Con un comunicado absurdo, el Real Madrid de Florentino Pérez se lavó las manos y responsabilizó a Lopetegui del mal momento que vive el primer equipo.

“La Junta Directiva entiende que existe una gran desproporción entre la calidad de la plantilla del Real Madrid, que cuenta con 8 jugadores nominados al próximo Balón de Oro, algo sin precedentes en la historia del club, y los resultados obtenidos hasta la fecha.” Así justificó el Real Madrid el despido de su entonces entrenador Julen Lopetegui. Incluir estas justificaciones en el comunicado de despido, aparte de ser un hecho inédito en la entidad, hace entender que si el equipo marcha noveno en la liga es solo culpa de Lopetegui. Los hechos muestran algo diferente.

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A Julen tocaba echarlo. El equipo tuvo un buen inicio de temporada, pero se fue hundiendo. El Real Madrid se presentó en el Camp Nou el 28 de octubre ante su máximo rival sin saber a qué quería jugar. Algunos jugadores presionaban en defensa mientras otros retrocedían. En ataque, los delanteros hacían diagonales mientras los volantes se excedían con el pase horizontal hasta que perdían la pelota. Salvo unos 15 minutos de lucidez tras el descanso y mientras el Barcelona cuadraba ciertos roles, el Real Madrid de aquel día fue un equipo que pedía a gritos un giro abrupto. Como siempre será más fácil cambiar a un entrenador que a 23 jugadores, Lopetegui fue el sacrificado.

Sin embargo, más allá de que toca recriminarle su pedazo del pastel al estratega vasco, creer que el Madrid llegó a tal punto de horror futbolístico solo por su gestión es ser simplista. La directiva, encabezada por Florentino Pérez, es la que debería comerse casi todo el marrón. Fue ese sector del club que, una vez se marchó Cristiano Ronaldo y se llevó con él 50 goles por temporada, decidió fichar un arquero como Thibaut Courtois cuando no lo necesitaba y un delantero con talento como Mariano, al que le falta mucha cancha por recorrer. Se pasaron de sobrados y pensaron que no haría falta una figura goleadora para reemplazar a CR7. Las ocho horas por las que pasó el equipo sin marcar responden a eso.

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Pero el error no viene solo con la marcha de Cristiano. Florentino Pérez se encariño con la plantilla que le dio 3 Champions seguidas y no la renovó. Sin hacer mucho ruido, el grupo se fue debilitando. James Rodríguez, Álvaro Morata y Mateo Kovacic eran cruciales en su rol de suplentes para dar oxígeno a los titulares. Cuando se fueron, la directiva los reemplazó con jugadores jóvenes de menor jerarquía. Además, varios jugadores como Karim Benzema, Toni Kroos y Marcelo tuvieron un bajonazo de calidad. El nivel del equipo descendió desde hace rato y prueba de ello es la mala temporada en liga el año pasado.

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Hace falta autocrítica y reacción. El Real Madrid puede traer a Antonio Conte, a José Mourinho o a Jesús Cristo mismo de técnico, pero si Florentino Pérez no mira para adentro y entiende que necesita mover fichas en la plantilla, entonces el año se les irá del color de su camiseta: en blanco. Culpar de todo a Lopetegui, como en el comunicado, es no ver la realidad de la situación. Solo les faltó decir que Julen estaba embrujado. Al fin y al cabo, Florentino se lo robó a la Selección España dos días antes del Mundial y algún brujo se pudo haber molestado.

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La Federación Colombiana de Fútbol, que decidió no programar amistosos para la Selección de mayores en noviembre, sigue sin dar noticias del nuevo entrenador. Mientras en México ya suena Lopetegui como seleccionador, aquí seguimos especulando si James se llevaría bien con Jorge Luis Pinto. ¿Y si le pegan una llamada a Lopetegui? Con España no perdió un solo partido, le gusta tener el balón y no come cuento de la prensa. No es Pep Guardiola, pero funciona. Ahí les dejo la sugerencia.

Foto: Getty Images