Retener a Radamel Falcao, aparte de ser una injusticia con el colombiano, es poco práctico para un club como el Mónaco que necesita un nuevo proyecto para salir de su crisis deportiva.
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Radamel Falcao entrena con el Mónaco. | Foto: Valery Hache
En las buenas relaciones es difícil decir adiós. El romance entre Radamel Falcao y el AS Mónaco ha durado seis años y destacó por el apoyo mutuo entre el jugador colombiano y la institución. Mónaco revivió a Falcao y el delantero lo devolvió con liderazgo, goles y experiencia. El Tigre siente que no tiene nada más que ofrecer en el Principado y quiere cambiar de aires, pero el club, celoso como nunca, tiene miedo de perder al ícono máximo de la plantilla. El dolor es entendible, pero Falcao desea ver otros horizontes y lo mejor que podría hacer el Mónaco tras tantos años de cariño es dejarle marchar ahora que todavía puede buscar la gloria en la élite y que ellos pueden ganar una contraprestación económica por su venta.
Radamel Falcao no le debe nada al club. Mónaco lo ayudó a salir de la crisis que tuvo tras una lesión en 2014 y le dio una segunda oportunidad cuando el mundo del fútbol lo daba por muerto. Sin embargo, Falcao pagó esa confianza con una de sus mejores temporadas en Europa. Con la cinta de capitán en el brazo izquierdo, El Tigre levantó la Ligue 1 francesa en 2017 tras ganarle la pulsada a un Paris Saint-Germain poderoso y que ha ganado cinco de las últimas seis ligas. Ese mismo año, junto a un adolescente llamado Kylian Mbappé, eliminó al Manchester City de Pep Guardiola en la Champions League y llevó al Mónaco a semifinales de la prestigiosa copa europea. La temporada pasada el equipo pasó por una crisis y casi se va al descenso. El colombiano fue crucial para evitar la tragedia. Falcao puede no mover un dedo más y seguirá siendo un ídolo eterno del club. Entre su primera y segunda época lleva 83 goles con el Mónaco. Eso debería ser suficiente para dejarlo partir si él lo desea.
Así se debería quedar el asunto. El equipo no pasa por un buen momento y Falcao tiene los años contados en el fútbol profesional. Radamel tiene 33 años y necesita bajar el ritmo de los motores y con la crisis del Mónaco no va a poder. El club del principado necesita que su mayor figura pueda jugar casi todos los partidos completos, pues esta parece ser otra temporada de sufrimiento para el Mónaco. El recién llegado Wissam Ben Yedder, de 29 años, puede hacer ese trabajo muy bien si el club le da la confianza. Al no dejar salir a Falcao, el Mónaco no ve la imagen en perspectiva.
Puede ser por especulación de rendimiento o porque el jugador, tras todo lo que ha hecho por el club, desea cambiar de aires, pero está claro que Falcao no tiene mucho más por hacer en Mónaco. Por el capricho del club, el colombiano ya perdió un tren al Galatasaray de Turquía. El Valencia sigue pendiente, pero el mercado se cierra el 1 de septiembre. No juega mientras se decide su futuro y el Mónaco está, como la mayoría de la temporada pasada, en puestos de descenso. ¿Así pasará Radamel Falcao sus últimos años en la élite? El Tigre merece más que una crisis en este momento y el Mónaco no saldrá de de ella reteniéndole contra su voluntad. Se está hundiendo el barco y este se está llevando a Falcao con él.