No se trata de si el VAR ayuda o no al árbitro en el Mundial, sino de si perjudica al fútbol mismo. El dilema no es tan sencillo como parece.

Creer que el VAR (o video arbitraje) puede perjudicar al árbitro es absurdo. Es un excelente mecanismo para que el juez despeje dudas en las cuatro ocasiones en las que aplica (gol, fuera de juego, tarjetas y confusión de identidad). Es un principio básico y, por lo general, efectivo. El árbitro se equivoca, el VAR sugiere y se corrige la acción. Aunque todavía queda un factor de puntos grises, pues no todo evento en el fútbol es juzgado de la misma manera por dos personas, este mecanismo se presenta como un ángel de la guarda para evitar escándalos como el gol de Carlos Tévez contra México, el gol que no fue de Frank Lampard contra Alemania (ambos en Sudáfrica 2010), o el penal pitado a favor de Holanda contra México en el Mundial de 2014.

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La preocupación que debería desvelar al futbolero es cómo va a afectar el VAR los tiempos y el dinamismo del partido, en especial en una gran cita como el Mundial. Un árbitro puede seguir los pasos y solucionar su duda sin mayor problema, pero el tema está en cuánto se demore haciéndolo. La mayor virtud que tiene el fútbol sobre casi todos los deportes es que pararse al baño es un riesgo porque el partido no da respiro. Mientras el basquet, el béisbol, el fútbol americano y el tenis son juegos con mucho descanso, el fútbol es una atracción constante. Eso desaparecerá si el árbitro tiene que parar un partido cinco veces a causa del VAR y, encima, se toma 2 minutos en cada duda.

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Por eso, por el dinamismo que exige este hermoso deporte, el éxito del VAR depende casi exclusivamente de la astucia del árbitro. Será amado por la gente durante el Mundial si, aparte de aclarar la confusión, es claro, rápido y efectivo. El mejor juez será aquel que use el VAR solo cuando lo necesite, que no demore mucho y que sepa comunicar a los demás la decisión para que el espectáculo pueda continuar. Ahí está el dilema y la apuesta de la FIFA para este Mundial. Les puede salir muy bien o pueden dañar la mística de este deporte. Por primera vez, el árbitro puede ser el héroe pero para serlo, tiene que ser tan selectivo como eficiente.

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