En un comienzo, el video de Pautips (Paula Galindo) titulado «Adiós» parecía ser un confesión sincera, un llamado de atención sobre los vejámenes que nos aquejan como sociedad. Constituía, acaso, un grito de ayuda y un punto de partida para plantear un debate sobre la depresión.
Con más de 9 millones de seguidores, sus sentidas palabras, su rostro compungido, e incluso el uso de una música sensiblera de fondo, el video parecía tener garantizado el impacto mediático. Y así ocurrió: Pautips ocupó las primeras páginas con su decisión de, aparentemente, dejar de publicar videos en su canal para dedicar un tiempo a sanarse.
Horas después, esa misma noche, Pautips confesó en sus historias de Instagram que aquel video había sido grabado dos meses atrás y que el ‘adiós’ hacía referencia a su decisión de abandonar Los Ángeles. Además, afirmó encontrarse muy bien de salud gracias a los tratamientos a los que se había sometido. Y culpó a los medios de haberla tergiversado.
El repentino cambio en el discurso de la youtuber dejó entrever que podría haber utilizado un recurso, el de generar lástima, y, por qué no decirlo, el de trivializar la depresión para generar impacto mediático. En efecto, el video obtuvo más de 4 millones de visitas, en contraste con las 800.000 visitas que reciben sus publicaciones habituales en promedio.
Apenas un mes antes, la también youtuber Laina Morris hizo exactamente lo mismo que Pautips: un video llorando y diciendo que se retiraba de YouTube por depresión. ¿Coincidencia?
Hay quienes argumentan que su actuar constituye una muestra más de sus patologías. Es posible. Sin embargo, también supone una advertencia: hay que tener cuidado con la forma en que se maneja el tema porque es bastante serio.
Para quienes han sufrido depresión y quienes no, el manejo dado al tema puede verse como trivial. Si vamos a poner la depresión en la palestra pública, debemos hacerlo con seriedad y no como un vano recurso para incrementar nuestra visibilidad. Con atino señala Félix de Bedout: «La depresión cuesta vidas, la depresión no hace distingos de ricos o pobres, famosos o no, la depresión necesita ayuda profesional, la depresión no es un juego de likes«.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo corrobora: «La depresión es un trastorno mental frecuente. Se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo».
«La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan cerca de 800.000 personas, y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años», añade la OMS.
Y continuando con lo señalado por esta organización, la depresión también puede ser moderada. De esta manera, a tu lado puedes tener una persona con depresión que es completamente funcional. Puede ser alguien que sonríe y participa de todos los eventos sociales, puede verse feliz, pero por dentro carece de motivaciones y de deseos para continuar adelante con su vida.
¿Cómo lo sé? Yo padecí depresión por años. A pesar de eso, siempre fui al trabajo. Pero hubo días en los que no quería pararme de la cama. Mis jefes nunca entendían qué me pasaba si mi vida era, en apariencia, perfecta. «¿Por qué nunca te ves motivado?», me decían.
Y, así, en ocasiones me encontraba en el otro lado del mundo, disfrutando del viaje de mis sueños y de los sueños de tantos otros, pero al contemplar la majestuosidad de ciudades como Taipei o Pekín desde el balcón de mi hotel, solo anhelaba lanzarme al vacío. Mi sonrisa en las fotos enmascaraba el dolor de mi espíritu.
La depresión se puede manifestar de forma estridente, no hay duda, con llanto y alaridos si se quiere. Pero también puede ser un pasajero silencioso que te va destruyendo el alma. Y puede no haber razón aparente en muchos casos. En otros sí: puedes estar enfrentando un problema irresoluble o una tragedia, por ejemplo.
Este video explica de forma breve y sencilla qué es la depresión, cuáles son sus síntomas y qué tratamientos existen:
Así como ese video, pueden encontrar cientos más con buena fundamentación científica sobre qué es la depresión; una enfermedad que merece un debate de altura.
Este 10 de septiembre, únete al Día Mundial de la Prevención del Suicidio
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