Bayern es el equipo perfecto para James en este momento de su carrera, pero todavía falta que el colombiano decida quedarse y que el club alemán lo compre.
Estos días suena James Rodríguez en los periódicos españoles y alemanes. Aunque el colombiano lleva un año fuera del Real Madrid y ahora viste la camiseta 11 del Bayern de Múnich, el club español sigue siendo dueño de sus derechos deportivos y el mediocampista juega cedido en el conjunto bávaro. Todo indica que Jorge Mendes, representante de James, llegará estos días a Múnich para ver si el Bayern ejercerá la opción de compra sobre su cliente. Frente a esto, pasa por la cabeza de varios la idea de que el mediocampista pueda volver a Madrid el próximo verano. De hacerlo, James cometería un gran error.
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Su situación actual en el Bayern es bastante buena y le da continuidad a su crecimiento deportivo. La afición lo quiere, el nuevo entrenador lo elogia en cada oportunidad que tiene y solo lo deja en el banco cuando le quiere dar descanso. El equipo lo considera un jugador eje, de esos que sube el nivel de la plantilla y aporta un toque especial. Varios analistas e hinchas incluso lo consideran el mejor jugador del Bayern, elogio que no es menor, pues estamos hablando de un equipo compuesto por estrellas y multicampeón de Europa. Lo cuidan y le hacen jugar, algo que para un futbolista en la cúspide de su carrera es muy importante. James tiene 27 años y debe aprovechar ese momento dorado en el que se equilibran la experiencia y el físico.
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Muchos dirán que está en una zona de confort, y puede que tengan razón, pero no por eso James debe hacer maletas en busca de nuevos desafíos. Volver a Madrid para consolidarse como blanco tendría su morbo, siempre y cuando el Bayern no tuviera nada nuevo que ofrecerle. Ese no es el caso. El colombiano ha mostrado un fútbol con el equipo alemán que no se le había visto nunca e incluso evolucionó como jugador. Mientras que en el Real Madrid se afianzó (por un temporada) como el gran mediapunta al que José Pékerman dio vida en el Mundial 2014, en el Bayern hizo lo mismo, pero también aprendió a ser armador y recuperó sus dotes perdidos de extremo. Hoy el sigue mejorando y los rivales no logran anularlo, pues hace daño en cualquiera de esas posiciones. La Selección se beneficia de ese nuevo James, que se sacrifica, juega más atrás, hace un trabajo de sacrificio y permite que jugadores como Juan Quintero tengan su espacio en el equipo.
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No hace falta decir más. A los 27 años, si un jugador está cómodo en un equipo élite y este le aporta en su crecimiento, no debe cambiar de aires. Si bien es complicado decirle no al Madrid, más complicado aún es tener estabilidad dentro de él. Incluso grandes jugadores como Keylor Navas, Isco Alarcón y Gareth Bale sufren cada día y se preguntan si ocupan el puesto que merecen en la plantilla. Eso no habla mal del club necesariamente, pero es una realidad incómoda para el futbolista. James ya vivió eso y en su experiencia levantó dos Champions, una Liga, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes. Ahora, su reto debe ser conseguir eso con un club de nivel parecido y que le ha dado toda la confianza para hacerlo. James pudo haber encontrado su lugar en el fútbol ¿por qué debe moverse?
Foto: AFP