Se trata del artista belga Wim Delvoye quien tatúa marranos vivos para usar en sus exposiciones de arte. Desde que inició su trabajo artístico, se ha caracterizado por ser irrespetuoso al romper algunos esquemas de la sociedad y es reconocido por ser un artista «provocador».

Pero más que un artista provocador, creo que es un salvaje al pensar que marranos tatuados es algún tipo de arte. Y no lo digo porque estéticamente el marrano se vea bien o no con los tatuajes, sino por todo el dolor que para ellos significa tener un tatuaje.

Tomada del sitio oficial de Wim Delvoye

Es probable que usted esté pensando que las terminaciones nerviosas y el umbral del dolor de los marranos sea diferente a la de nosotros o que los animales fueron tatuados bajo anestesia -y en eso tendrá razón-, pero también es cierto que la piel del cerdo es de las más similares a la del hombre (razón por la que es una de las formas de aprender a tatuar es sobre piel de cerdo…pero no en cerdos vivos) y por eso me atrevo a asegurar que estos animales están pasando por un procedimiento doloroso que ellos no escogieron y al que sí son sometidos por cuestiones «artísticas».

Pero también puede que usted no sepa -o tal vez sí y en ese sentido espero que me entienda- pero un tatuaje duele y molesta desde que se hace hasta que está totalmente cicatrizado. Es decir, el dolor y la molestia van más allá del momento en sí de la creación del tatuaje. Un tatuaje duele cuando las agujas están rompiendo la piel para insertar el pigmento en la dermis. Un tatuaje duele en los primeros días después de que está hecho porque la piel se inflama en muchas ocasiones. Un tatuaje molesta y rasca mientras la cicatrización que puede tardar hasta dos o tres semanas.

Además, parte de la curación también incluye la higiene donde los tatuajes tienen que estar totalmente limpios para evitar infecciones y no se puede olvidar que hablamos de animales que están al aire libre, en el barro, en la tierra.

Delvoye empezó a tatuar en piel de cerdos alrededor de 1990, pero fue hasta 1997 cuando empezó a usar marranos vivos como lienzo de sus obras y para ello compró una granja en Beijing donde mantenía a los animales, los alimentaba  y estos crecían con ayuda de expertos y veterinarios. Después los afeitaba y sedaba para tatuarlos. Este proyecto del belga, es conocido como Art Farm.

Para una entrevista en 2007, este artista belga afirmó que «Cuando los turistas se quedan viendo a los marranos tatuados, observándolos, soy feliz. Siento que les he dado de vuelta su dignidad».

Tomada del sitio oficial de Wim Delvoye

A propósito, en algunos lugares del mundo como Nueva York, existen proyectos de ley que buscan prohibir los tatuajes y piercings en animales sin ninguna razón fundamental más allá de satisfacer un fetiche. Esto se debe al auge que se ha dado a nivel mundial de tatuar mascotas como perros, gatos e inclusive peces.

Uno de los más recientes casos, es el de un tatuador en Brookling que decidió tatuar a su pitbull cuando estaba anestesiada después de una cirugía.

Ahora, pregunto: ¿tiene Wim Delvoye agún tatuaje? ¿Sabe que lo que significa tener un tatuaje por experiencia? Porque en lo que busqué y averigüé, no parece.

@ricardoduranv

Blog original: http://tatuajesyperiodismo.com/