Siempre se piensa que la experiencia de vida es la clave esencial para poder iniciar un proyecto exitoso tan complejo como puede ser una empresa propia. Se trata de un trabajo que conlleva mucha responsabilidad y que supone una gran capacidad de sacrificio por lo que se tiende a pensar que una persona con menos de 23 años no está aún preparada para asumirlo.
Nada más alejado de la realidad, lo cierto es que cada vez se repite más la historia de un joven que apenas supera la mayoría de edad y que ha sido capaz de dar vida a una empresa propia gracias a su esfuerzo. Se trata de los conocidos como Baby Emprendedores, menores de 23 que han sabido sacar partido a su pasión y sus conocimientos para monetizar sus capacidades a través de un negocio propio.
¿Cuál es el secreto de los Baby Emprendedores?
Un elemento esencial que nunca les falta es una clara motivación que los impulsa a luchar por lo que quieren de una forma firme y determinante. Estos jóvenes tienen muy claro su objetivo y no pierden nunca de vista su pasión generando siempre nuevas ganas de trabajar duro para conseguir vivir de lo que realmente desean. No tienen miedo de hacer sacrificios y no decaen a la hora de mantenerse activos y buscar nuevas salidas cuando algo no funciona como era esperado o deseado.
Otro elemento clave que no les falta es el apoyo por parte de la familia y amigos. Nunca es fácil emprender proyectos importantes cuando las personas más cercanas no lo favorecen, sin embargo, este factor se hace especialmente importante cuando hablamos de personas tan jóvenes que suelen vivir con sus padres o que tienen una relación muy estrecha y apegada con sus amigos.
No sobra nunca la ayuda profesional en cuestiones burocráticas como la gestión y el papeleo. En esto es conveniente contar con profesionales como Ayuda T Pymes o Gestron. Sin embargo, la ayuda familiar va más allá porque ofrece la seguridad de saber que siempre están ahí para dar ánimos cuando hace falta, para dar consejos de utilidad y para hacer críticas constructivas cuando se les pide. Esta puede ser la diferencia entre la motivación o el decaimiento y abandono del trabajo.
3 ejemplos notables de jóvenes emprendedores:
– Lucía Sánchez. Fundadora de la empresa de creación de juegos para teléfonos móviles Unicorn Gamer. No solo creó su empresa a los 15 años sino que desde aún más corta edad tuvo claro que deseaba iniciar su propia compañía y ya había mostrado la inquietud empresarial al vender pulseras y camisetas tanto de forma presencial como a través de ebay.
Los fundamentos para el nacimiento de su empresa se basaron en el constante estudio de tutoriales para aprender la base de la programación de juegos, así como la visualización de charlas TED y la lectura sobre temas de creación de empresas y contenidos tecnológicos. Todo esto conformó un resultado de conocimiento y seguridad en una chica con mucha motivación y capacidades.
– Pablo Vidarte. Bioo es su empresa en la que se aprovechan los procesos biológicos a través de elementos de tecnología innovadora. El producto inicial que define su empresa es el puerto USB en el que la energía liberada por el proceso biológico de fotosíntesis es la fuente de alimentación para la carga de teléfonos móviles.
Con brillantes ideas basadas en la combinación de la física, la química y la tecnología, Vidarte pone en marcha una innovadora empresa que se encamina hacia herramientas más ecológicas y sostenibles que son realmente capaces de aprovechar los recursos naturales para mantener el estilo de vida actual. Una idea, sin duda, que tiene un futuro despejado para avanzar y desarrollarse casi sin límites.
– Alex Sicart. Con solo 16 años fundó la empresa Sharge ideada para fomentar la colaboración entre usuarios de enchufes para coches eléctricos. A través de este proyecto, Sicart descubre la tecnología blockchain mediante la cual se eliminan intermediarios económicos y los usuarios puede hacer intercambios económicos con total libertad.
Este ha sido el punto de desarrollo de otras 2 startups fundadas por Sicart en las que se centra en exclusiva en este tipo de tecnología de la que él ya es un verdadero experto.