Si calificamos los tratamientos con células madre de controvertidos, quizás nos estemos quedando cortos. Estos avances médicos dividen a la opinión pública entre un sector que los considera beneficiosos y necesarios y otro que manifiesta no pocos prejuicios al respecto.
En cualquiera de los casos, estas células son catalogadas como una especie de “plastilina biológica” que, igual que hicieras en tu infancia con las coloridas barritas de este material, permitirían a la comunidad científica llevar a cabo sus particulares creaciones con las que llegar a regenerar un órgano dañado.
Sabemos lo que estás pensando y la respuesta es sencilla: no se trata de ciencia-ficción. ¡Bienvenido al fantástico mundo de las células madre!
Entre las desconocidas curiosidades a las que nos acercan estas células que originan otras células sobresalen:
- Sus avances científicos son prometedores. El desarrollo de avances en torno a estas inespecíficas células es, en líneas generales, bastante halagüeño. A día de hoy, se busca lograr más de unas células que arrojan luz sobre por qué se producen las enfermedades y cómo pueden tratarse. ¿Estás de acuerdo con estas investigaciones?
- Diversos tipos que responden a diferentes propósitos. Existe una variedad de células madre, procedentes de distintos lugares de nuestro cuerpo y formadas en diversas etapas de nuestra vida. Un ejemplo son las embrionarias, que existen únicamente en las primeras etapas, mientras que otras persisten a lo largo de la vida.
- Un único tratamiento no es adecuado para distintas enfermedades. El organismo utiliza cada tipo de estas células con un específico propósito y cada una de ellas cuenta con un limitado potencial, por lo que en la práctica no es posible que un único tipo de ellas se pueda utilizar para el tratamiento de varias enfermedades.
- Sirven de ayuda, pero no constituyen una verdad absoluta. Los cambios en el estilo de vida tras el comienzo del tratamiento, el efecto placebo y los cambios de severidad en los síntomas de ciertas enfermedades, son tres razones por las que te podrás sentir mejor tras un tratamiento con células madre. En cualquier caso, ¡son buenas noticias!
- Que provengan de tu cuerpo no es garantía de Cualquier procedimiento médico es arriesgado. El que estamos analizando no es una excepción, pues las células extraídas de tu cuerpo sufren modificaciones en el exterior que, al ser reintegradas al organismo, pueden ser causantes de problemas.
- Deben ser instruidas para lograr el comportamiento deseado en los tratamientos. Evidentemente, ¡estas células no son reclutas! Pese a ello se hace preciso conseguir que actúen de una determinada forma. La medicina se encuentra todavía intentando salvar esta compleja barrera.
Un ejemplo sería el tratamiento de enfermedades neurológicas que necesita, tanto que las células implantadas crezcan en una zona determinada, como la realización de conexiones con otras neuronas de forma específica.
- El desarrollo de nuevas terapias requiere tiempo. Los procesos científicos se caracterizan por no ser precisamente rápidos, así como por su frecuente dificultad. En el caso de la medicina no es fácil desentrañar por qué se produce una enfermedad y dar con su cura. Muestras poco representativas o carreras en un vano intento de dar con soluciones, son malas compañeras en este alucinante viaje hacia la sanación. Merece la pena esperar, ¿no crees?
- Los tratamientos experimentales conllevan riesgos. Esa es la realidad. Por mucho que algunas personas piensen que no se pierde nada por someterse a un tratamiento que no ha sido probado con anterioridad, lo cierto es que esto no es así. Existen riesgos reales relacionados con el desarrollo de complicaciones, siendo realmente baja la posibilidad de obtener beneficios.
- Los tratamientos no probados antes no equivalen a ensayos clínicos. De hecho, que un tratamiento se clasifique como experimental, nada tiene que ver con el hecho de que forme parte de un ensayo clínico. La diferencia radica en que tales ensayos cuentan con efectos secundarios leves y están sometidos a un protocolo. Una cuestión que merece ser meditada, ¿no te parece?
- Existen pocos tratamientos aceptados. Los ensayos clínicos muestran un reducido número de tratamientos que se hayan revelado como realmente fiables y eficaces. El más común de todos es el traspaso de células madre de la sangre para tratar condiciones y enfermedades de la sangre y del sistema inmunológico.
También se ha demostrado su eficiencia en problemas óseos, dérmicos y a nivel de la córnea, cuya cura puede abordarse a partir de injertos que funcionan en base a estas células.
¿Te han sorprendido algunos de estos datos? ¿Sabías que incluso se han creado minirriñones artificiales con células madre? La polémica generada alrededor de este tema no parece tener fin. Y tú, ¿de qué lado estás?