Para mi buena amiga Baru que hoy se hace su primer tatuaje
Además, tienes el descaro de hacer sufrir a quienes te buscan, les haces sentir un poco de dolor al inicio para que al final estén encantados con tu forma de ser una vez estás impregnado en el cuerpo para no irte nunca más. Tal vez el único que se podría comparar contigo Tattoo es el amor, que aunque también duele vale la pena tenerlo.
Y sabes que aunque algunos no te quieren y te critican, puedes estar tranquilo porque existimos millones que te amamos. Tanto así que muchos de nosotros te queremos de varias formas, colores y tamaños. Es más, a los que hablan mal de ti, les puedes decir con toda la tranquilidad del mundo que los entiendes y que eso no te afecta porque es tanta tu grandeza que existes desde las primeras civilizaciones y todavía sigues aquí decorando cuerpos completos en diferentes países, culturas e idiomas.
Y claro, nunca faltarán los envidiosos que van a llegar a decirte que quedaste mal hecho, que estás feo o que tienes algún defecto. Pero quiero decirte que no es tu culpa Tattoo y nunca lo será. Los únicos culpables son ellos mismos (o nosotros mismos), que no te buscaron bien, que no invirtieron lo que debían, pero son muy cobardes para aceptarlo y cómodamente te culpan a ti.
Y lo más lindo de ti, es que tienes el don de ayudar a quienes deciden llevarte. Porque para muchos podrás ser una decoración, pero para otros significas mucho, significas tanto que puedes ser la razón de vida o muerte de una persona. Y eso lo sabes más que nadie cuando ayudas a curar heridas, a ocultar otras, a sobrepasar dificultades o cuando conmemoras a alguien que ya no tenemos.
Por eso Tattoo, una vez contigo, siempre contigo.