Aurora de rosa en amanecer…
Corría el año 1996 y las estrellas de la Fania All Star se alojaban en el hotel Tequendama de Bogotá, previo al concierto que darían en el estadio El Campin. La gente se ubicaba en el lobby de este hotel para hablar y tomarse fotos con los artistas que amablemente se sentaban en los sillones. En ese entonces no existían internet ni los teléfonos inteligentes, los recuerdos quedaban en la imagen de las viejas cámaras de rollo o en las grabadoras de casette.
Cuando todos centraban su mirada y su atención en las anécdotas que recitaba el cuatrista Yomo Toro, a un costado de ese amplio lugar se escuchó la canción Convergencia… “Aurora de rosa en amanecer, nota melosa que gimió el violín, novelesco insomnio no vivió el amor, así eres tú mujer, principio y fin de la ilusión…”. Todos los que estaban en aquel sitio corrieron para el costado del salón de donde salía la interpretación y así saber quién era el que cantaba. Se trataba del Pete ‘Conde’ Rodríguez, en persona. El único ‘conde’ negro, como él se autodenominaba.
Pare cochero, en El Palladium
La última canción que sonó en el emblemático Palladium, salón de rumba ubicado en Nueva York, fue Pare Cochero. La interpretó la orquesta Broadway de los hermanos Eddy y Ruby Zervigon. Tocaron durante 45 minutos ese tema. Al terminar, los asistentes lloraron de tristeza al ver que este sitio cerraría por siempre sus puertas; en ese momento se llevaron pedazos de sillas, mesas y algunos adoquines para el recuerdo.
Caballo viejo
La magistral letra del tema Caballo viejo, escrita por el venezolano Simón Díaz, llegó a las manos del cantante cubano Roberto Torres, quien se preguntó cómo se podía comparar a un animal con el hombre. Decidió llamar al mismo Simón Díaz y preguntarle. Este le explicó que el amor no tiene edad y que cuando se llega a viejo no hay barreras para encontrar la felicidad en el verdadero amor. Simplemente Torres le contesto: “Has hecho un número para toda la vida”.
Ledesma, bolerista por siempre
El bolerista cubano Roberto Ledesma, de 93 años de edad, aún maneja su automóvil por las calles de Miami, donde vive hace muchos años. Su voz y su swing siguen intactos. Recuerda que fue a Bogotá en el año 1952 y al no encontrar calefacción en el cuarto del hotel en el que se hospedó, el administrador de este le dio unas cobijas que le produjeron sarpullido en su cuerpo.
José Fajardo, eterno lector
Una de las grandes aficiones del flautista cubano José Fajardo era leer. Cuando no estaba de gira con su orquesta, aprovechaba el descanso en su hogar para leer detenidamente todos los periódicos que habían quedado sin ojear. Era normal ver en la parte baja de su cama el arrume de diarios.
Salsa para el mundo
Hoy existe el grupo número uno de WhatsApp que reúne a los mejores radiodifusores, escritores y periodistas amantes de la salsa en todo el mundo: se llama Salsa Para Todos. También hay un fan page en Facebook.