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Desde los años 80 el músico noruego Sverre Indris Joner ha estado reinterpretando los ritmos latinoamericanos como el tango y la música cubana de manera sinfónica. En ese trasegar melodioso se atrevió a crear el primer grupo noruego que interpretó salsa y que  denominó La Descarga, cuando esta música era completamente desconocida en esa parte del mundo. Hoy, desde mi blog Salsa Letra Clave y Bongó, además de entrevistarlo, queremos dar a conocer su trabajo Clásicos a lo cubano volumen II.

Sverre Indris Joner, noruego que mezcla lo clásico con lo cubano Foto cortesía

Cuéntenos sobre su primer acercamiento con la música latinoamericana…

El primer experimento de reinterpretar música en otro género fue con tango argentino. Desde los años 80 tenía mi cuarteto de tango llamado Tango for 3 (Tango por tres). Hice arreglos de nuestro compositor clásico noruego Edvard Grieg en forma de tango (Grieg + Tango = Gringo) ABBA y James Bond, por ejemplo. Con esta agrupación trabajamos con varias orquesta sinfónicas europeas con nuestro proyecto de tango sinfónico. Cuando tocamos con la sinfónica de Dresden en Alemania, Kilian Forster, un bajista de la orquesta, contó que tenía su quinteto llamado Klazz Brothers que tocaba música clásica fusionada con música cubana. Me pidieron los primeros arreglos sinfónicos, que luego se conocieron como “Clásicos a lo cubano”. Ahora tengo un nuevo álbum grabado en La Habana y es el volumen II, tiene nuevos arreglos.

 

¿Cómo llegó a Cuba y qué fue lo primero que escuchó de esta maravillosa música hecha en esta isla?

Viajé por primera vez a Cuba en 1985 con dos amigos. Para ser sincero no conocíamos muchas orquestas ya que las grabaciones de música latina en Noruega eran muy difíciles de conseguir y como no había internet la música se difundía en Long Play (LP) o en cassette. Lo que conocíamos era Irakere, Adalberto Álvarez, Sierra Maestra, Omara Portuondo y los Van Van y era una aventura explorar esta música en Cuba. En la isla logramos tomar clases con percusionistas del Conjunto Folclórico Nacional y conocimos leyendas como Frank Emilio Flynn.  En realidad en ese viaje no toqué el piano ni una sola vez, estaba fascinado con la percusión que es el corazón de esa música. Recuerdo que aproveché para comprar una cantidad de LP que todavía conservo. ¡Fue un milagro la cantidad de sobrepeso que nos dejaron llevar en el avión!

Cuéntenos de Mozart Mambo # 40…

Es uno de nueve temas del álbum que grabé en La Habana con la orquesta de Ópera Cubana. Para los que conocen la sinfonía número 40 de Mozart se dan cuenta que en mi versión el motivo principal se ha adelantado una corchea. Desde mi punto de vista es increíble lo bien que funciona un truco tan simple y que instantáneamente instala un aire de son cadencioso. A partir de ahí solté la fantasía al ver hasta que punto podía ser fiel a la composición original, y a la vez no tener que ‘liquidar’ el swing cubano. Fue un desafío complicado pero me encanta y mientras más imposible parece, más se pone a trabajar mi imaginación.

Sabemos de su orquesta La Descarga, pionera en salsa en Noruega. ¿Cómo reciben o perciben y que le han dicho sus compatriotas noruegos de está música?

No sé si se lo pueden imaginar pero en Noruega, en mi juventud, había una ausencia rotunda de la música extranjera, sobre todo la latina. En el comienzo de los años 80 un grupo de entusiastas organizó unos carnavales callejeros en Noruega que eran totalmente desconocidos, sin embargo para mí eran muy divertidos, pero debido a las borracheras, el desorden y la delincuencia que se registró fueron suspendidos. Durante un tiempo hice parte del comité que organizaba el carnaval y tuve mi propia batucada brasilera. Luego del viaje a Cuba organicé una comparsa de Congas callejera a lo cubano. Pasado un tiempo formé el grupo La Descarga y grabamos nuestro único CD, lamentablemente pasó desapercibido aquí en Noruega, pero me alegró que algunos disjockeys en Colombia han sacado a la luz un par de temas. Pasaron unos años y tuve la idea de formar un grupo para tocar pop noruego convertido a salsa cubana, y lo denominé Hovedøen social club, tuvimos gran éxito y grabamos varios trabajos.

Clásicos a lo Cubano. Foto Cortesía

 Para quienes no lo conocen, denos unos datos de Sverre Indris Joner.

Soy hijo de un bioquímico noruego quien también era un reconocido cantante en su tiempo. Mi mamá, Irena llegó como refugiada del país báltico Letonia después de la Segunda Guerra Mundial. Mi papá me enseñaba a tocar guitarra y ukulele, pero como un relámpago de cielo azul me vino la idea de aprender a tocar piano para ser como mi gran ídolo de ese tiempo: Rick Wakeman, que tocaba teclados en el grupo YES y hacia su rock sinfónico que me impresionaba.

Poco después conocí a unos músicos de Gambia, África y los ritmos africanos empezaron a cambiar mi forma de sentir la música. No sé exactamente de que manera me entero de que hay una música que también tiene fuertes raíces africanas y es la música de latinoaméricana.

Empiezo a descubrir primero la música de Brasil y la de Cuba, después llega  a mis manos un LP de Astor Piazzola, el gran innovador del tango argentino y me encantó. A partir de ahí me sentí más esquizofrénico musicalmente -si se entiende la metáfora-.  Todo esto me encantó y me permitió aprender, enriquecer y crecer musicalmente.

No se imaginan todo lo que se puede aprender luego de escuchar esas grabaciones, es realmente increíble. Con suficiente dedicación y perseverancia se aprende muchísimo. Hoy día he puesto el nombre ABC que significa Argentina, Brasil y Cuba como mi primera fascinación musical latinoamericana.

Con los años fui conociendo y aprendiendo otras tradiciones latinas como la cumbia y el vallenato de Colombia; la música llanera de Venezuela y Colombia; festejo y landó de Perú; el son jarocho de México; el candombe de Uruguay, el folclor andino de Argentina y los otros países del altiplano, entre muchos más.

He dedicado prácticamente toda mi carrera a interpretar música latina y he tenido la suerte de compartir escenario con grandes talentos. Me acuerdo que la primera vez que Óscar de León vino a Noruega, me subí al escenario y compartí con él. Dijo que nunca se imaginó que un nórdico podía tener un swing salsero tan sabroso en el piano. Cuando estuve en Perú, literalmente tenía que enseñar mi pasaporte para que me creyeran que era noruego, esto después de haber tocado con un grupo local.

Aparte de ser lindos recuerdos me confirma que he tenido la dicha de tener una sensibilidad musical para percibir y entender lo fundamental en unos géneros muy lejanos y después convertirlos en lo mío y expresarlo desde mi corazón. Es un cliché, pero puedo confirmar que la música realmente es un idioma universal.

¿Qué otras combinaciones musicales tiene en mente?

Ya he contado un poco sobre mis grupos Tango for 3 con el cual grabé varios discos y proyectos sinfónicos.

Hovedøen Social Club que sigue interpretando pop noruego en salsa. También tengo un proyecto muy interesante llamado Electrocutango, que como su nombre lo indica es una mezcla entre tango y electrónicos y muchos otros elementos de jazz, hip-hop y otros géneros latinos. Aparte de estos grupos también tengo una carrera componiendo música que se encuentra entre la tradición contemporánea y todos los otros elementos musicales que me parecen interesantes y relevantes. Escribo para músicos y ensambles contemporáneos y clásicos. Vamos a llamarlo “música de cámara con tendencias polirítmicas y sincopadas”.

¿Y a Colombia cuando regresa?

Espero que sea muy pronto. Tuve el placer de hacer una gira  por Valledupar hace un par de años y aproveché para estar en Bogotá e ir a varios conciertos y maratones de salsa. Me encanta la música de este país, sus músicos y orquestas son de muy alto nivel. Espero poder colaborar con orquestas sinfónicas y tocar Clásicos a lo Cubano.

@CeronBastidas

 

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