El Real Madrid ganará la liga con muchas deudas en su fútbol y el Barcelona perdió su espectacular juego. ¿Esta época dorada del fútbol español llegó a su fin?
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Juan Manuel Rodríguez, tertuliano del programa deportivo español El Chiringuito y madridista de corazón, sorprendió a sus colegas en el programa de la noche del jueves. El Real Madrid le cogió 4 puntos de distancia al Barcelona tras ganarle al Getafe por 1-0 y tiene media liga en el bolsillo. A pesar de la noticia, Rodríguez criticó a su equipo: “Hay que exigirle más al Madrid”.
Tiene razón. El fútbol tiene la ventaja (o desventaja): no siempre el que gana juega bien y no siempre el que juega bien se lleva la victoria. Como decía Alfredo Di Stefano: “las finales no se juegan, se ganan”. Sin embargo, ese azar no puede dictar la estrategia de un equipo.
El equipo de Zinedine Zidane va a ganar la liga, salvo noticia de última hora, pero no se parece casi nada a ese Madrid de 2017. Ese plantel pasaba por encima de sus rivales y sus suplentes estaban suficientemente enchufados como para ganar solitos una liga mientras que los titulares le daban un lecciones futbolísticas en Champions. Ni siquiera se acerca al Madrid de 2012 de José Mourinho y su picante contraataque. Zidane dirige hoy un equipo que sobrevive con una buena defensa, pero no es contundente en ataque, le cuesta matar los partidos y todavía sufre la salida de Cristiano Ronaldo. Eden Hazard, su ‘reemplazo’, apenas ha podido tocar balón.
La cruda realidad, sacada a la luz por Rodríguez, es que “si el Barça estuviera bien nos sacaría 15 puntos”. A finales de 2019 dije que la situación del Barcelona no era buena y que eso hablaba también mal del Madrid por sufrir para sacarle diferencias. A los culés también les cae una porción de este pastel. El equipo agoniza al no poder imprimir en el campo un buen juego de posesión por culpa de la mala planeación deportiva del club. Lionel Messi frenó ayer (según Cadena SER) la renovación de su contrato y podría irse gratis en 2021. Los jugadores no se entienden con el entrenador recién llegado Quique Setién y no se fían de una directiva que los pone todo el día en el mercado de pases.
La década pasada se destacó por la supremacía de Real Madrid y Barcelona en Europa (ganaron seis Champions de diez) y por una Selección de España que se benefició de ello para ganar títulos y ser protagonista. Hoy parece que Inglaterra e Italia vuelven a coger ventaja a nivel de clubes mientras que los colosos ibéricos viven de las boronas que dejó su dinastía.
Al Real Madrid le alcanza para ganar una liga y al Barça para hacerle de escolta. Ambos quieren ajustar tuercas para pasar los partidos pendientes en Champions y soñar con la Orejona. Un título así podría mostrar que algo de todo aquello vive, pero basta ver al Manchester City, a la Juventus e incluso al Atalanta para entender que ya no existe la supremacía española de otros años. Ya se fue Cristiano, quizá se vaya Messi y con él una época dorada del fútbol en ese país. El Madrid y el Barça, poco a poco, ceden su trono y pasan a ser dos más del montón.