Cuando uno cree que ha visto todos los alcances del Gobierno Santos, siempre sucede algo que obliga a pesar que definitivamente no tiene límites.

Luego de la captura de Jesús Santrich por narcotráfico (que valga aclarar fue gracias a una investigación de la DEA, no de la justicia colombiana), este fue trasladado a la cárcel, donde en medio de un espectáculo de chantaje, inició una huelga de hambre. Después de varios días sin comer, las autoridades decidieron trasladarlo al hospital El Tunal.

Por solicitud de Iván Cepeda y Álvaro Leyva y con mediación de la Iglesia colombiana, se decidió el traslado de Jesús Santrich a una fundación del Episcopado, para que terminara su huelga de hambre. La decisión que dicen se tomó con fines «humanitarios», indignó a los colombianos, que ven cómo un narcotraficante recibe trato preferencial por parte del Gobierno, por el simple hecho de ser de las Farc.

¿Razones humanitarias? ¿Acaso las Farc tuvieron humanidad con los miles de secuestrados, a quienes les ataban cadenas a sus cuellos y los encerraban en jaulas con púas? ¿O será que las Farc tuvieron humanidad con el niño Andrés Felipe Pérez, de tan solo 12 años, que murió de cáncer suplicando la liberación de su padre? La respuesta es sencilla: las Farc NUNCA tuvieron humanidad.

Que el Gobierno ceda a todos los caprichos de las Farc, es una bofetada a las víctimas, sienten que son revictimizadas, y que aún no reciben ni verdad, ni justicia ni mucho menos reparación por parte de sus victimarios.

¿Será que ahora todo narcotraficante que decida entrar en  huelga de hambre recibirá también cambio de sitio de reclusión? ¿Por qué el Gobierno cede ante todos los chantajes de las Farc? El mensaje que Santos envía a la sociedad es que delinquir paga. El mal ejemplo ha demostrado ser generador de nuevas violencias.

Falta poco para que acabe este capítulo de la historia llamado la era Santos, como presidente. De usted depende cambiar el rumbo del país. De usted depende que Colombia elija el continuismo de Santos, el populismo de izquierda o la mano dura con los delincuentes y el corazón grande con los colombianos. Votaré por Duque para que acabe la misa con San Trich, y los que se preparan para seguir sus pasos, armar sus propias huelgas de hambre.

@josiasfiesco