Héctor Lavoe, en la carátula de uno de sus discos.

Héctor Lavoe es uno de los cantantes de salsa más recordados y escuchados en el mundo. Muchos de los que hoy son amantes de este género musical empezaron oyendo las canciones de este jibarito de Ponce que hizo parte de las estrellas de Fania y que junto a Willie Colón crearon una de las duplas más exitosas de la salsa.  Grabó más de 21 álbumes musicales. entre las décadas de los 60 y 80 del siglo pasado.

Su muerte se registró un 29 de junio de 1993, en Nueva York, Estados Unidos.

Durante estos años como periodista he tenido la oportunidad de entrevistar a varias personas allegadas al cantante y he logrado recopilar frases que me han dicho sobre El jíbaro de Machuelo, El Cantante de los cantantes, El rey de la puntualidad, El flaco de oro, El hombre que respira debajo del agua, El gato Félix, El hombre que cuando mira de frente, parece que está de lado, El hombre que cuando canta bota gasolina, El chico malo de la salsa, Héctor Juan Pérez Martínez o Héctor Lavoe, aquí algunas de ellas.

“Recuerdo que cuando Héctor llegó a Nueva York trabajaba en la parte alta de un andamio y como era tan flaco, le dije que se bajara de allá y que regresara a la casa, que de alguna manera podría vivir sin necesidad de arriesgar su vida. Él se bajó y siguió con su sueño de la música. Al paso de los años se fue de mi lado, y yo me mudé nuevamente para Puerto Rico. Él conoció a Carmen, con quien duró muy poco tiempo, pero de esa relación quedó José Pérez, su hijo, luego se casó con ‘Puchi’, con quien tuvo a Hectitor, quien falleció trágicamente y adoptó a la hija de ella de nombre Leslie”: Priscilla Vega, hermana de Héctor.

“Héctor era una buena persona. Era muy chistoso, siempre salía con un apunte. Desde niño tenía la habilidad para cantar, en la escuela lo hacía desde los cinco años y se ganó un premio, y ya a los doce cuando la televisión llegó a Puerto Rico, participó en varios programas y le fue bien, siempre veía y escuchaba a Felipe Rodríguez y Tito Lara –trovadores boricuas–”: Priscilla Vega, hermana de Héctor.

Héctor Lavoe es conocido como El rey de la puntualidad.

“Cuando logró la fama y nos veíamos en alguna reunión no nos cantaba, los compromisos lo atrapaban, pero sí nos llevaba su música. En esos encuentros se mostraba muy noble, cariñoso, era muy diferente a como lo muestran en las películas que han hecho sobre su vida, en ellas le dan énfasis a la actitud negativa. Las cosas bonitas, como los conciertos no se muestran y eso duele. De los libros que hablan de él, me gusta el de Jaime Torres ‘Cada cabeza es un mundo’, él entrevistó a muchas personas y son cosas reales las que allí se escribieron”: Priscilla Vega, hermana de Héctor.

“Héctor se inspiraba en lo que veía y le salían cosas graciosas, era repentista. Era muy grato estar con él, uno se reía de sus ocurrencias. Hasta en el hospital, ya en sus últimos días, no perdió el buen humor, hacía chistes, nunca estuvo aburrido o amargado. Sin embargo, aunque estuviera rodeado de muchas personas, se sentía solo, era como depresivo y aunque uno estuviera a su lado su mente estaba en otro mundo, esto se dio luego de conocer y alcanzar la fama”: Priscilla Vega, hermana de Héctor.

“En Puerto Rico suena mucho su música, le hacen homenajes, hay posters en las discotecas y centros de rumba, nadie lo olvida. Está presente en varios países del mundo, entre ellos Colombia”: Priscilla Vega, hermana de Héctor.

“Cuando lo conocí era flaquito, muy alegre, en ese momento éramos muy inocentes. Lo vi por primera vez en un club cuando estaba tocando y así empezamos a salir”: Carmen Castro, su primera esposa.
“Héctor no era un gran bailarín, era un jibarito normal, pero sí muy detallista, amoroso, pegajoso, cuando me daba rabia por algo me reconciliaba dándome besos y abrazos. Cuando se marchó de mi lado, me dijo que lo recordara con el tema ‘Ausencia’. Nunca me olvidé de él. Cuando podía me llamaba y muchas veces me dijo que algún día volvería conmigo. Le dio muy duro cuando supo que me había casado nuevamente. En sus últimos días lo visité y hablamos”: Carmen Castro, su primera esposa.

“Héctor trajo la influencia de Puerto Rico a nosotros los newyorrican, hijos de padres y de costumbres puertorriqueñas, pero nacidos en New York”: José Mangual Jr., musico.

“En una grabación, estábamos todos listos, pero de un momento a otro Héctor dijo, voy al baño y se nos ‘escapó’. Lo buscamos durante dos horas y de un momento a otro apareció y con su grandeza grabamos sin repetir canción. Ese era Héctor Lavoe con su inspiración, con su talento. Para mí él es un Frank Sinatra, su música se escucha por todo lado”: José Mangual Jr., musico.

“La caratula que hice y que más impacto fue la del álbum de Willie Colón y Héctor Lavoe La Gran Fuga -The Big Break- me dieron una foto malísima Willie Colón, Héctor Lavoe y sus músicos, simulando escapar de una de las prisiones en Puerto Rico, pero la imagen era tan mala que la convertí a blanco y negro y la puse en la parte de atrás de la carátula y al frente le puse unas fotos que tomé con una cámara normal, tanto de frente como de lado de Colón. Las huellas que allí aparecen son de un reo de verdad y la numeración de las fotos de Willie son los números de los elepés que él había grabado. Eso me costó cincuenta centavos de dólar es la carátula más barata hecha por mí”: Izzy Sanabria, presentador y diseñador de La Fania.

“En este planeta solo existirá un Héctor Lavoe. Estoy harto de todos esos payasos aprovechándose de su cuerpo de trabajo haciéndole ‘tributos’ y ‘homenajes’. Se creen que cotorreando sus soneos palabra por palabra es que están cantando. Es oportunismo descarado. Solo hay un Héctor Lavoe”: Willie Colón, músico.

A estas frases hay que agregarle la de Andrés Sánchez, miembro de la fundación Héctor Lavoe, en Colombia. “Héctor: eres ese jinete de oro que marcó perpetuamente nuestra música latina, eres ese jinete que cabalga por los sentires de todo el pueblo latino”.

Y terminamos con la que el mismo Héctor Lavoe inmortalizó: “Es chévere ser grande, pero es más grande ser chévere”.

@CeronBastidas