Cristiano Ronaldo solo hay uno. Volvió a ser decisivo en la Champions League con dos goles, entre ellos una chilena que el público rival aplaudió.

La última vez que el Real Madrid jugó en Champions League sin que Cristiano Ronaldo anotara fue en semifinales de la edición pasada, en el partido de vuelta, contra el Atlético de Madrid. Ese día, el merengue perdió 2-1 ante el colchonero, pero pasó a la final gracias a haber ganado la ida 3-0, con un hat-trick de Ronaldo. Desde el partido siguiente (la final en Cardiff en la que el Madrid ganó 4-1) hasta el del martes, CR7 marcó al menos un gol por encuentro. A pesar de eso y de que, sin él, el Real Madrid no sería bicampeón actual de la Champions ni aspirante al tricampeonato, el presidente merengue Florentino Pérez lleva varios meses buscándole reemplazo, en vez de trabajar para que el crack se quede en Madrid. 

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Puede que Neymar Jr y Kylan Mbappé, las joyas del Paris Saint Germain pretendidas por Florentino, tengan un gran potencial y muchos años de carrera. Sin embargo, el primero solo ha demostrado ser una caja de sorpresas. El brasileño ha sido más protagonista este año en el Paris Saint Germain por sus viajes, su falta de disciplina y su lesión que por lo que ha hecho en el campo. Poco se parece en eso a Cristiano, cuyo objetivo principal es llegar más preparado que nadie a cada partido. El segundo (el francés Mbappé) es un gran jugador, pero no tiene ni el nivel ni el potencial que Ronaldo tenía a los 19 años. Otros jugadores, como Eden Hazard, Harry Kane y Robert Lewandowski, tienen nivel para jugar en el Real Madrid, pero ya parecen haber alcanzado todo su potencial y no le llegan a Cristiano ni a los talones.

Para acercarse al nivel de CR7 hace falta, por lo menos, cumplir tres características. La primera es la pegada. El golpe del portugués combina la potencia de Roberto Carlos con una excepcional precisión. Goles como el que le anotó al Osasuna en 2011, desde 35 metros, demuestran por qué no hay que dejarle espacio en la media distancia. La segunda característica es la disciplina. No creo que haya un jugador en la élite del fútbol con la profesionalidad de Cristiano. No era bueno con la cabeza, se volvió de los mejores. Le costaba jugar de delantero centro, ahora prefiere jugar ahí. Lo pusieron a cobrar penales, logró anotar el 84% de casi 100 lanzamientos. La última característica, que es quizá la más complicada de emparejar, es el instinto. No se trata solo de saber pegarle al balón, ni siquiera de practicar los puntos débiles. El verdadero delantero sabe, por puro instinto, cuándo debe ejecutar y cómo debe hacerlo. Ningún aspirante actual a reemplazarlo tiene el nivel de Cristiano en esto.

CR7 solo es menos jugador que alguien que se llama Lionel Messi y cuyo traspaso al Real Madrid es muy improbable. Aparte del crack argentino, nadie tiene las credenciales para hacerse llamar el sustituto de Cristiano en el Madrid. Por eso, y teniendo en cuenta que Ronaldo es de lo poco rescatable de la mala temporada del Real, Florentino debería enfocarse menos en hacer caja con nombres bonitos en la camiseta, como los de Neymar y Hazard (que bastante plantilla tiene como para traer uno de esos), y más en garantizar que el portugués se quede unos tres años más. Tras hacer eso, que entienda, de paso, que Cristiano Ronaldo solo hay uno.

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