Cuando Neil Armstrong era un niño, viajar a la Luna era una quimera propia de los pasajes literarios. La sociedad alimentaba la mística del astro hermano con relatos sobre las bestias que lo habitaban y sus estremecedores parajes. «Más allá de lo visible, allá donde nuestra vista no alcanza, en el lado oculto de la Dama Blanca, se agolpan los horrores», aseguraban los ancianos.
Neil era un niño travieso, encantado por el fulgor de las estrellas. Deseaba abrazarlas y danzar con ellas. Soñaba con explorar el cosmos. Admiraba la Luna, engalanada de blanco armiño, misteriosa e inalcanzable en el firmamento, y fue en su conquista.
Aquel 20 de julio de 1969, cuando el planeta entero contemplaba el alunizaje y los primeros pasos de un hombre en la Luna, Neil Armstrong nos convenció de la fuerza sin límites de la razón y voluntad humanas. Nos demostró que abrazar las estrellas no era una quimera, era una posibilidad. Inspiró a la humanidad a transformar los sueños en actos y obras concretas, a explorar lo desconocido con valentía y a expandir sus horizontes.
Por un instante, unió a capitalistas y comunistas en un concierto a la ciencia y al progreso. Por un momento, desmanteló la cortina de hierro y unificó al mundo. A las 9:56 de la noche (hora colombiana), del 20 julio, acabó con siglos de conjeturas, de imaginaciones, de rumores e ideales. Nuestro satélite lucía como un valle grisáceo, blanquecino, arropado por el brillo de la Tierra. Ya no era un inimaginable, ya no era ajeno.
Desde aquel entonces, su nombre se escucharía en cualquier clase de historia. Desde aquel entonces, los pasos de la humanidad serían diferentes. Desde aquel entonces, niños de todo el mundo soñarían con ser astronautas para caminar por los paisajes lunares, para conquistar el espacio y alcanzar lo otrora inalcanzable.
Murió a los 82 años de edad, recordado por su temple de acero y su humildad ejemplar. Sus compañeros lo llamaban El Comandante de Hielo (Ice Commander).
Referencias en honor a Neil Armstrong
«Él fue un científico, él fue un explorador. Armstrong nos brindó una nueva manera de pensar acerca de nuestro lugar en el universo. Cambió el significado de ser persona. Después de su travesía, la Luna no fue un ideal inalcanzable» Stephen Marche, Esquire.
Versión original: http://bit.ly/Rbx1Bu
«Neil Armstrong aprendió a aterrizar en la Luna volando en una máquina de pruebas llamada Lunar Landing Research Vehicle (LLRV). Lucía como un insecto metálico o un complicado paraguas. Durante una de las pruebas, perdió el control. Se eyectó a una altura suficiente como para poder abrir el paracaídas y garantizar un descenso seguro. La historia cuenta que, después del accidente, empacó sus pertenencias, se acercó a su escritorio y llenó los papeles necesarios, como si fuera otro día cualquiera en la oficina» Bill Nye, The Planetary Society.
Versión original: http://bit.ly/Ohl3Gj
«Mientras existan los libros de historia, Neil Armstrong será incluido en ellos y será recordado por haber dado el primer paso de la humanidad en un mundo diferente al nuestro», Charles F. Bolden Jr, administrador de la Nasa. Obituario de The New York Times.
Versión original: http://nyti.ms/Pjq1Db
«A la pregunta sobre la teoría conspirativa que asegura que el viaje a la Luna fue un montaje, Armstrong respondió, en su última entrevista: ‘La gente ama las teorías conspirativas. Son bastante atractivas, pero nunca me han preocupado porque sé que, algún día, alguien volverá a la Luna y recogerá la cámara que dejé allá tirada'», Paul Gallagher. The Guardian.
Versión original: http://bit.ly/PFJDV1
«A diferencia de sus compañeros astronautas (dos de los cuales se volvieron senadores) Armstrong eligió un retiro relativamente silencioso, enseñando ingeniería en la Universidad de Cincinnati. Sólo regresó a la Nasa en dos ocasiones para ofrecer su asesoría. La primera vez fue cuando casi ocurre el desastre del Apollo 13 y la segunda, cuando el transbordador Challenger se desintegró en 1986″, The Economist.
Versión original: http://econ.st/NNINqE
Por último, comparto con ustedes la hermosa portada de The Times (27 de agosto):
Y para ustedes, ¿qué significó Neil Armstrong?
Fotos: Nasa, Life