Vivimos en un sistema planetario integrado por el Sol y los cuerpos celestes que orbitan en torno a él, entre los que sobresale nuestra amada Tierra. Seguro que estás pensando que existen multitud de sistemas solares en el Universo y sí, no te equivocas, al que llamamos Sistema Solar es al nuestro, ¿o no te parece que alguna ventaja había de tener?
El que nos acoge es un sistema planetario de la Vía Láctea que está situado en uno de los brazos de la misma, concretamente en el conocido como el Brazo de Orión. Recientes estimaciones señalan que este sistema se encuentra a unos 28000 mil años luz del centro de la Vía Láctea, ¡esa es una distancia impactante y no la que separa tu casa del trabajo!
- En Júpiter podrían caber ¡1300 Tierras! El denominado “rey de los planetas”, se ubica más allá del “cinturón de asteroides”. Este gigante gaseoso cuenta con unas dimensiones tan impresionantes que el único que puede plantarle cara en este sistema es el Sol, cuyo tamaño le supera.
Ahora bien, si de lo que estamos hablando es de la magnetosfera jupiteriana, o lo que es lo mismo, del campo magnético de influencia de este colosal planeta, la cosa cambia pues te sorprenderá saber que en ella cabe el mismísimo Sol.
- ¿Por qué Venus es más caliente que Mercurio? En principio no parece tener mucho sentido, pues Mercurio es el primero en la lista de cercanía al Sol. Sin embargo y para tu conocimiento, ¡Venus le gana en temperatura! La razón es que el “planeta abrasador” posee una atmósfera tan densa que retiene los rayos solares, produciendo una especie de efecto invernadero.
Por otra parte, la presencia en su atmósfera de dióxido de carbono y ácido sulfúrico, también pone su granito de arena para lograr tan intenso calentamiento.
- ¿Dónde están los anillos de Saturno? Esos anillos que suelen divisarse perfectamente desde la Tierra con telescopios, ¡a veces se esconden! La explicación es muy sencilla: cada 14 o 15 años se da un momento de la vida estelar del planeta en el que el ángulo adoptado, al rotar alrededor del Sol, entorpece tan espectacular visión. Es entonces cuando los aros se ven tan finos que llegan a desaparecer.
- ¿Cómo es posible que exista vida en la Tierra? Muy simple: el planeta azul posee una magnetosfera, lo que se traduce en que cuenta con un campo magnético enorme capaz de evadir la nociva radiación del Sol. De no ser por ella, acabaría destrozado.
- En Marte hay agua. Asombroso pero cierto. Sin embargo, olvídate de que vas a pedir allí un vaso del líquido elemento, porque se encuentra en estado sólido. En el año 2008, la nave Odisea de la NASA obtuvo una serie de muestras que, una vez estudiadas, resultaron ser hielo. Un punto de partida esperanzador.
- ¡Lluvia de diamantes en Urano y Neptuno! Si el hecho de que en ambos planetas existan océanos de diamantes llamaba poderosamente tu atención, ¿qué decir de tan increíble lluvia? Sus desalineados polos magnéticos suponen inclinaciones que dan lugar a potentes concentraciones de carbono, fuente tanto de los océanos como de la lluvia de diamantes.
- Un gran halo de materia oscura rodea la Tierra. ¡Que no cunda el pánico! Al fin y al cabo, de la que estamos hablando es una materia bastante más común de lo que a priori se pudiera pensar. Es más, se ha constatado que su función en el Universo es la de actuar como una especie de ancla que evita que galaxias y sistemas planetarios se separen, se muevan más de lo recomendable o queden a la deriva.
- En Titán, ¡volaríamos con facilidad! La luna más grande de Saturno es una cajita de sorpresas. Una de las más interesantes consiste en que, si los seres humanos pudiéramos poner un pie en ella, desplegando un par de alas artificiales, ¡volaríamos sin dificultad! Eso sí respirar no podríamos. Así las cosas, elige, ¿prefieres volar o respirar?
- En las nubes de Júpiter podría originarse vida. Son muchos los lugares que podrían albergar vida extraterrestre, pues gracias al experimento de Miler y Urey desarrollado a finales de los años 50, se sabe que unos cuantos compuestos químicos y un rayo pueden generar compuestos orgánicos que se transformen en formas de vida, aunque un tanto extrañas. ¿Lo has adivinado ya? Júpiter cuenta en sus enormes nubes con todos esos compuestos.
- ¡Vientos que alcanzan los 2100 km/h en Neptuno! Has leído bien. Esos son vientos huracanados y no los de la Tierra. Los científicos ignoran todavía las razones de que en el “planeta del color del mar” sople un viento tan poderoso. La hipótesis que más fuerza parece cobrar es que se debería a la combinación de las bajas temperaturas neptunianas y sus características atmosféricas.
Esperamos que todos estos extraordinarios datos sobre el Sistema Solar te animen a seguir indagando, pues está plagado de cantidades de curiosidades en espera de que las descubras. ¿Tienes alguna duda de que valdrá la pena?
Fuente: https://sistemasolar.online/