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Los bogotanos seguimos condenados al mal servicio del transporte público, en todos estos años ningún gobierno ha querido poner el dedo en la llaga frente al servicio que prestan los taxis, llega un tercero, que vio una oportunidad, atendiendo lo que debería ser su razón de ser, “el usuario” y el gobierno en vez de reglamentarlo quiere meterlo a la fuerza dentro del sistema que nos tiene desesperados, me temo que si el gobierno sigue con esa idea, terminará dañándolo y haciéndolo inviable en una ciudad como Bogotá que cada día está más lejos de ser lo que fue, la “Atenas Suramericana”
Si damos un vistazo a la Ley 105 de 1993, el transporte público se rige, entre otros, por los siguientes principios:
“Carácter de servicio público del transporte. La operación de transporte público en Colombia es un servicio público bajo la regulación del Estado, que ejercerá el control y la vigilancia necesarios para su adecuada prestación en condiciones de calidad, oportunidad y seguridad. Es deber del estado evitar que se presenten prácticas monopolísticas u oligopolísticas que afecten los intereses de los usuarios (art. 3, numeral 2).
Existirá un sistema básico de transporte accesible a todos los usuarios y se permitirán, de acuerdo con la regulación o normatividad, los transportes de lujo, turísticos y especiales, que no compitan con el sistema básico.”
Se ha querido considerar el transporte público de lujo y palabras más palabras menos, se hace cediendo su operación al servicio público individual, llámense taxis, lo cual atenta contra los principios de libre competencia económica.
De un lado tenemos el servicio público básico: buses, transmilenio, colectivos, SITP y taxis; y de otro lado turísticos y especiales.
El modelo de servico público de lujo no es negocio en Bogotá
La inversión inicial de cupo, vehículo, equipamento y seguros asciende a $160.000.000 comparado con $110.000.000 de un taxi tradicional, para un conductor alquilado el producido actual ronda los $80.000 por el turno largo, con lavado y combustible, suma $120.000, y en promedio le quedan $30.000 libres.
En el nuevo auto de lujo, si se mantiene la proporción de inversión y gastos de mantenimiento, el propietario debe recibir un mayor producido diario, el cual seguramente llegará a los $120.000, con combustible y lavado son $170.000. Si se prestan la misma cantidad de carreras que en un taxi tradicional, la tarifa debe ser al menos 43% más alta para cumplir con lo obligatorio y librar los mismos $30.000. Eso sin considerar que la demanda no llegue al mismo nivel, uno por el costo y dos porque el usuario del servicio de lujo no tiene la confianza en los propietarios mayoristas que dominan el transporte en la ciudad para utilizar sus servicios, es así como con un porcentaje menor de ocupación, la tarifa deberá ser aún mayor para lograr equlibrio en el negocio. Además como no habría demanda continua por servicio de lujo, se prestarían servicios básicos que resultarían en competencia desleal entre taxis tradicionales y de lujo.
Aún si Uber decidiera utilizar dichos vehículos las cuentas no cuadrarían, en un día de buena productividad de un carro en Uber se facturan $200.000, y el ingreso después de comisión es entonces es de $160.000, eso nos lleva a que el conductor debería trabajar más para cumplir con lo obligatorio, y desafortunadamente la extensión en horas de trabajo resultan en disminución en la calidad del servicio.
En Bogotá ya conocemos un servicio de calidad, ya sabemos que es seguridad, comodidad, eficiencia en transporte público, es una lástima que el gobierno en lugar de buscar extender estas condiciones y exigirle a los prestadores de servicio, en especial a los taxis, nos quieran llevar al opuesto de premiar a dichos intermediarios con un negocio en el que ven potencial de desarrollo.
En lugar de buscar inventar lo que ya está inventado, No es mejor ajustar el servicio especial para que pueda operar el servicio tipo Uber? Sabe el Ministerio de Transporte que en el mundo esa no es la única aplicación? Saben además que ese tipo de aplicaciones también operan con vehículos particulares en este planeta? Del mal que consideran tener a Uber operando en vehículos de servicio especial por qué no ven la oportunidad a prevenir un problema real? Saben ustedes que va a suceder cuando Uber, al ver que bloquean su desarrollo, empiece a operar el UberX?
UberX es un servicio más económico que el Uber que conocemos y opera con vehículos particulares, y peor aun, el mayor competidor de Uber es Lyft, también utiliza particulares y para que se preocupen autoridades y propietarios de taxis, esa es la verdadera revolución de transporte, porque bajo la figura de compartir un vehículo de uso personal ofrecen transporte con tarifas similares a las de un taxi normal, y no se asusten, pero ahí si más de medio país les va a hacer paro, porque los tales cupos pierden su valor, la gente se transporta decentemente y físicamente no hay manera de hacer retenes para verificar la relación entre conductor y pasajeros.
Entonces, antes de querer tapar el sol con un dedo amenazando a Uber con que se tienen que ir del país o montar un remplazo criollo que no va a funcionar, invito a las autoridades a que incluyan en el servicio especial esto que funciona, que además aprendan e inviten a taxistas de todo el país a educarse en eficiencia y servicio al cliente para que los beneficiados sean también los que no tienen tarjeta de crédito o no tienen capacidad de pagar un Uber. Los tecnicismos pueden actualizarse, la reglamentación actual no contempló nunca el desarrollo tecnológico que nos ha llegado, Uber ha entrado como una herramienta tecnológica que conecta oferta y demanda por un servicio específico, conecta vehículos de servicio público que cumplen toda la normatividad de seguros, equipamiento, seguridad y comodidad, con usuarios que necesitan exactamente eso, movilizarse con seguridad, comodidad y eficiencia que no ofrece el servicio de transporte público básico. Adicionalmente, Uber genera un contrato electrónico en donde se establecen las condiciones de servicio y tarifa entre las partes.
El Ministerio de Transporte, además, bien podría efectuar otro tipo de intervenciones, en compañía del Ministerio de Trabajo pueden revisar e intervenir las condiciones de contratación y trabajo de los conductores de taxi, la inclusión de conductores de taxi en el régimen contributivo es un buen comienzo, pero si siguen ignorando la situación no se va a librar el medio del taxi de la usura, mal servicio y abuso con los ciudadanos. En compañía de la DIAN y la secretaría de hacienda de la ciudad, bien se puede aumentar el recaudo, el taxi como actividad comercial debe pagar impuesto de industria y comercio, de modo que así como el tarjetón debe renovarse con la planilla de aportes parafiscales del o los conductores, puede incluirse prueba de pago de industria y comercio también para la renovación. Y no solo eso, el proceso de compra-venta del cupo no genera ingreso al fisco, y ahí existe una ganancia ocasional que no se declara, seguro al verificar el historial de traspasos de un taxi se puede encontrar evasores y un interesante modo de lavar activos. Esa es la transparencia que necesitamos, ese es el Estado que queremos.
Muy buen analisis de esta problematica, descrimina lo inviable de este nuevo servicio que quieren “inventar” los cacaos del transporte y demuestra que asi como les exigen a los blancos una supuesta falta de pago de impuestos, ellos hipocritamente ganan un valor por su carro que no declaran al estado. Muy bien.
P.D: Me gustaria poder contactarlo@: shockpalacio@outlook.com
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