La creciente dependencia de los smartphones en Colombia es innegable: un estudio de la Universidad Manuela Beltrán revela que el 40 % de los colombianos no podría pasar un solo día sin su dispositivo móvil. Además, cada colombiano posee en promedio 1,2 celulares, lo que refleja una renovación constante de equipos.
Sin embargo, esta frecuencia de reemplazo tiene un costo ambiental significativo. Estos datos resaltan la necesidad de dispositivos más duraderos y resistentes, capaces de soportar las exigencias del uso diario y las condiciones ambientales extremas, sin contribuir al aumento de residuos electrónicos.
Como periodista y creador de contenido que cubre la fuente tecnológica, he tenido la posibilidad de probar diferentes dispositivos que, en su mayoría, tienen avances increíbles en sus procesadores y cámaras, pero todos tienen algo en común: la fragilidad.
Los rayones y accidentes ocurren todo el tiempo: pantallas rotas, celulares que caen en piscinas, carreteras, etc. Con los años, los consumidores se han vuelto mucho más exigentes, y las compañías se enfrentan al reto de crear teléfonos que sobrevivan en entornos cada vez más hostiles para personas reales, como carpinteros, constructores, mensajeros o cualquier persona que viva el mundo y se enfrente a la lluvia, el calor o el frío.
Desde mi corta estancia en Miami, FL, logré probar un dispositivo desarrollado y probado en las condiciones más extremas. El selecto dispositivo denominado C75 de la compañía asiática Realme logró ser el primero en Colombia y en el mundo en desarrollar una certificación IP69.
La certificación IP69, un estándar que lo posiciona como el primer smartphone en su segmento con esta categoría de protección, garantiza que el dispositivo puede soportar inmersiones en el agua de hasta 2 metros durante 24 horas, resistir chorros de agua a alta presión y enfrentar temperaturas extremas sin comprometer su funcionamiento.
Debo aceptar que, como usuario, lo primero que daño en mis equipos es la pantalla. Por lo que la tecnología Armor Shell™ es clave para proteger la pantalla, ya que posee un cristal reforzado que es 2.6 veces más resistente a golpes y arañazos. Esta capa de protección se complementa con un airbag interno, al igual que en los autos, y un marco de metal integrado, que amortiguan los impactos desde cualquier dirección y ofrecen una defensa integral contra caídas.
“Este el primer teléfono en su segmento en obtener la certificación más alta, que es IP69 en protección contra polvo y agua. Esto demuestra nuestro compromiso con nuestros usuarios no solo de Colombia, sino a nivel global, y el cumplimiento de nuestra misión de llevar la mejor tecnología a todos”, aseguró Sebastián Quitian, Brand Experience Officer de realme Colombia.
¿En términos de mercado, por qué los consumidores esperaban un celular con estas cualidades en Colombia?
Según el alto ejecutivo, en Colombia los consumidores valoran dispositivos que resisten condiciones extremas debido no solo a las diversas condiciones climáticas, que van desde lluvias intensas hasta altas temperaturas a lo largo del territorio, sino también a estilos de vida activos en los cuales muchas personas practican deportes extremos o actividades al aire libre que demandan un dispositivo que los acompañe en todo momento.
Para Quitian, la durabilidad y el ahorro son temas muy importantes para los consumidores colombianos, ya que un teléfono resistente reduce costos por daños accidentales. Además, con el incremento de nuevos trabajos y oficios, como los servicios de mensajería y transporte, los trabajadores requieren teléfonos más rudos y con mejores especificaciones que puedan afrontar todas las dificultades que trae el día a día.
Sin duda, Colombia está recibiendo dispositivos de última tecnología avanzada que están impactando a los consumidores, y esta nueva innovación coloca la barra muy alta en el segmento de celulares todo terreno que no sacrifican funcionalidad ni tecnología.