La acción de AVIANCA hoy martes 30/Noviembre se cotiza en COP 42.5 (cuarenta y dos coma cinco pesos). Muy por debajo de los COP 320 que llegó a valer la acción durante este año 2021. Esta abrupta caída en el precio de la acción es consecuencia de los términos del acuerdo de reestructura bajo Chapter 11.
El acuerdo entregó una opción a los prestamistas de nuevo financiamiento en Chapter 11 (llamado DIP financing) de convertir en acciones por un monto de USD 900 millones, además de una capitalización adicional equivalente a USD 200 millones por parte de los antiguos acreedores.
Con ello se produce la dilución del patrimonio de AVIANCA, con el correspondiente efecto en la caída de la acción. Por otro lado, los términos del acuerdo de reestructuración suelen privilegiar a los acreedores y castigar a los accionistas quienes ven esfumarse los futuros pagos de dividendos.
Por otra parte, hace unos pocos días se conoció el acuerdo de reestructuración de LATAM, el cual incorpora aumentos de capital y una opción de capitalización de acreencias por un monto cercano a los USD 10,500 millones. Las antiguas acciones solo representan un 0,1% del total de nuevas acciones. Una dilución muy grande para los antiguos accionistas que vieron caer el precio de la acción a CLP 270 al cierre de hoy, muy lejos de los CLP 2,125 por acción que llegó a alcanzar durante el año 2021.
La explicación a este fenómeno es sencilla: en un proceso de insolvencia bajo Chapter 11 (USA) o Ley 1116 (Colombia), las leyes privilegian el pago de las deudas o acreencias y castigan fuertemente a los accionistas. Los accionistas tienen un título de propiedad de la empresa concursada y por tanto son las primeras víctimas económicas de las caídas en valor de la empresa. Además, las acciones suelen ser entregadas en pago a acreedores y los pagos de dividendos a accionistas suelen quedar supeditados al pago de las acreencias en concurso.
La compra de acciones bajo estas circunstancias puede ser una decisión sumamente especulativa. Las acciones se emiten en series que tienen derechos diferentes tanto políticos como económicos y aquello es absolutamente necesario conocerlo para entender el valor intrínseco de la acción que se está adquiriendo. Los bruscos movimientos que se observan en los valores de estas dos acciones son meramente especulativos y en mi opinión por encima el valor económico real de las acciones antiguas en circulación.
En fin, una de las reglas de la insolvencia es que los primeros en asumir las pérdidas de valor económico de la empresa insolvente serán los actuales accionistas y después vendrán los acreedores en orden inverso de prelación. Duro pero cierto.