«Fue un sermón muy fuerte, pues afirmó que los tatuajes son cosas de Satanás, y quienes lo llevan son un mal ejemplo para la sociedad«, relató Andrea Carolina Olaya (luchadora del Huila que nos representará en Río de Janeiro 2016) sobre el discurso que dio el cura que le negó la comunión esta semana por tener tatuajes. Además, «El padre Ángel Alberto Pardo me dijo que mi apariencia era desastrosa y que, por mi presentación personal, no debía tomar la hostia«, siguió contando la deportista, según informó El Tiempo, con el cual se sintió ofendida ya que lleva en su hombro un tatuaje de los anillos Olímpicos y un símbolo indígena en el cuello.

Imagen: Archivo de El Teimpo

Sin embargo, no es la primera vez que un deportista colombiano tiene choques con la religión por llevar tatuajes y mucho menos es la primera vez que religión y tatuajes tiene choques en nuestra sociedad.

Por ejemplo, Juan Pablo Pino sufrió un susto bastante grande en 2011 cuando jugaba en en el club Al Nasr de Arabia Saudita. En ese entonces, Pino se encontraba de compras con su esposa en un centro comercial cuando fue arrestado por mostrar sus tatuajes de los brazos en público, los cuales incluyen varios retratos de Jesús, y que es una violación a las normas del reino Saudí.

«Los tatuajes tiene efectos negativos en la juventud saudí. Les comunicamos que deben advertir a todos los jugadores extranjeros en el reino que deben de cumplir las normas y cubrirlos durante los partidos«, comunicó en su momento la Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio de aquel país.

Otros casos famosos y alejados de los deportes, se han vivido desde el 2012 en países como Siri Lanka, Malasia o Tailandia. En el primero, dos ingleses fueron deportados del país en 2012 y 2015 por llevar tatuajes de Buda, los cuales fueron considerados como una falta de respeto hacia la religión y también una amenza contra la vida de estas personas.

En 2011, el Ministerio de Cultura de Tailandia empezó una lucha para prohibir el ingreso de los turistas que tuvieran imágenes de Jesús, Buda o Ganesha.Culturalmente es inapropiado y erosiona respeto por la religión. Esos tatuajes hacen parte de una moda y quienes lo llevan no creen en esa religión o no saben el significado de las imágenes”, afirmó Niphit, ministro de cultura de la época. Y en 2012, el gobierno de Malasia canceló un concierto de la artista Erykah Badu, después de que saliera al público una publicidad del evento en el que se le veía a la cantante un tatuaje escrito en árabe que decía “Alá”, lo cual fue tomado como un insulto para el Islam.

@ricardoduranv