Con el tiempo, los tatuadores han empezado a adquirir un valor muy importante para mí. Pasaron de ser unas personas que cumplían un trabajo como cualquiera de nosotros, que formaban parte de un negocio; a convertirse en una persona a la que le confío mi piel. Pues entendí que el trabajo de mi tatuador (voy a donde la misma persona desde hace 3 años) vale mucho, que es un artista y sobretodo que mi piel también es importante como para hacerme cualquier cosa.

En este tiempo, en el que llevo aprendiendo y escribiendo sobre el mundo de los tatuajes, me he dado cuenta que el proceso de aprendizaje para ser un tatuador no es nada fácil y requiere de mucho trabajo, constancia y disciplina.

Cecilia Videla, por ejemplo, es una diseñadora web de una multinacional de videojuegos en Argentina, quién se empezó a tatuar hace más de 10 años, pero que tan solo se animó a aprender a tatuar desde hace dos meses con la ayuda de un amigo que es tatuador en Buenos Aires.

«Hace años que lo vengo considerando, pero recién hasta este año me animé. Mi vida dio muchas vueltas últimamente y el arte me ayuda a descargar muchas cosas», cuenta esta argentina que estudió bellas artes y diseño gráfico. «Todos necesitamos un cable a tierra en este momento», agrega.

Algo similar le sucedió a Juan Pablo Calderón, fotógrafo colombiano, quien se tatúa desde el 2001 y casi once años después se metió en el rollo de aprender a tatuar. Aunque según cuenta él, su trabajo ha sido más complicado ya que el proceso incluía aprender a dibujar desde cero. «El proceso empezó en julio de 2012 y hasta diciembre del mismo año hice el primer tatuaje», agrega Juan Pablo.

Tatuaje hecho por Juan Pablo Calderón
Foto: Cortesía Juan Pablo Calderón

Mientras Cecilia práctica sobre naranjas, Juan Pablo lo hizo sobre piel de cerdo. Si bien ambas prácticas se asemejan por ser una textura similar a la de la piel humana, parece que la experiencia de Juan Pablo fue menos agradable. «No solo fue desagradable por su olor, sino que también muy contradictorio: para esa época yo no comía carne de cerdo y no me gustó el resultado».

Paso seguido, decidió tatuarse a él mismo y al hacerlo comprendió muchas cosas como la calibrada del voltaje de las máquinas, la profundidad a la que debía insertar las agujas y cómo hacer el sombreado.

Cecilia también concibió la idea de tatuar sobre piel de cerdo o piel sintética, pero al final eligió las naranjas por la resistencia que ejercen al tatuar y que se asemeja a la piel de nosotros. Pero también encontró algunos obstáculos: por ejemplo la forma y el tamaño son un gran limitante para elegir los diseños.

Foto: Cortesía Cecilia Videla

Tatuaje que se hizo Juan Pablo a él mismo. Foto: Cortesía de Juan Pablo Calderón

 

 

 

 

 

 

Pero todo esto sería aún mucho más complicado si no hubieran contado con la experticia y consejos de otros grandes tatuadores. Para el caso de Cecilia, su profesor ha sido Diego Ramallo con más de 20 años de experiencia como tatuador. Diego, aprendió a tatuar sobre sus amigos y trabajó por doce años en American Tattoo, uno de los locales más conocidos en Argentina.

Mientras que Juan Pablo tuvo la ayuda en un principio de Sergio Manrique, tatuador de Lucky’s Parlour en Bogotá. Sergio, lo guió en ejercicios para dibujar cosas simples, le enseñó a armar la mesa de tatuajes, la máquina y procesos básicos e importantes de bioseguridad. Actualmente, Sergio es quien tatúa a Juan Pablo desde hace más de 4 años.

Por su parte, Diego cuenta que parte de la enseñanza inicia con un conocimiento básico sobre la máquina, su funcionamiento y cómo regularla, ya que su mal uso puede llegar a lastimar la piel y no obtener un buen resultado. «Creo que es algo muy personal ya que cada uno tiene su escuela. En mi caso trato de transmitir mis conocimientos obtenidos a través de tantos años, desde la fluidez de un diseño hasta las diferentes partes del cuerpo a tatuar».  Por lo general, los puntos básicos a corregir son generalmente la profundidad de las agujas y la buena aplicación del pigmento, agrega Diego.

Ahora Juan Pablo tiene el reto de aprender a tatuar nuevas cosas y de hacerlo solo como lo ha hecho desde hace un tiempo. Algo que sin duda no le preocupa ya que muchos tatuadores aprendieron igual. Cecilia por su parte, sigue contando con el apoyo de Diego y con el que trata de reunirse una vez a la semana para practicar diferentes estilos.

@ricardoduranv

Blog Original: http://tatuajesyperiodismo.com/