Sentando en una silla isabelina y escuchando salsa, en la sala de su casa, en Medellín, encontramos a Mario Rincón ‘Pachanga’, el otrora ingeniero de sonido del sello discográfico Discos Fuentes.
Por las perillas de la consola que manejó por muchos años en esta casa disquera pasaron agrupaciones como Los Corraleros de Majagual, Fruko y sus Tesos, Joe Arroyo, La Sonora Carruseles, Los Hispanos, Lisandro Meza, Calixto Ochoa, Ricardo Fuentes y Rodolfo Aicardi, entre muchos más. “Estando en Industrias Fonográficas Ondina, a donde me llevó a trabajar mi hermano, Jaime Rincón, autor de la canción La Cuchilla, conocí a don Antonio Fuentes, él me dijo que yo tenía ‘oído de tísico’ y que me quería llevar a su casa disquera para que le dirigiera a los músicos en las grabaciones. Así empezó mi vida profesional en Fuentes, era el año 1960”, destaca ‘Pachanga, a quien siempre lo acompaña su esposa Martha, su ángel de la guarda.
Aunque son muchos los discos que grabó, hay uno en el que al comienzo, su nombre quedó inmortalizado en la voz de Joe Arroyo, se trata de Sentencia China: “Señora viuda del muerto, ante la muerte irreparable de Mario Rincón ‘Pachanga’, ¡os recuerdo la vieja sentencia China que pesa sobre las viudas sin consuelo!, ¡el muerto!, ¡no me lo recuerde!” “Joe fue quien me bautizó como ‘Pachanga’ y antes de grabar Sentencia China me dijo: ‘te voy a matar por un rato’ y cantó la frase. Joe tenía una voz muy especial, brillante, se parecía a la de Celia Cruz. Cuando grabábamos no le ecualizaba el micrófono, usábamos uno sencillo, su voz era única”, asegura el ingeniero de sonido.
Para nadie es desconocido que Mario Rincón fue quien llevó a Julio Ernesto Estrada ‘Fruko’, a Fuentes. «Él es hijo de mi hermana Alicia Rincón y ella, en esas época, me daba quejas de ese muchacho, me decía que él no quería estudiar, que no quería hacer nada, que le ayudara. Entonces decido llevarlo a Discos Fuentes, pero don Antonio me sentenció diciéndome que lo que ‘Fruko’ dañara, ‘Pachanga’ lo pagaba. Pasado el tiempo aprendió a tocar el piano, las congas, el bajo, se volvió polifacético y cogió mucho sabor”, manifiesta ‘Pachanga’, el hombre que con su labor tras bambalinas ha puesto a bailar y gozar a todos los colombianos en todas las épocas del año.
Recuerda que cuando grababa a Los Corraleros de Majagual, como eran tantos no se escuchaba fuerte el platillo, entonces don Antonio le decía: “‘Mario tócame el platillo cuando lo necesite’. Fue cuando conseguí una varilla de acero, que hacía las veces de baqueta y con ella golpeaba el platillo cada vez que se necesitaba para que sonara más fuerte. También me decía que me metiera al estudio de grabación para que gritara ¡huipi!, ¡juepa je! y así darle más ambiente”, asegura en medio de risas.
Mientras conversamos visitamos uno de los cuartos de su apartamento, en donde exhibe cuadros y placas de reconocimiento que ha ido recibiendo en sus más de 50 años de vida laboral. También hay fotos enmarcadas en las que se lo ve trabajando con las consolas de sonido en los antiguos estudios Fuentes, junto a su fundador don Antonio. En otra de las paredes hay imágenes al lado de cantantes como Alfredo de Angelis, quien le propuso que se fuera con él a Buenos Aires a trabajar. En otra postal aparece al lado de Lucho Bowen, Carlos Piña, Joe Arroyo, Wilson Manyoma, Richie Ray y Bobby Cruz, en los estudios de Discos Fuentes.
Dentro de las placas que ha recibido enfatiza en la que le enviaron desde Estados Unidos, en ella lo destacan como uno de los seis ingenieros de sonido más importantes del mundo.
Pero la versatilidad de este ingeniero no conoció límites a la hora de mejorar la sonoridad y la grabación y por ello fue conocido como ‘el cirujano del sonido’, ya que cortaba, empataba y arreglaba la cinta de grabación en el pedazo y momento justo en el que había quedado algún error o equivocación. ¡Todo lo hacía a oído! “Eran trucos del trabajo. Lo hacía para no tener que poner a los músicos a grabar nuevamente o repetir las canciones, también evitaba cansarlos. Era un trabajo perfecto que no se notaba al momento de prensar el long play. Sin embargo, de todos los artistas que grabé aprendí y ellos también aprendieron de mí”, describe este paisa que se codeó en su momento con Jon Fausty, el responsable del sonido en el sello Fania, a quien conoció gracias a que Fuentes compró unos equipos de ecualización y Pachanga tuvo que viajar a los Estados Unidos para aprender de su manejo de la mano de Fausty. “Como mi inglés no era bueno, en la traducción me ayudó el ‘Pete’ ‘Conde’ Rodríguez y Larry Harlow, ellos estaban en el estudio por esos días”, recuerda con mucha emoción.
Otra de las anécdotas que este virtuoso de la consola nos contó es que cuando grababa, marcaba en el suelo los nombres de donde ubicaba a los músicos, lo hacia por si al otro día debía seguir la sesión de grabación y así supieran en donde debían pararse. «Un día deje todo marcado con nombres, instrumentos y micrófonos, pero con lo que no contaba es con que la señora del aseo, llegara más temprano que yo y cuando llegué, ella ya había barrido, limpiado y borrado todo lo que había escrito en el suelo «, manifiesta el experimentado ingeniero.
Hoy, Mario Rincón ‘Pachanga’, aunque usa audífonos medicados para mejorar su audición sigue escuchando música salsa que él produce con su Sonora Carruseles, todo de la mano de su esposa que es su gran amor y bastón.
@CeronBastidas