Más de 22.000 médicos de diferentes edades se han ido de Venezuela tras la crisis, incluso veteranos de 58 y 60 años de edad entre los que se encuentra pediatras, médicos generales y cirujanos según información de la Federación Médica Venezolana (FMV).

Para Douglas León Natera, presidente de la federación, las razones de esta diáspora se deben en su mayoría a condiciones de trabajo deplorables (deficiente remuneración y recargo de las jornadas de trabajo) y escasez de material médico-quirúrgico en los hospitales de un 95%.

Pero ¿cómo viven los médicos que se quedaron en Venezuela? ¿qué esperanzas tienen los que están dando la cara a los pacientes?

Este blog hizo contacto con un médico venezolano (por razones de seguridad reserva su identidad) que pertenece a la ONG Médicos Unidos por Venezuela, vive en uno de los tres estados andinos, específicamente en el estado Trujillo (son tres estados: Merida, Tachira y Trujillo) y quien labora en dos centros de salud públicos con el fin de conocer lo que significa ser médico hoy en esta nación.

Blog: ¿Cuál es el salario aproximado de un médico general y especialista en Venezuela?

Médico: El salario de un médico general en Venezuela son $7,23 USD y de un médico especialista es $8,14 USD por mes

Nota: Hoy, un dólar paralelo en Venezuela equivale a Bs 218.000 VEF

B: ¿Qué puede hacer un médico con ese salario al mes?

M: Yo te puedo decir que comemos dos personas una semana. Por eso los médicos venezolanos buscamos otras fuentes de ingreso bien sea en la medicina privada o en las clínicas (en mi caso particular, tengo un consultorio privado en las tardes).

Tengo colegas que preparan y venden comidas, también venden bolsas plásticas, víveres en las calles o salen con sus carros a hacer traslados como taxis.

B: Se lee en la prensa falta de medicamentos en el país. ¿Es cierto? ¿Con qué medicamentos cuentan los galenos para formular?

M: Muchas ONG, las cámaras de medicamentos, la federación farmacéutica venezolana y la federación médica venezolana dan cuenta de un 90% de escasez de medicamentos en todo el país. Los pocos antibióticos que se consiguen en las farmacias están a precios dolarizados. Son difíciles de adquirir.

Los antihipertensivos, hipoglucemiantes orales, anticonceptivos, hormona tiroidea e insulina brillan por su ausencia.

B: Ahora hablemos del desabastecimiento en clínicas y hospitales. ¿Qué insumos hacen falta para que los médicos puedan dar la atención en salud?

M: El desabastecimiento en la parte pública es casi total. Los medicamentos cero.

Yo he tenido en mi ejercicio profesional muchos pacientes que han fallecido por ejemplo por insuficiencia cardiaca por no conseguir furosemida en ampolla que es algo tan elemental.  Insulina no hay, si llega un diabético en hiperglicemia, en coma diabético o cetoacidosis, sencillamente fallece.

Los insumos quirúrgicos son nulos, hasta ahora las intervenciones quirúrgicas que se realizan en los hospitales el paciente compra todo, desde los guantes hasta la aguja para la anestesia, el bulto quirúrgico, las suturas, todo.

En las clínicas el desabastecimiento es aproximadamente el 80% así el paciente pague la clínica, ésta no le garantiza lo requerido, salvo algunas excepciones.

B: ¿Ha tenido que usar insumos, implementos no indicados o incorrectos para atender a sus pacientes?

M: Sí, hemos usado guantes reutilizados. Las autoclaves en la mayoría hospitales no funcionan y se esteriliza con germicida tipo Gerdex o cloro cuando se consigue. Los guantes, las compresas, las inyectadoras, las agujas, todo eso no se elimina. Se reutiliza.

B: ¿Cómo se está tratando de garantizar una mínima calidad en el ejercicio en medio de la crisis?

M: Te puedo decir que muchos médicos lo hacemos. Por ejemplo, las curas en la mayoría de ocasiones lo hacemos sin guantes, no hay gasas, no hay vendas. Muchas veces colaboramos con los familiares para la compra del material para poder hacer las curas.

Los médicos de la sala de parto se las ingenian, muchas veces atienden partos con la luz del celular, suturan las heridas sin guantes. A veces nos ha tocado realizar prescripciones o indicaciones en papel reciclado o de segunda.

B: ¿Les han prohibido el gobierno solicitar a los pacientes la compra de insumos ante la escasez?

M: Al principio hace aproximadamente dos años cuando comenzó la escasez, los directores de los hospitales nos decían que no podíamos solicitarle nada al paciente, pero en vista de la escasez tan grave ellos nos dicen que pidamos.

De hecho, el paciente se hospitaliza y si no tiene antibiótico debemos pedírselo al mismo paciente o al familiar.

B: ¿Usted como profesional ha experimentado obstáculos para salir del país o está ejerciendo todavía en Venezuela por voluntad?

M: Te puedo decir que la mayoría de los médicos venezolanos, no deseamos, ni disfrutamos lo que estamos viviendo. Mi opinión y la de muchos colegas es emigrar buscando mejores condiciones de vida en todos los aspectos desde nuestra ropa, nuestros zapatos remendados, nuestra alimentación tan precaria y nuestra calidad de vida que está en el subsuelo.

No le garantizamos la vida a ningún paciente dentro de un hospital público en Venezuela.

Es difícil emigrar, eso yo lo entiendo, pero lo más importante es tener las ganas de hacerlo. Yo personalmente ya no quiero estar aquí. Estoy arreglando mis papeles para emigrar en un futuro cercano y sumarme así a la diáspora médica.

B: ¿Qué países ha considerado para irse a ejercer su profesión médica?

M: Lo más importante en mi vida profesional es garantizar la vida de un paciente y poder resolver su problema y en este país yo no lo puedo hacer. Quiero irme a cualquier país de sur América.

Cualquier país está mejor que nosotros en todos los aspectos. Yo sé que cualquier país nos recibe con los brazos abiertos, porque los médicos venezolanos están bien preparados.

Más de 22.000 médicos de diferentes edades se han ido de Venezuela tras la crisis.

B: ¿se ha llegado a sentir tratado como médicos de segunda en su propio país?

M: Sí, por supuesto que sí. He sentido la discriminación en mi propia piel y en mi propio país. El solo hecho de pensar diferente a los directores de los hospitales ya nos coloca con un estigma en la frente.

B: ¿Cree que existe persecución en Venezuela en el ejercicio médico?

M: Sí, por supuesto que nos persiguen. Yo lo he vivido en las protestas. Nos toman fotos, nos graban con los celulares y nos hacen la vida imposible en nuestro entorno laboral.

No podemos hacer denuncias públicas porque nos ponen presos o nos despiden de nuestros sitios de trabajo.

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En entrevista con otros médicos venezolanos, hablan de un pago por servicios de parte del Ministerio venezolano para el poder popular para la salud a médicos integrales comunitarios y especialistas por un valor de Bs 1.000.000 VEF mensuales que se divide en dos pagos quincenales (Bs 700.000 VEF la primera quincena y Bs 300.000 VEF la segunda quincena), es decir un aproximado de $ 5 USD al mes.

Adicional a esto, algunos galenos reciben un beneficio social de carácter no remunerativo similar a un bono llamado CestaTicket por un monto de Bs 900.000 VEF (aproximadamente $ 4,1 USD una vez al mes). Al ser un beneficio social, este valor no se contempla en el salario oficial para calcular la liquidación de servicios.

Ahora, en el ámbito privado el ingreso para los galenos es relativo. Un urólogo por ejemplo podría cobrar en una sola consulta Bs 300.000 VEF ($ 1,3 USD aproximadamente), mientras que médicos radiólogos en su ejercicio pueden llegar a recibir por ejemplo en una ecografía doppler Bs 174.000 VEF (menos de un dólar).

Ser médico en Venezuela. Huir es una opción.

 

 

Por: Alexánder Tique Aguilar

En Twitter: @AlexanderTiqueA