La deuda financiera tiene dos caras: aquella que ayuda impulsar los resultados financieros y al mismo tiempo es quizás la primera responsable de quiebras e insolvencias empresariales en el mundo. Solo en Colombia se estima que este año cerca de 560 empresas serán aceptadas por la Superintendencia de Sociedades en un proceso concursal de reorganización empresarial. Esto supera en casi 40% a lo ocurrido durante el año anterior.

En palabras sencillas, la deuda tiene un costo llamado tasa de interés (i) que debe ser cancelado con la rentabilidad del negocio (n). Digamos entonces que mientras (n) sea mayor que (i) entonces el negocio será capaz de pagar al menos los intereses de sus deudas. En oposición cuando (n) sea menor que (i) entonces estamos en el escenario en que el negocio no puede pagar los intereses derivados de sus deudas.

Claramente existen otras fuentes de efectivo en la compañía (o que al menos pueden ser transformadas en efectivo rápidamente) y por tanto no es tan cierto que, si la rentabilidad del negocio se cae por debajo del costo de la deuda, se esté en una situación de insolvencia instantáneamente.

Lo que se deriva del modelo expuesto más arriba es bastante obvio: i) empresas que tienen mayores niveles de deuda en su balance y/o ii) pagan un costo de financiamiento más alto que sus pares, están en mayor riesgo de insolvencia.

El crecimiento en tasas de interés experimentado este último año en USA y las expectativas de crecimiento en tasas de interés (ahora bastante más moderada que hace dos meses) ha comenzado a preocupar a inversionistas. Por bastantes años muchas compañías se apalancaron (endeudaron) aprovechando tasas de tesorería cercanas al 0% y que ahora se acercan peligrosamente a niveles del 3%.

¿Qué hacer si su negocio está altamente endeudado?

Si bien cada caso es particular y por tanto debe ser analizado individualmente, si usted siente que su negocio perderá dinamismo durante los próximos meses y/o sus niveles de endeudamiento son muy altos, intente cambiarle el perfil de plazos a la deuda. Los bancos en general con algún tipo de garantía hipotecaria pueden otorgar créditos en plazos de 7+ años y a tasas más convenientes respecto de las que obtendrían en una operación de factoring por ejemplo o una línea de crédito.

Si bien esta es una recomendación bastante standard para problemas que pudiesen ser bastante más complejos, siempre es recomendable que consulte a un experto financiero con buena información en la mano. Al final del día si logra proteger su negocio, está haciendo lo correcto.