Estoy de acuerdo en que no debería haber un día de la mujer, que deberían ser “todos los días”, como dicen algunos. Pero la realidad es que los 365 días del año son del sexo opuesto. De hecho, esto es lo que le pasa a la mitad de la población en el mundo todos los días del año:

– Todos los días del año a las mujeres nos matan a golpes, a tiros, a puñaladas, nos desfiguran con ácido. La mayor parte de las veces los asesinos son los maridos, novios, ex esposos o aspirantes a novios.

– Todos los días los hombres ganan más que las mujeres por hacer exactamente el mismo trabajo. La diferencia de porcentaje de salario varía de acuerdo al país, pero ocurre en todas partes y en todas las profesiones.

– Todos los días a las mujeres nos violan, de día, de noche, en la casa, en el trabajo, en el bus, en el bar. Muchas veces son personas conocidas las que cometen el delito. Y si los acusamos, nos acusan de ser mentirosas y de tener la culpa.

– Todos los días nos acosan en el trabajo. En todo tipo de trabajo, en todos los estratos sociales. Nos acosan los jefes, los compañeros de trabajo, los clientes. No importa si somos meseras, abogadas, actrices, empleadas domésticas, asesoras financieras. Si somos mujeres, póngale la firma, nos van a acosar tarde o temprano. Y si nos quejamos, nos botan del trabajo.

– Todos los días las mujeres de todas las edades y en todas partes, nos enfrentamos a un mundo hostil que nos juzga, nos ataca, nos opaca, nos pone obstáculos, nos objetiviza, nos pone a prueba.

Y no es que eso deje de pasar el 8 de marzo. Lo que pasa es que ese día, un solo día al año, lo recordamos y buscamos maneras de cambiarlo. Por eso y hasta que no tengamos igualdad de derechos y oportunidades, necesitamos el Día de la Mujer. ¡Feliz día!