Fui de los colombianos que se casó con la propuesta a la presidencia de Sergio Fajardo en las pasadas elecciones y a la luz de los resultados hago parte de los que se quedaron con los crespos hechos mirando a lado y lado las opciones que quedaron para la segunda vuelta.

Diré que hasta hoy, sigo sin ver opciones que me convenzan. No tengo afinidad por la propuesta de Iván Duque y mucho menos por la de Gustavo Petro. Puedo decir que soy de esos colombianos que se quedó viudo el pasado 27 de Mayo y que quiere por ahora estar soltero, solo, sin la prisa de casarse con ninguno de esos dos pretendientes. He preferido quitarme el traje de luto y quedarme en traje  blanco.

Un traje tan blanco como mi voto. Algo que muchos me han cuestionado. ¿Qué podía esperar? si vivo en una sociedad que inclusive me cuestiona por tener 30 años y no tener hijos, ser “no heterosexual”, no estar casado o “arrejuntado” con alguien.

Yo creo que votar en blanco es válido, tanto como elegir quedarse soltero en la vida.

¿Qué puedo esperar? si vivo en una sociedad que prefiere cuestionar antes que respetar las decisiones.

Estoy en una sociedad donde las redes sociales por medio de un hashtag, trinos y memes han pretendido que me enamore de dos posturas políticas que no comparto o que por lo menos les regale un beso o un guiño (un voto). Pretenden con sus señalamientos lanzarme a un matrimonio obligado porque dicen que se les va a caer la paz o que nos volveremos una segunda Venezuela.

Les salgo a deber porque mi inclinación no la haga a la derecha o a la izquierda. Me han tildado de traicionero, tibio, vende patria, que no me importa el país y quien sabe qué más cosas. Lo dicho: les salí a deber.

¿Es que acaso uno tiene hijos en la vida porque la mamá quiere ser abuela? ¿O uno tiene que casarse para ocupar un lugar en la sociedad o tener familia? ¿Tendré que votar por su candidato para demostrar que me importa el país o que soy colombiano?

Me quedo soltero: voto en blanco

Me quedaré soltero en estas elecciones. No me voy a enredar con un Petro que le miente hasta a quienes votaron por él en primera vuelta. Sus seguidores votaron creyendo en una constituyente y ahora les dice que ya no, que eso es un plan B. Tampoco pienso caer en los brazos de un Duque “pegachento” con tanta mermelada y bajo el apadrinamiento de Álvaro Uribe Vélez.

Votaré en blanco y me quedaré para vestir santos. Yo creo que votar en blanco es válido, tanto como elegir quedarse soltero en la vida. Es una decisión, una opción. Es tomar una postura basado en unas creencias, principios o como lo quieran llamar.

A uno no tienen que decirle con quién debe o no debe estar por medio de “videítos” de whatsapp, cadenas de oración o con un afiche pegado en la ventana del carro o de la casa. En la vida como en la democracia uno tiene experiencias y de acuerdo a ellas aprende y elige el camino que cree correcto.

Eso y tan solo eso basta para tener la conciencia tranquila de que con mi blanca decisión grito mi desacuerdo en unas urnas (así otros digan que eso no tiene validez).

 

Me llamo Alexánder Tique Aguilar y no quiero que Petro sea mi presidente.

Me llamo Alexánder Tique Aguilar y no creo que con Duque el futuro sea de todos.

 

Por: Alexánder Tique Aguilar

En Twitter: @AlexanderTiqueA