Desde la noche de este jueves festivo la red social Twitter bajo el #SantosFalsoNobel, ha sido el escenario para que contradictores del mandato del presidente Juan Manuel Santos expresen su inconformidad por el título que recibe de Nobel de la Paz en Oslo.

Mientras la comunidad internacional muestra expectativa y admiración por la tarea del mandatario colombiano, las redes sociales en el país han sido el medio para que se desahoguen en 140 caracteres compatriotas que creen que este proceso de paz ha sido “el conejo” de este gobierno para privilegiar a las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia – Farc. Siendo esto, la piedra en el zapato para el presidente, porque en medio de realeza y las sonrisas de hoy sábado, lo cierto es que para quienes han dado opinión bajo el mencionado hashtag, el mandatario sienten que no los representa y que prácticamente se trata de un sujeto que no es profeta en estas tierras, aunque en otras sea un ejemplo a seguir.

Al respecto, personalidades como el senador Carlos Felipe Mejía mencionan en su cuenta de twitter: “El país ahogándose en corrupción, mientras #SantosFalsoNobel asiste a un circo” o también el tweet de la polémica representante a la cámara María Fernanda Cabal utilizando el hashtag para decir “#SantosFalsoNobel Estudiantes en Oslo nos informan que los obligan a apoyar el show de Santos”. Sí, un “show” o también circo como prácticamente los opositores han señalado para la historia la fecha de hoy.

Esto, en rima con lo dicho por Johan Galtung, investigador de paz y reconocido por crear los estudios de paz como disciplina académica, quien en la W radio, ha dicho que no se debió haber otorgado el Nobel de Paz al presidente Santos al indicar que en Colombia “Hay una miseria en el pueblo… En Colombia no han resuelto nada”, dando a entender que prácticamente no era necesario esperar que el acuerdo de paz fuera implementado para sacar conclusiones de lo que posiblemente no llegue a pasar en la nación tras los acuerdos de paz con las Farc en el corto plazo.

Y es que no es para menos. Recibir el premio Nobel de Paz, no solo se trata de recibir oro puro, ni un dinero. También se trata de reconocer una labor hecha con esfuerzo y planeación, algo que le señalan al presidente Santos con este numeral en twitter, donde se exponen unos acuerdos de paz en un escenario de carreras y afanes, iniciando con un plebiscito donde el pueblo tuvo solo dos semanas para leer los primeros acuerdos y donde por cierto sienten que el resultado no fue respetado. Luego, unos nuevos acuerdos casi 40 días después de la derrota en las urnas el 2 de octubre y después, una pronta refrendación gracias a la mermelada en el congreso de la república, dejando todo en una pronta, por no decir urgente implementación del acuerdo por medio de otro mecanismo rápido, el famoso “Fast Track”, y cuya última palabra la tiene la corte constitucional. ¡Qué carreras!

Y es que ha sido tanta la polémica de esta carrera por la paz, que hasta el dinero invertido en tanto evento y ceremonia con el grupo Farc ha generado debates y sumado argumentos para decir que todo ha sido una fachada de millones de pesos para salir todos bien en la foto, más aún en un país con un hueco fiscal que requirió de reforma tributaria y en donde es necesaria la austeridad económica. Es que el #SantosFalsoNobel ha dejado ver en los tuiteros tanto de largo, como de ancho sobre lo que significa tan grande galardón en Oslo.

Y por ello, también se han visto en el numeral, quienes opinan lo contrario. Aquellos que creen que crucificar al mandatario de los colombianos con este tipo de acusaciones y comentarios no son otra cosa que “sangrar por la herida”, sí, porque consideran que prácticamente quienes lo hacen, les duele saber que quien está allí no es el ex presidente Álvaro Uribe, sí, el mismo. El gran colombiano. ¿Quién sabe qué tan cierto sea?, porque también hay quienes aseguran que el mérito sin duda a Santos hay que reconocérselo, porque en anteriores gobiernos el desarrollo de la tarea no pasaba del primer punto y todo quedaba en veremos.

Lo que sí es cierto, es que el premio más grande en el mundo en lo referente a la paz nuevamente deja a un país en dos polos opuestos según el termómetro de este hashtag y deja a personas a favor y en contra por el galardón a Juan Manuel Santos. Y la verdad también es que los tweets dejan en el aíre varios interrogantes: ¿el nobel es un premio que no produce orgullo en Colombia?,  ¿el premio de paz en manos del presidente Juan Manuel Santos se traduce en vergüenza?, ¿el mundo qué lectura le da al sentimiento de rechazo de aquellos que insistentemente dijeron No a este proceso con las Farc?

Tantas dudas. Aun así, en medio de interrogantes, rechazo, aplausos y señalamientos, este es tan solo uno de los galardones del presidente de los colombianos, porque 7 días después se prepara para recibir de la Iglesia Católica el premio ‘La Lámpara de la Paz’, premio de la comunidad Franciscana, conocida como el ‘Nobel’ de la Iglesia Católica y en el que muy seguramente espera llegar con un “Fast Track” resuelto, ya que parte de su respuesta en la rueda de prensa ayer en Oslo tuvo que ver con una solicitud para que este lunes la corte suprema de justicia le ayude con otro milagrito.

¿Y ese día, cuál será el hashtag?