Es el primer año en el que los mejores, Messi y Cristiano, no son favoritos para ganar el Balón de Oro. Aquí mis tres candidatos.

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El próximo 3 de diciembre, la revista France Football revelará el ganador del Balón de Oro 2018. Hay 30 nominados, pero la revista sacó hace poco un video promocional en el que deja intuir que los finalistas son Luka Modrić, Raphael Varane y Antoine Griezmann. Más allá de que sobran los argumentos para leer la promo entre líneas, todo es mera especulación. Ante esa situación, revisé la lista de candidatos y propuse mi propio podio.

La medalla de bronce se la lleva Kevin de Bruyne. Aunque solo ha podido jugar 5 partidos con el Manchester City desde que inició esta temporada, el belga fue decisivo en el Mundial para su selección y para que los Citizens de Guardiola se llevaran la pasada Premier League. Retrato de su influencia fue aquel entre Brasil y Bélgica. Cuando su país conseguía el 0-1 a favor contra la entonces favorita, entre Kevin y Romelu Lukaku armaron una contra perfecta. El joven mediapunta lanzó un remate al segundo palo, marca de la casa, y venció a su compañero de club Ederson. Los europeos sufrieron, pero gracias a la profesionalidad con la que De Bruyne manejó los tiempos del partido, logró ganar 1-2 y sacar a una muy buena Brasil. No merece el Balón de Oro, pero Kevin se convirtió en un líder dentro de la cancha durante este año.

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Misma influencia sobre el campo tiene Luka Modrić. El ganador de ‘The Best’ fue el motor en el mediocampo del Real Madrid tricampeón de Champions y de la humilde Croacia subcampeona del mundo. Aunque la jerarquía de los merengues es indudable, su situación en enero de este año era complicada. Para ese entonces, el Madrid ya tenía virtualmente perdida la liga y había quedado eliminado de Copa del Rey a manos del austero Leganés. Solo le quedaba la Champions. Luka se lució en el centro del campo cada vez que escuchó el himno del torneo continental. Durante esa copa, el croata promedió un fantástico 89% de acierto en sus pases. Lo mismo sucedió durante el Mundial, pero en un grado de dificultad más alto si tenemos en cuenta que Croacia no era favorita ni siquiera para semifinales. Eso no le importó a Modrić, que con sus 2 goles, su asistencia y su 87% de acierto en pases consiguió la medalla de plata con su selección. No es Balón de Oro porque su nivel desde Rusia es muy malo.

El premio debe ser para Antoine Griezmann. El francés no come en la misma mesa que Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, e incluso ya sabe mal que cada vez que coja el microfono diga lo contrario, pero su 2018 fue muy bueno. Como Luka Modrić, sacó de un mal momento a su club y lo llevó a conquistar la Europa League con 3 goles en la final contra el Marsella. Además, anotó 4 goles en el Mundial (James en 2014 metió 5) y dio 2 asistencias. Si bien no ganó la Copa solo, sin él Francia no hubiera conseguido el trofeo. 3 de sus tantos fueron de penal, pero en momentos cruciales del torneo (partido inaugural, octavos de final y final). Bien saben Messi y Cristiano que anotar desde los once pasos en un Mundial no es fácil. Hoy en día, aunque Antoine nota la falta de descanso, sigue aportando al Atlético de Madrid. Lleva 3 goles y 4 asistencias en una liga española atípica. Es un año parejo, pero Griezmann merece el Balón de Oro.

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El podio queda así no porque sus galardonados sean los mejores del mundo, sino porque tuvieron el mejor año dentro de los 30 candidatos. El que hoy en día piense que el Balón de Oro determina quién es el que mejor toca el balón entre los profesionales, se miente a sí mismo. El mejor es Messi y detrás de él está Cristiano. Luego, muy por debajo, les siguen un grupo de mortales. Cuando toca determinar quién es el mejor jugador de una era o de la historia, es necesario ampliar el mapa y mirar la carrera. En eso, no existe un solo futbolista en el siglo XXI que haya conseguido mantener el nivel del portugués y el argentino. Griezmann se lleva la pelota brillante, pero le toca entender que incluso debe hacer cuatro años más como este para que lo mencionemos en los libros de historia.

Foto: Getty Images