Las enfermedades bucodentales son un problema frecuente para millones de personas, es costoso tratarlas y algunos de los tratamientos no forman parte de la cobertura de los sistemas de salud. Son un problema de salud pública, porque según datos del estudio sobre la carga mundial de morbilidad (2017), se ven afectados 3.500 millones de personas en el mundo, donde la caries en dientes permanentes sin tratar son el trastorno más frecuente.
Sin embargo, María Fernanda Neira, especialista en patología oral y gerente de Fundación Cáncer Oral e Infantil, menciona que no todas las alteraciones en boca están relacionadas con caries, sino que algunas de estas pueden presentar lesiones asociadas a enfermedades con compromiso sistémico (es decir, en otros órganos o sistemas del cuerpo humano).
Esto último, por el respaldo científico que existe sobre el impacto de estas enfermedades y sus manifestaciones en boca. De esta manera, la diabetes, el hipotiroidismo, la anemia, leucemia, linfomas o presencia de enfermedades autoinmunes como lupus eritematoso, pénfigo (trastorno inmunitario) y otras como el VIH/SIDA afectan la condición oral.
Bajo este panorama, Neira resalta la importancia de tener en cuenta algunos signos de alarma y consultar al odontólogo si experimenta dolor al momento de comer, cambios en la salivación, dolor de las piezas dentales o las encías, inflamación o aparición de lesiones blancas, rojas, ampollas, masas, alteraciones en el paladar, en la lengua, entre otras que generen incomodidad o que simplemente llamen la atención.
Nueve de cada 10 personas en todo el mundo está en riesgo de tener algún tipo de enfermedad bucodental
Incluso, recomienda como medida preventiva dos consultas por odontología al año para analizar la parte externa de los labios, la mandíbula, verificar si hay inflamación, masas, abscesos, desviaciones de la mandíbula al abrir la boca, simetría entre lado derecho y lado izquierdo, entre otras. También, un examen intraoral para revisar si existe presencia de caries, malposiciones, lesiones en lengua, paladar, encías, carillos, piso de boca o mucosas, acompañadas de los medios diagnósticos que se requieran para ser más asertivos en el tratamiento.
Esto último, porque además en la boca pueden existir lesiones premalignas y lesiones asociadas a cáncer. Un tema no menor, pues para la Organización Panamericana de la Salud, nueve de cada 10 personas en todo el mundo está en riesgo de tener algún tipo de enfermedad bucodental y a pesar de esto, solo hasta 2019 se dio la inclusión de la salud bucodental en la declaración política sobre la cobertura sanitaria universal con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud.
Un tema álgido, que requiere de la prevención de cada individuo con cepillado mínimos tres veces al día, el uso de seda dental, el cambio de cepillo dental en lo posible cada 4 meses, pero donde también se requiere el fortalecimiento de su promoción por parte del sistema de salud y reformas en la cobertura del plan de beneficios que permitan, por ejemplo, la realización de tratamientos invasivos.
Por: Alexánder Tique Aguilar
En Twitter: @AlexanderTiqueA