No nos digamos mentiras, desde que iniciamos empezamos mal, de tantos conquistadores que llegaron al «nuevo mundo» nos tocó el más «mierdita» (García Márquez utiliza estas palabras y se ganó un nobel), resulta que Pedro de Heredia era un completo bellaco, «amigo de juergas y pendencias» dicen sus historiadores y trompeador hasta el punto que no le daba «culillo» enfrentarse a seis tipos y darse en la jeta con estos «hideputas» quienes en un descuido le cortaron la nariz.

 

Pero el hombre además de peleonero era rencoroso y hasta razón tenía porque luego de ese lance «los más afamados cirujanos» trataron de recomponerle la «ñata» pero que va, aunque intentaron «formarle la facción nueva con el molledo de su propio brazo» , el injerto quedó un poco defectuoso y al ¿buen? Pedro, le tocó luego de más de dos meses de quietud salir con su nuevo «galón» a dar la cara y a convidar a pelear a todos aquellos que empezaron a llamarle «El Desnarigado» .

Adicional a eso, el hombre quedó con un defecto de pronunciación y fue el responsable de cambiar más de un apellido porque por ejemplo, a un colaborador suyo de nombre Ramiro Rubiaro, Pello en su ñatera le decía Rubiano y así patentó este nuevo apellido en la Nueva Granada.

 En todo caso, la «mochada» de nariz no se quedó así y Pedro se desquitó «y no bien pudo salir de su aposento» buscó a los manes que le volaron media ñata y logró poner a «chupar gladiolo» a tres de los faltones.

Una vez consumada esta orgia de sangre y moco le tocó tomar las de Villadiego y dejó mujer e hijos y se embarcó para el Nuevo Mundo con tan mala suerte para los Indios que se presentó por estas tierras y dicen las malas lenguas que un 1 de Junio de 1533 fundó la que hoy se conoce como Cartagena de Indias.

Aunque la vaina no fue tan sencilla, Pello era guapo de Verdad y bastante traicionero y aquí contó con la colaboración de una indicita bajetona y hasta maluquita que se encontró por Santo Domingo a donde había llegado luego de ser raptada por Diego de Nicuesa, dicen que cuando Catalina tenía como 14 años y todavía inspiraba un mal pensamiento, después pasó por varias manos siendo algo así como la «Dania» de la época hasta llegar a manos de Heredia el que la usó como «india lengua» o «India Traductora» que es el eufemismo que se usa para esconder que Catalina y otro indios «hijuemichicas» ayudaron al Ñato Pello a que a punta de «espejillos, bonetes encarnados, cascabeles, peines, navajas, tijeras y otras baratijas europeas» engañaran a los demás nativos y jodieran a nuestros antepasados instalándose definitivamente en estas tierras luego de arrasar y exterminar a muchos guerreros «Kalamarys».

Dentro de los indios traidores se dice que hubo dos bastante «sapos» llamados Bahaire y Carón .

 De los Bahaire creo que todavía queda alguno por allí y Carones si que hay bastantes en esta «Villa de Pedro». Como ven empezamos mal y seguimos peor, Pedro de Heredia pintó lo que iba a ser esto, una completa historia de bellaquería y saqueo adobada con juerga y pendencia como le gustaba a Pello.

Adicional a esto, siguen las traiciones y la sapería, siguen la lamboneria y los golpes por la espalda, sigue el berroche, sigue la injusticia, sigue la inequidad, continua la repartición del oro y la plata para los poderosos y las baratijas y los espejitos para los más «marranos».

Ahora el engaño se da en las urnas y los bonetes, los peines y las tijeras se convirtieron en ron, camisetas, bolsas de cemento y planchas de eternit, pero que caray mientras haya música y trago nos seguimos conformando y nuestra ciudad seguirá el mismo ritmo que ha llevado desde hace 479 años.

FELIZ CUMPLEAÑOS CARTAGENA, sigue siendo bella y sigue soportando porque eres tan heroica que aunque muchos han querido no han podido doblegarte aunque han estado a poquito de lograrlo pero como dicen por allí «No ha de ser dichoso el joven, sino el viejo que ha vivido una hermosa vida» y tu mi amada ciudad has vivido una hermosa vida aunque llena de necesidades, de obstáculos y no nos digamos mentiras, de malos hijos y de «Hideputas» como le diría Pello de Heredía, a los que le arrebataron Media Nariz y por ahí derecho lo hicieron venirse «chonteado» para estos lares.

 

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