La profundización de una crisis basada en el modelo de Ley 100, entre otros temas que vulneran la salud como derecho fundamental de los colombianos, son argumentos para que organizaciones del sector salud decidan participar en las movilizaciones del 21 de noviembre.
Y es que la Federación Médica Colombiana, la Asociación Colombiana Médica Estudiantil (Acome) y la Asociación Nacional de Internos y Residentes (Anir) consideran que en el país el modelo de Ley 100 de 1993 ha significado la pérdida de la vida de 1’427.535 personas por causas que el Instituto Nacional de Salud clasifica como evitables.
Adicional a esto, en lo que llamaron la twitteraton la noche de ayer con el #LaSaludSeMoviliza, se dieron a conocer que sus argumentos para añadirse a la movilización también se basan en datos de la Defensoría del Pueblo que estableció que en el año 2018 se interrumpieron 207.734 tutelas demandando servicios de salud en el territorio. Es decir, cada tres minutos se interpone esta acción legal en Colombia en solicitud de atención en salud.
Incluso los trabajadores de la salud han querido visibilizar su malestar porque consideran vulnerados sus derechos laborales por medio de la llamada «contratación por OPS» en donde vacaciones, pago de cesantías e incluso la prima legal no está considerada.
La voz de protesta también la levantan los médicos residentes pues sienten que «les hicieron conejo» con la llamada Ley de residentes. Dicen sentirse en medio de una precarización e incertidumbre porque no hay panorama para pago mensual y tampoco reducción de las onerosas matrículas de posgrado en medicina (puntos claves en dicha Ley).
Sectores de la salud marchan por un sistema que permita la atención digna y oportuna».
A esto se suma el llamado de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia (Anec) que exige al Gobierno Nacional la financiación de facultades de enfermería en universidades públicas, en especial las que se encuentran en zonas apartadas, de tal forma que se pueda superar la escasez de personal de enfermería en regiones donde los colombianos necesitan acceder a servicios de salud, y más aún si se tiene en cuenta que esta profesión representa cerca del 70 por ciento de los trabajadores en instituciones de salud.
Ni que decir de los pacientes que son víctimas de la corrupción que está quebrando el sistema y que se traduce en la negativa de servicios, demoras en acceso y la óptica del negocio con sus tratamientos con valores elevados que no permite que sean asequibles para los colombianos.
En síntesis, en esta gran movilización nacional, sectores de la salud marcharán por un sistema que permita la atención digna y oportuna, y en donde se implemente la ley estatutaria en salud para que esta sea garantizada como derecho fundamental y el Gobierno no siga guardando silencio y siendo cómplice.
La vida y el bienestar de los pacientes están por encima de los intereses de unos pocos.
Por: Alexánder Tique Aguilar