año 1991).

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El Amigo AROLDO MONDOL y un grupo de estudiantes de Comunicación Social de la Universidad de Cartagena nos presenta su visión del Mundial Sub 20.