Turnaround Management es una rama en las áreas de la Administración y Gobierno Corporativo que examina las causas de una crisis empresarial y propone los cambios necesarios para corregir aquellos elementos o situaciones que la han provocado. En Estados Unidos es común ver consultores como “turnaround managers” al interior de empresas con algún grado de dificultad o administrando una situación de insolvencia. Su misión es tomar las medidas que permitan a la empresa salir de una crisis financiera y volver a ser rentable para sus accionistas.

Lo ideal es detectar tempranamente aquellas señales que podrían estar indicando un problema liquidez o entender los grandes drivers financieros en cash-flow proyectado que pudiesen apuntar a un problema que se viene encima. Si podemos diagnosticar una situación de riesgo de liquidez en la empresa de forma temprana, entonces es mucho más sencillo de tomar las medidas correctivas para evitar el colapso de pagos.

Un trabajo desde adentro

Es en este punto cuando la figura de un profesional externo, experimentado y especialista pasa a ser la solución del problema. Dependiendo del caso, el profesional externo en Turnaround toma temporalmente la posición del gerente financiero, del gerente de ventas, gerente general o eventualmente el presidente de la Junta. Actúa desde el interior de la empresa para corregir rápidamente los aspectos que están provocando la crisis.

Los acreedores financieros muchas veces presionan por la entrada de un profesional en Turnaround cuando experimentan continuos incumplimientos en los términos de los préstamos vigentes como condición para no acelerar los créditos y evitar así el inicio de un proceso de cobro ejecutivo. Otras veces es la misma Junta de Accionistas la que recomienda la contratación de un gerente general o presidente temporal para hacer frente a una situación financiera preocupante.

Ante el requerimiento de nuestros clientes o de algún acreedor por incorporar un especialista en Turnaround, nuestra banca de inversión se inclina por contratar a un profesional experimentado – muchas veces ya retirado –  para hacerse cargo de la situación. Se entiende que su función está cumplida una vez que la compañía vuelve a arrojar resultados en azul y se normalizan sus resultados financieros. En nuestra experiencia, en un gran porcentaje de los casos intervenidos por un especialista, la empresa es capaz de normalizar su operación después de unos meses.

Si usted o su empresa están viviendo una situación difícil, lo más aconsejable es contratar un tercero especialista que pueda diagnosticar, diseñar un plan de acción ad-hoc y liderar la implementación del mismo. Recuerde que el tiempo es el recurso más escaso cuando se trata de hacer frente a una crisis. Decida rápido y hágalo bien.

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