¿Sueñas con montar tu propio cine en casa? Lo cierto es que cada vez son más los que se suben al carro de conseguir ese efecto tan visual y envolvente que hasta la fecha solo podíamos sentir en el cine, y es que hoy por hoy es bastante accesible conseguir los artículos necesarios para que la calidad de la imagen y del sonido sea de diez. Aun con todo, el ambiente de una sala de cine no se consigue únicamente comprando un televisor 4K o disponiendo en nuestro salón todo el equipo de Home Cinema. Hay otros muchos factores que pueden contribuir a que tu casa se convierta en un cine de cinco estrellas, y estos 8 consejos te serán muy útiles para conseguirlo.
Elige bien la habitación
La mayoría de la gente que busca conseguir un cine en casa piensa automáticamente en el salón, y evidentemente esa suele ser la mejor opción. Este consejo va para aquellos que piensan en montarlo en un dormitorio propio o en una sala aparte, como puede ser un garaje. Lo que tienes que tener en cuenta si buscas una alternativa a tu salón es que la acústica seguramente no vaya a ser igual, por lo que lo más recomendable es asegurarte de que la habitación que escoges se adapta a tus necesidades. Por ejemplo, si vas a recurrir al garaje, insonoriza las paredes, porque de lo contrario es probable que el sonido rebote y sea un cine en casa más bien defectuoso.
Insonoriza el espacio
Esto va muy en la línea del punto anterior. El sonido es el gran olvidado del cine, ya que siempre damos por sentado que lo más importante es que se vea correctamente, pero no podemos disfrutar bien del cine si no conseguimos un sonido envolvente y de alta calidad. Para esto no es suficiente que nuestro sistema de sonido sea excepcional, también es necesario que el cuarto en el que situemos nuestro cine particular juegue bien sus cartas, y para ello lo más acertado es insonorizar la habitación, ya que de ese modo te asegurarás de dos cosas: en primer lugar, de que los sonidos que vengan desde fuera no te corten el rollo; y en segundo lugar, que el sonido propio de la película no rebote en las paredes y cree un efecto desagradable.
Hazte con un proyector
Toda sala de cine se caracteriza por una proyección de altísima calidad en una pantalla con unas dimensiones espectaculares. Es evidente que en tu casa no vas a poder recurrir a una pantalla tan grande, pero si tampoco tienes dinero para hacerte con un televisor gigantesco, lo que más te compensa es hacerte con una pantalla para proyectar que sea lo bastante grande como para resultar cómoda teniendo en cuenta el tamaño de tu salón o de la habitación en la que quieras montar el cine en casa. Hoy en día existen muchísimas opciones si quieres comprar un proyector de calidad, ya que la resolución de estos aparatos ha ido avanzando de la mano de la tecnología, y no te costará hacerte con uno que, aun sin ocupar demasiado espacio, te permita disfrutar de tus películas favoritas en una calidad inusual.
Cuida el sonido
Una de las partes más importantes del cine es el sonido, aunque a muchos se les olvida porque se centran en la imagen. No obstante, parte de ese efecto envolvente que el cine tiene sobre nosotros radica personalmente en la calidad del audio, como muchos recordarán en los típicos anuncios de THX. A la hora de preocuparte por el sonido, puedes recurrir a diferentes opciones, ya sea una barra de sonido o un sistema Home Cinema. Si te inclinas por esto último, que es al fin y al cabo la opción más común para montar un cine en casa, algo que no puedes pasar por alto son los receptores AV. Estos receptores se encargan de aunar todo el audio que emiten cada fuente auditiva de la casa, y de esa manera consiguen que tú recibas un sonido mucho más claro, nítido y potente. Es decir: mayor disfrute cinéfilo.
Consigue una iluminación acorde
A veces damos por sentado que con que una habitación esté a oscuras ya nos vale para que la calidad de la película descuelle, pero no siempre es así. Las salas de cine se caracterizan por ser idóneas tanto de día como de noche, por lo que lo ideal es montar tu cine en casa sin tener que preocuparte por posibles reflejos del sol o de cualquier punto de luz que acabe por resultar incómodo. En este sentido, tu mejor opción puede ser la de garantizar que la habitación en la que sitúes el cine pueda quedarse por completo a oscuras, pero no estará de más que coloques algunas tiras LED en lugares específicos para dar un efecto mayor de espectacularidad.
Coloca todo en su lugar más indicado
Esto puede parecer un poco redundante, pero además de tener un equipo de primera calidad es imprescindible saber utilizarlo y saber dónde y cómo colocarlo. Los proyectores tienen unas medidas establecidas de distancia que has de guardar entre la pantalla y tus ojos, porque de lo contrario puede llegar a resultar incómodo, y lo mismo ocurre con los altavoces: si los pones muy cerca de donde vas a sentarte, el sonido puede llegar a resultar estridente, y si te obligas a bajarlo en exceso es posible que acabe por perder calidad.
Ojito con los asientos
No todo se reduce a la resolución de la imagen y a la calidad del sonido. Está claro que disponer de un proyector de alta calidad y de un hilo musical en casa son factores esenciales para que la sed cinéfila se satisfaga en cierta medida, pero de nada te sirve disponer de un equipo de alta calidad a todos los niveles si el lugar en el que vas a disfrutar de la película te resulta incómodo. Tienes varias opciones, desde sofás hasta pufs pasando por sillones o butacas cómodas, pero lo que está claro es que hay una serie de cosas que tienes que tener en cuenta: que el asiento sea cómodo, que te permita una postura natural, y que puedas albergar a todas las personas a las que quieras recibir en tu cine particular.
Aprovisiónate
Y, evidentemente, lo que no puede faltar en ningún cine que se precie son los snacks. Asegúrate de tener en la despensa palomitas, gominolas y tus buenas dosis de refresco, y el ambiente de tu cine de referencia estará más que conseguido. A partir de aquí, solo queda disfrutar.